Ejemplos con hostiles

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Como colectivo de víctimas de comportamientos hostiles se encuentran las mujeres y hombres que en su entorno familiar sufren la violencia doméstica por parte de sus parejas sentimentales.
La Bene Gesserit tendrá que lidiar con un nuevo problema, al descubrir que ciertos elementos hostiles y poderosos surgen del exterior, trayendo la amenaza del exterminio y la subyugación.
Temiendo que tomarían, una decena de estados, hostiles hacia ellos, decidieron confrontarse en esta batalla, para frenar el avance de dicho ejercito.
Las reacciones de la crítica fueron tibias y en ocasiones hostiles, comparado desfavorablemente con los estilos de Elvis Presley y Neil Diamond.
Al principio de la historia, contada en retrospectiva en el primer tomo de Predicador, Jesse Custer es un vicario de dudosa naturaleza, a punto de dirigirse a sus feligreses después de una noche de borrachera en la que les dijo lo que realmente pensaba de ellos, por lo que había bastantes feligreses hostiles entre los asistentes.
Además los británicos se volvieron cada vez mas hostiles contra los indios y cada vez se hacían mas grande la casería de traidores hacia el imperio ya no solo eran indios sino piratas, y gente diversa que estaba molesta por su trato como chinos y negros, y los casacas rojas ejecutaban castigos y ejecuciones cada vez mas fuertes para dar a entender sobre la superioridad del imperio británico.
Como Hansen, el jugador descubre que el barco es ocupado por soldados rusos hostiles y por criaturas extrañas que utilizan seres humanos y otras formas de vida como anfitriones, para alimentarse y para utilizar como protección contra el ambiente.
Más aún, todo lo que sabemos de él nos ha llegado en su mayor parte de fuentes hostiles.
Todos están diseñados para poder moverse en distintos terrenos y equipados militarmente con algún tipo de protección contra ataques hostiles y, generalmente, con armas.
Se posicionan como preocupados por la inseguridad ciudadana y la inmigración, con especial énfasis en los inmigrantes extracomunitarios provenientes de civilizaciones abiertamente hostiles a Occidente, proponiendo el cierre de fronteras, la implicación del ejército en en control de fronteras y el internamiento de los inmigrantes irregulares en campos especiales de naturaleza militar, aprobando una ley orgánica que permita la repatriación de la inmigración islámica por razones de seguridad nacional, comenzando por las corrientes salafistas, incluso si se trata se inmigrantes legales.
Como víctimas de comportamientos hostiles se pueden nombrar a los miembros de las parejas tanto hombres como mujeres, que sufren del ataque de berta violencia doméstica de tipo psicológico, los niños que sufren acoso escolar, los trabajadores que sufren acoso laboral, los grupos de bandas de jóvenes rivales, las aficiones de equipos deportivos, los extranjeros, etc.
Las personas iracundas y hostiles tienen sufrimiento psicológico porque ven el mundo de otra manera como si fuera una lucha entre ellos y el mundo, lo que les conduce a menudo a sufrir estrés y a deficiencias en el sistema de funcionamiento integral de su organismo.
Era un grito, un aullido, un relincho, una de aquellas voces hostiles y burlonas con que los vengativos se llamaban en la sombra.
¡Pero cualquiera hacía mover a las secas y negruzcas matronas de sus asientos! Bien claro hablaban los ojos hostiles de estas damas.
Formentera, deshabitada durante siglos, luego de haber sido granero de los romanos, servía de refugio traicionero a las flotas hostiles.
Febrer miró a su amigo con ojos hostiles.
Nada más fácil a éste que inutilizar media docena de diputados hostiles por medio de otros tantos autos de prisión, o de falsos telegramas que los alejasen de Madrid el día crítico, pero ¿estaba él seguro de que apelando a estos extremos, aunque muy parlamentarios, nada buenos, no le exterminasen las oposiciones otros tantos auxiliares, con una paliza, por ejemplo?.
Ella no se inmutó ante su acento colérico y sus miradas hostiles.
¿Podía terminar todo entre los dos con esta sencillez? ¿Eran acaso mentiras sus antiguos juramentos? Se habían buscado con afinidad irresistible, para compenetrarse, para ser uno solo y ahora, súbitamente endurecidos por la indiferencia, ¿iban a chocar como dos cuerpos hostiles que se repelen? ¿Qué significaba este absurdo de amarle a él como siempre y amar al mismo tiempo a su antiguo esposo?.
Vió a Freya libre de sus brazos a dos pasos de él, con unos ojos hostiles que no había conocido hasta entonces.
Pero los lentes de oro brillaban autoritarios y hostiles, interponiéndose entre los dos.
Su enemiga tal vez habría perturbado en otro tiempo la tranquilidad de los hombres, pero ahora podía continuar impunemente sus gestos hostiles y alojadores: el capitán no pensaba entristecerse por ello.
Las últimas frases del diálogo fueron casi desapacibles, casi hostiles.
En estas excursiones también se operó un deshielo evidente de sus sentimientos hostiles.
Los hombres comenzaban a maldecirlos, tendiendo hacia ellos las manos hostiles con la sublime rebeldía del sacrilegio.
No había estado allí desde que era niño, y le interesaba ver las grandes reformas que la devoción de los ricos de abajo había realizado en aquel edificio, convertido en fortaleza durante las guerras y al que afluían ahora todos los sentimientos del país hostiles a la nacionalidad española y a sus progresos.
La placidez de espíritu que le proporcionaba la tranquilidad del jardín desaparecía al recordar a sus hostiles subordinados.
Todas las tardes, envuelto en una vieja capa, que llevaba hasta en primavera, con aspecto sórdido de mendigo, y acompañado de las maldiciones y gestos hostiles que dejaba a su espalda, iba por las sendas visitando a los colonos.
Iba a labrar la tierra con la escopeta al hombro, él y sus criados se reían de la soledad en que les dejaban los vecinos, las barracas se cerraban a su paso, y desde lejos les seguían miradas hostiles.
Temblaba yo al apearme del caballo, estaba yo rojo como una guindilla, y las miradas de cuantos en aquel instante me veían se me antojaron hostiles y burlonas, particularmente las de cierto mancebo muy gallardo que conversaba con otros empleados a la puerta del rayador.

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