Ejemplos con indolente

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

- Escuelas de otros Mundos, una exposición fotográfica itinerante del fotoperiodista Kim Manresa, que nos acerca a realidades que vienen marcadas por el sello del desamparo indolente en que se encuentran sumidos la inmensa mayoría de pueblos alrededor del planeta.
Encerrado como un monstruo indolente en sus fastuosos palacios y jardines, fatigado de tantas contiendas, se dedicó por entero al ejercicio y recreo de la filosofía, entregado a la investigación de la verdad y la meditación en calma sobre las plácidas doctrinas de Epicuro, confirmando con el ejemplo de su propia carrera la locura de la ambición y la vanidad de la virtud.
El indolente Constantino, que tenía una vida de ocio y sólo aspiraba a llevar una existencia regalada, cedió a su hermano Basilio, el mayor de ambos, todo el poder, reteniendo tan sólo el título de emperador, a pesar de que pudo repartirse por igual con su hermano la herencia de su padre.
A ratos vivo alegre igual que un lirón este poeta loco, amador e indolente, y otras veces sombrío cual Clitandro doliente.
Aunque Zenón aparece descrito por las fuentes como un gobernante indolente, fue capaz de administrar los recursos del Imperio de modo que lo dejó considerablemente más fuerte tras su muerte.
Reservado, indolente, está casado con Winnie Verloc, y vive con el hermano y la madre de su esposa.
El hombre que desempeñara este cargo no debía ser un tirano como Domiciano o un indolente como Galba, debía ser capaz de mantener firme el Imperio salvaguardando la dignidad y el prestigio del Senado, este es un punto en el que coincide con Séneca el Joven.
Quienes conocieron a Catherine Hogarth la describen como una mujer hermosa, aunque con sobrepeso e indolente, pero amigable y cumplidora.
Su visión es melancólica y descreída, a ratos indolente, a ratos provocadora.
Céluals poligonales largas, a pesar de tener un citoplasma pálido, tiende a ser reticular, tienen un curso indolente y forman tumores sólidos o sarcomatoides.
Les Stinky Toys se diferencian del punk-rock por un rock más indolente, dandy y un look juicioso y colorido más próximo de los sesenta.
Su comportamiento es indolente, como si se encontraran en una niebla y, obviamente, procesan la información más lentamente.
Marco Livio, el gobernador de la ciudad, era un buen soldado, un hombre indolente y con hábitos de lujo.
El personaje es siempre un investigador sedentario, pasivo e indolente, que soluciona los casos basándose en ninguna prueba aparente y confiando en Sherlock para los detalles prácticos.
Dado que Mycroft es tanto uno de los fundadores del club como un hombre indolente que se mueve exclusivamente entre sus habitaciones, su oficina y el Club, esta conclusión puede parecer lógica.
Sin embargo, conservó el favor del Duque de Lerma, un hombre indolente para quien el trabajo de Calderón era indispensable.
Yo cada día me siento más indolente y más distraído.
He tenido fama de indolente y optimista, de indiferente y apático.
Puede entonces el poeta calificarle de indolente soldado que milita bajo las banderas de la muerte.
Nada más lejos de mi ánimo que la idea de confundir con los atributos naturales de la juventud, con la graciosa espontaneidad de su alma, esa indolente frivolidad del pensamiento que, incapaz de ver más que el motivo de un juego en la actividad, compra el amor y el contento de la vida al precio de su incomunicación con todo lo que pueda hacer detener el paso ante la faz misteriosa y grave de las cosas.
La isla, risueña e indolente en mitad de la encrucijada de los grandes caminos que llevan a África y América, parecían contemplar impasible este movimiento de la navegación mundial, mientras proporcionaba por unas horas el alimento negro del carbón a los organismos humeantes, que llegaban y partían sin conocerla, festoneada en su costa por una áspera flota de chumberas y pitas, guardando tras las volcánicas montañas de su litoral el secreto de sus ocultos valles tropicales, escalando el cielo con una sucesión de cumbres sobre las cuales flotaban las blancas vedijas de las nubes, y ostentando sobre esta masa de vellones el pico del Teide, un casquete cónico estriado de nieves, que era como la borla o botón de este inmenso solideo de tierra emergido del Océano.
Ello sucedió porque nos metimos en una fonda con ánimo de pasar la noche, y apenas viose Silvestra bajo techo se puso tierna, indolente, mimosa, aquejada de esa insana languidez que sólo se cura con los melindres afectivos.
Soledad era alta, gallarda, de tez trigueña, con pelo y ojos negros, boca de labios gruesecillos, tan rojos que parecían una flor de sangre, el seno levantado y firme, el talle esbelto, el andar airoso, las actitudes y posturas animadas por un encanto singular que se desprendía de su figura como un efluvio turbador y escitante: y en rara contradicción con este aspecto provocativo, era fría, indolente, predispuesta a la mansedumbre y la bondad, capaz hasta de ternura, pero refractaria al apasionamiento y la vehemencia, como si tuviese adormilados los sentidos y en su alma tranquila solo pudieran hallar eco los sentimientos dulces y apacibles.
El gran disco que transmitía a la bomba la fuerza del viento, estaba aquel día muy perezoso, moviéndose tan sólo a ratos con indolente majestad, y el aparato, después de gemir un instante como si trabajara de mala gana, quedaba inactivo en medio del silencio del campo.
Buenaventura Rotondo y Martín Muriel, que después de los sucesos referidos habían salido a enterarse de ciertos asuntos de indudable urgencia, regresaron a la calle de San Opropio, mas no para descansar ni entregarse a indolente reposo, que podría ser de gran peligro en tales circunstancias.
¿Por qué, si yazgo en indolente calma,.
De este modo, entre las sospechas del estilo y los datos evidentes de la personalidad física y política de su excelencia, había llegado a formarme esta especie de síntesis indolente del señor ministro revolucionario:.
Pero como también era indolente, no hacía maldito el caso de la doctrina que le imbuían el cochero, el ayuda de cámara, los marmitones y toda la legión de tunos que pululaban en aquella casa al amparo de la vanidad de su marido y de su propia dejadez.
Colón, infatigable en favor de la España, volvía por la tercera vez a América con designio de llegar hasta el Ecuador, pero las calmas y las corrientes le empeñaron entre la isla de Trinidad y la Costa Firme, y desembocando por las bocas de Drago descubrió toda la parte que hay donde este pequeño estrecho hasta la punta de Araya, y tuvo la gloria de ser el primer europeo que pisó el continente americano, que no lleva su nombre por una de aquellas vergonzosas condescendencias con que la indolente posteridad ha dejado confundir el mérito de la mayor parte de los hombres que la han engrandecido.
Cuarenta y tantas carretas toldadas con negruzco y pelado cuero se escalonaban irregularmente a lo largo de la playa y algunos jinetes con el poncho calado y el lazo prendido al tiento cruzaban por entre ellas al tranco o reclinados sobre el pescuezo de los caballos echaban ojo indolente sobre uno de aquellos animados grupos, al paso que más arriba, en el aire, un enjambre de gaviotas blanquiazules que habían vuelto de la emigración al olor de carne, revoloteaban cubriendo con su disonante graznido todos lo ruidos y voces del matadero y proyectando una sombra clara sobre aquel campo de horrible carnicería.

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