Ejemplos con impertinencia

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Se ha citado por doquier a Brillat-Savarin, porque su estilo que mezcla con impertinencia el humor, la insolencia y el escarnio, se presta a ello:.
La fe de Korten en la acción del Estado para hacer frente a los males económicos percibidos también va en contra de la filosofía económica de Smith: Es la mayor impertinencia y presunción, por lo tanto, a reyes y ministros, pretender velar por la economía privada de las personas, y limitar sus gastos.
Cuando Luppi decide acabar con ella por su impertinencia se da cuenta de que todos sus tentáculos no le responden, pues han sido congelados.
Sin duda, el no tener cincuenta años, para don Matías era una impertinencia.
Don Mateo sonrió con dulzura, y contestó a aquella impertinencia dando a la niña una palmadita cariñosa en el rostro.
Gonzalo dejó hablar al Marqués, que fué prolijo hasta la impertinencia, sin pestañear, afectando una tranquilidad que no sentía.
Y mayor zozobra que el despego de los primos y agnados me causó la insistencia con que paseaba la calle un sujeto alto y zancudo, de color cetrino, barba negra, nariz tajante, con lentes que daban no poca impertinencia a su mirar fisgón, bien vestido, la chistera un poco ladeada.
Usted debía leerlo, doctordijo con impertinencia el abogado de Deusto.
Su padre, confiado y bondadoso, seguro de la virtud de la bella moza, no la celaba con impertinencia, ni le ponía estorbos para que fuese sola a las viviendas próximas de parientes o amigos.
Madrid entero comenzó a desfilar otra vez por casa de Currita, dándole el pésame por aquella desgracia, con uno de esos cinismos de que ofrece la corte frecuentes ejemplos Ella estaba pasada de pena, había sentido en el alma la muerte de aquel pobre muchacho, tan simpático, tan cariñoso, apegado como un perro a Fernandito y a ella El golpe había sido atroz, y se encontraba mala de resultas, porque ella no sabía nada, nada ¡Claro está! Habíase guardado muy bien el pobrecillo de decirles una palabra a Fernandito y a ella, comprendiendo que, por delicadeza le impedirían, desde luego, semejante disparate Porque, después de todo, había sido aquella una impertinencia de bonísima intención, una de esas pruebas de amistad que se prestan a interpretaciones a pesar de su heroísmo, y llegan hasta a ofender el decoro y por otra parte, traía aquello una cola larga, larga, que les era muy gravosa.
¡Ay, por Dios, señora!la interrumpió Currita con toda su aristocrática impertinencia.
Y además, desconfiaba ella mucho de la actitud de esta e ignoraba hasta qué punto podría contarse con ella para los trabajos de la Restauración Cierto que su amistad con la reina destronada había sido siempre íntima, leal y consecuente, pero le constaba a ella de buena tinta que Bravo Murillo tuvo la impertinencia de comunicar a la marquesa la respuesta dada por el arzobispo de Valladolid a la consulta de si la Restauración había de conservar o no la unidad católica, y esta no podía ser más terminante: No era lícito a ningún partido político prescindir de ella.
Mas la noble anciana, fiel a su decoro de esposa, guardó ese difícil silencio con que las almas heroicas saben coronar una de las penas más vivas que existen en la tierra: el sacrificio despreciado, el sacrificio inútil, y la marquesa de Villasis no se atrevió a interrogarla, el primer cuidado de la delicadeza, al consolar un dolor, es respetarlo, y nada hiere tanto una pena como la curiosidad, sacrilegio, por decirlo así, de la impertinencia.
Desde entonces, como lo que Severiana más temía era quedarse desacomodada, no había impertinencia que no sufriese ni fatiga que no soportara.
—Que es una impertinencia eso de dejar de bailar tan luego como echan bigote.
Las recogidas que encontró al paso mirábanla con tanta impertinencia, que se puso muy colorada y no sabía qué expresión dar a su cara.
Creyó Jacinta que deliraba, y se incorporó en su cama, mas no era delirio, sino inquietud con algo de impertinencia.
por la nada, y además una impertinencia de marca mayor.
¿Es tal vuestra impertinencia que queréis obligarme a contaros lo que allí pasaba? Pues oíd.
Aquella muda impertinencia de la soberbia dama fue un insulto a todo el grave , no se tenía noticia de otro igual en casa de tanta etiqueta, ni jamás Susanita, aunque voluntariosa y díscola, había arrojado tanta ignominia sobre aquellas imponentes pelucas.
-No se empeñe usted, Calleja -refunfuñó el ex-covachuelista con alguna impertinencia.
Chacón, su pobre esposo, cogía el cielo con las manos, y aun llegó a aplicarle el eficaz cauterio de unos cuantos palos, que no produjeron otro efecto que recrudecer la feroz impertinencia de aquel enemigo.
Si en aquel momento se le hubiera presentado su tío, reprendiéndole con su impertinencia acostumbrada, Lázaro le hubiera atropellado, le hubiera maltratado, hiriéndole tal vez.
La vieja ridícula, presuntuosa, devota, expresión humana de la mayor necedad que puede unirse al mayor orgullo, puso su mano en el rostro de la doncella abandonada y débil, que ofendía sin duda con su juventud y su sencillez el amor propio de aquellos demonios de impertinencia.
La enferma fantasía de Clara creyó reconocer en aquellas voces un horrible y áspero trío de las Porreñas, que volaban, envueltas en espantosas nubes, dando al viento las voces de su impertinencia, de su amargo despecho y de su envidia.
Tomó Leonardo como una impertinencia la observación del maestro de azúcar y le volvió la espalda disgustado.
no pertenece a la junta directiva, dijo el mozo con cierta impertinencia.
Rieron todas del dicho de la doncella y de la disparatada semejanza de Tansi, y no faltaron murmuradores que tuvieron por impertinencia el haber venido armado Ricaredo a palacio, puesto que halló disculpa en otros, que dijeron que como soldado lo pudo hacer para mostrar su gallarda bizarría.
Y no parezca impertinencia y demasía esto que de los vestidos voy contando, porque ellos hacen una buena parte en esta historia.
Si no, dime: ¿cuándo, ¡oh traidor!, respondí a tus ruegos con alguna palabra o señal que pudiese despertar en ti alguna sombra de esperanza de cumplir tus infames deseos? ¿Cuándo tus amorosas palabras no fueron deshechas y reprehendidas de las mías con rigor y con aspereza? ¿Cuándo tus muchas promesas y mayores dádivas fueron de mí creídas, ni admitidas? Pero, por parecerme que alguno no puede perseverar en el intento amoroso luengo tiempo, si no es sustentado de alguna esperanza, quiero atribuirme a mí la culpa de tu impertinencia, pues, sin duda, algún descuido mío ha sustentado tanto tiempo tu cuidado, y así, quiero castigarme y darme la pena que tu culpa merece.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba