Ejemplos con inmarcesible

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Por lo que respecta a la poesía barroca, dos figuras, mucho tiempo consideradas opuestas pero hoy unidas en la estética del concepto, dominaron la jerarquía lírica: El difícil y brillante, pero de belleza inmarcesible, Luis de Góngora y el ingenioso, mordaz y gran creador del lenguaje Francisco de Quevedo.
Isagoge y cincuenta cuestiones a vuelapluma en torno al arte y el ácido desoxirribonucléico, a cincuenta años de un fasto inmarcesible,.
Entusiasta de las tallas medievales alemanas y flamencas, de Marino Marini, Lothar Fischer, Luginbühl y Tinguely, de todas las técnicas empleadas, la escultura cuyos temas iconográficos predominantes son centauros masculinos y femeninos, minotauros, bustos, sirenas y animales metamorfoseados es sin duda aquella donde más visiblemente percibimos la ascendencia y el influjo de las antiguas culturas del Mediterráneo en su obra, inagotable ámbito de civilización recorrido en todas las direcciones por este viajero incansable que es Stefan von Reiswitz, de cuya producción entera puede decirse que constituye una fecunda alianza entre la contingencia de la realidad y los delirios de la imaginación, entre la valiente ruptura formal de la vanguardia y la inmarcesible belleza del pasado clásico greco-latino.
¡Qué delicia contemplar desde aquí los vallados de olivos, tejo, laureles, pinos, cipreses y los frescos tamarindos, árboles todos de hojas perennes y perpetuo verdor! A este inmarcesible bosque le llamamos Dafne por sus emparrados rústicos de cambroneras que brotan espontáneas y trepan por los troncos y forman amenísimos y compactos toldos, y refrescan y protegen nuestros miembros de los rigores del estío y nos proporcionan mayor frescor que los antros de las rocas o la sombra de las peñas, mientras que el oído se regala con el muelle del cantar del arroyo que a la vera corre, y la nariz se embriaga con el nectáreo perfume de las rosas, los lirios y toda clase de plantas aromáticas.
Ahora, tres himnos se alojaron en mi pecho y ardían de modo inmarcesible, como lámpara de tres lenguas iguales: los tres himnos a María Magdalena, uno precisamente del cardenal Belarmino, otro de San Gregorio, retocado por Belarmino, el tercero de San Odón de Cluny, retocado también por Belarmino.
El cristianismo naciente es en la interpretaciónque yo creo tanto más verdadera cuanto más poéticade Renán, un cuadro de juventud inmarcesible.
Más tuvo que luchar Washington para no dejarse arrastrar por el vulgo, que para conquistar su gloria inmarcesible, y en tales momentos es cuando debe apreciar el hombre recto, en todo lo que vale, la fortaleza de los que se resisten a exigencias del momento, prestando fidelidad a los eternos principios de lo bueno y de lo bello.
Uno de estos heroicos saludantes es Teodorito Cuevas, más conocido por Teodoro de las Cuevas y del Milagro de la Concha, condiscípulo de Julián ayer, y hoy figurín inmarcesible, terror de casadas y solteras, orgullo de la Plaza y pasmo de la arrebatadora cursilería villabravense quien a fuerza de imitar la flamante indumentaria al «elegante» joven, porque había llegado de París en esos días, acabó por plagiarle definitivamente, no sólo las corbatas, los pantalones, los sombreros y los zapatos de punta afilada y primorosa, y sobre todo esto un idioma especial, exclusivamente de Teodoro, y el cual idioma consistía en intercalar en toda conversación palabras exóticas y mal aprendidas en el trote del boulevard.
Y el conde, sin poderlo remediar, sonreía a la idea de que la rama era inmarcesible.
Cerca ya de Dúrcal, hacia donde bajábamos resueltamente, vimos una graciosa quinta edificada en el zócalo mismo de la Sierra, especie de pensil babilónico, compuesto de escalonadas mesetas y cuajado de árboles en flor o de otros de verdura inmarcesible.
¡Levante usted esa frente coronada de inmarcesible plagio! Acusado: ¿cómo se llama usted?.
Pero, quién sabe si Daireaux no conserva y no conservará por mucho tiempo todavía, la inmarcesible juventud del alma que suele ser dote de los verdaderos artistas.
Sin embargo, constituye un timbre de honor, y en épocas no lejanas resplandecerá gloriosa e inmarcesible en los anales de la patria.
Algunos se olvidaban de sus preocupaciones y se entregaban a platicar con el vecino de los más variados temas: La eterna vida cara, los perennes políticos descarados que manufacturaban negocios particulares a costa del pueblo dizque trabajador, la inmarcesible y famosa actriz de cine, prostituta discreta, de los fuertes puñetazos del boxeador de moda, cretino salvaje de siempre o de los patadistas que se habían destrozado las espinillas por culpa de un balón fugaz, pero adinerador.
Y la ausencia de amor sexual la hacía de pronto llorar extendiendo y fecundan-do, aunque no lo quisiera, el inmarcesible e infi-nito rosario.
Otro cuerpo no puede sustituir al cuerpo amado cuando un alma lo ha encontrado como su pareja inmarcesible.
de inmarcesible lauro con que el cielo.
Embriagado el doctor por las fascinadoras miradas, por la coquetería infernal, por la elegancia, por la hermosura aristocrática y por la juventud inmarcesible de su prima, le aseguró que respetaba a su mujer, pero que no la amaba, que casi la odiaba por su causa.
Su nombre resplandecerá cubierto de inmarcesible gloria.
O mi señor ha querido encubrirse del mundo todo, sepultándose para siempre en algún devoto monasterio, o una corona de inmarcesible eternidad ha circundado ya su frente, y premiado dignamente su virtud.
Aquél es un triunfo efímero, al contado, ésta es definitiva, inmarcesible en los siglos.
Frente a la ciencia hecho oficio, la Ver- dad como un culto, frente a la honestidad de conveniencia, la Virtud desinteresada, frente al arte lucrativo de los funcionarios, la Armonía inmarcesible de la línea, de la forma y del color, frente a las complicidades de la política mediocrática, las máximas expansiones del Indivi duo dentro de cada sociedad.
Palmeros y plátanos asomaban por encima de los patios sus hojas de un verde inmarcesible.
El amor apasionado es el compañero inseparable de la gloria inmarcesible.
No ha vuelto al Congreso, y suponemos que la inmarcesible corona que alcanzó le valdrá ser favorecido en las nuevas elecciones.

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