Ejemplos con indecisos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Otros observadores ya habían apuntado a la posibilidad de que Jospin quedase apeado de la segunda vuelta dada la igualdad entre los candidatos, su mala campaña y el alto grado de indecisos.
La votación de Piñera captaba gran parte del voto de Lavín, pero se mantuvo un importante número de indecisos que, según se especulaba, sería el que definiría la elección debido al estrecho resultado que era previsto.
A pesar de su incompetencia y su falta de cordura, West es el alcalde vitalicio de la ciudad hasta que Lois le hace frente en las elecciones municipales, debido a la corrupción Lois decide enfrentarse en las elecciones pero las cosas no pintan bien a su contrincante ya que West con decir tonterías sin sentido se gana el voto de los indecisos, cuando Lois le sigue el juego sale vencedora y manda a West a la oposición.
Los críticos argumentan que el Colegio Electoral es intrínsecamente antidemocrático y le da a algunos estados indecisos una influencia desproporcionada a la hora de la selección del Presidente y Vice Presidente.
Los análisis post-electorales indicaron que hubo un porcentaje de votos de hombres blancos a favor de Bradley ligeramente inferior al estimado por las encuestas, y que un número anómalo de votantes definidos como indecisos votó finalmente por el candidato republicano.
Entre los congresistas indecisos se encuentra el Señor Willis, del estado de Ohio, que eventualmente sustituye a su mujer en el puesto, tras fallecer recientemente.
Mediante su influencia, los sublevados obtuvieron el apoyo de muchos indecisos.
Los registrados demócratas y los que están registrados como para INDECISOS son elegibles para votar.
Los candidatos van en masa a tratar de convencer a la familia Simpson, quienes estaban indecisos.
La unidad elemental de la campaña por el Sí estuvo compuesta por Bataso acrónimo de batallones socialistas los cuales se encargaron de áreas definidas para informar a la población sobre el proyecto, convencer a los indecisos y además ser los encargados de tres mesas electorales el día de la votación.
Dada la forma en como estalló la guerra, con un ataque a Fort Sumter por parte de la Confederación, la unión política del Norte estaba garantizada, y la decantación hacia este bando de los estados indecisos, al menos a corto plazo.
Por otro lado, cuanto más tiempo pasaba, los estados indecisos más se querían quedar en la Unión y la seguridad que esta desprendía frente a la opción confederada.
Presionado por algunos estados del sur para que interviniera de forma enérgica, sabía que pasar por ser el agresor suponía la negación del apoyo de los estados indecisos y que estos se decantaran por el norte, lo que huebiera provocado unos bandos en la guerra completamente desequilibrada.
Para ambos bandos, las acciones previas tenían como objetivo estimular a sus tropas y convencer a los estados aún indecisos a que se unieran a su causa, intentando presentar al adversario como el agresor en caso de que finalmente la guerra se hiciera efectiva.
Las mujeres agrupáronse chillando con instantáneo susto, los hombres quedaron indecisos, pero al momento, reponiéndose todos, prorrumpieron en gritos de aprobación y aplausos.
El reflejo del astro moribundo ponía una chispa de maligna vida en el óseo rostro de palidez de hostia, en la lobreguez de sus negras cuencas, en su sonrisa que daba espanto ¡Sí, era ella! Las nubes esparcidas a ras del mar parecían bullones y pliegues de una vestidura que ocultaba su inmenso esqueleto, y otras nubes flotantes en lo alto, una amplia manga, de la que se escapaban vapores más sutiles e indecisos formando un brazo de hueso rematado por un índice seco y corvo como una uña de presa, señalando lejos, muy lejos, el destino misterioso.
Las lluvias cubrían la isla de un manto gris, en el que apenas sí se marcaban con indecisos contornos las montañas próximas.
¿Sería alguno de ellos el encargado de matarle? Luego seguía adelante, arrepentido de su provocación, seguro de que eran mercaderes de la América del Sur, boticarios o empleados de Banco, indecisos entre volver a sus casas al otro lado del Océano o esperar en Barcelona el triunfo siempre inmediato de su emperador.
Una mañana, cuando el capitán y el segundo estaban en el salón de popa, indecisos entre salir aquella misma noche o esperar cuatro días más, como lo solicitaban los dueños de la carga, se presentó el tercer oficial, un joven andaluz, que parecía emocionado por la noticia de que era portador.
Y los crédulos muchachos, que oían al en silencio porque estaban en el mar, lejos de toda posibilidad de acción, pero abominaban interiormente de estos planes que pugnaban con las preocupaciones de su honradez, mirábanse indecisos al ver que un señor como don Isidro no se escandalizaba.
Quería dedicar este honor a la más alta dama del buque, y sus ojos iban indecisos del collar de perlas de la esposa del millonario gringo a los lentes y la majestuosa corpulencia de la señora del doctor Zurita.
Destacan indecisos los bosquecillos de pinos en las laderas.
A todos les encontramos indecisos y como atontados.
¿Y por qué no a Madrid? ¿No sería esto lo más seguro? Tan indecisos estábamos, que entres veras y bromas propuse a Donata que lo echáramos a la suerte, y el modo y forma de consultar el Destino fue diferido para la mañana siguiente.
Los dos jóvenes quedaron indecisos, con la emoción de la timidez, al verse frente a frente.
En los intermedios marchaba tranquilamente, dejando vagar su mirada por los contornos indecisos de los montes y los árboles, y el pensamiento correr libremente por los recuerdos placenteros del día o de otros anteriores.
Del vago albor que clareaba en las cimas orientales, de las suaves tintas glaucas que todo lo invadían, brotaron lentamente, primero indecisos e indefinibles, luego distintos y bien perfilados, celajes y nubecillas de color de violeta, a través de las cuales vimos que desaparecían las estrellas entre ráfagas de fuego.
Durante la primera le dominaron los recuerdos confusos del pueblo con sus faenas y labores, acordábase de las conversaciones en que la tierra era la preocupación de todo el año, y empeñándose mentalmente en resucitar sus impresiones, se esforzaba en reconstruir, con reminiscencias vagas y sensaciones olvidadas, aquellos días que no habían de volver jamás, las lluvias primaverales que hacían entrever los carros repletos de doradas gavillas, el estío con las llanuras serpeadas por surcos que parecían encender el aire en la irradiación de sus terruños abrasados, el otoño con sus frutas mal sujetas a la cargada rama, convidando al paladar a refrescarse con su azucarado jugo, las tardes con sus vientecillos impregnados de perfumes, y las calladas noches envueltas en misterios, poblaban su pensamiento de ensueños indecisos.
Cuando vio que los suyos vacilaban indecisos, cuando vio el fulgor del sable de Palarea y oyó el terrible grito del brigadier guerrillero y médico, su alma pasó velozmente y en el breve espacio de algunos segundos, de sensación a sensación, de terribles angustias a fogosos enardecimientos.
Las caras rojas, barnizadas por el sol, brillaban con el reflejo de las llamas del hogar: los cuerpos rezumaban el sudor de la penosa jornada, saturando de grosera vitalidad la atmósfera ardiente de la cocina, y a través de la puerta de la masía, bajo un cielo de color violeta en el que comenzaban a brillar las estrellas, veíanse los campos pálidos e indecisos en la penumbra del crepúsculo, unos segados ya, exhalando por las resquebrajaduras de su corteza el calor del día, otros con ondulantes mantos de espigas,.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba