Ejemplos con honrando

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Un periódico en yidis fue establecido, se creó una compañía de teatro y calles en la nueva ciudad fueron construidas y nombradas honrando a destacados autores yidis, como Sholom Aleichem y Y.
La Reina Doña Sofía fue nombrada como Presidenta de Honor de Hispania Nostra, apoyando la entidad y honrando con su presencia los actos de entrega de las medallas obtenidas por trabajos relacionados con la defensa del Patrimonio llevados a cabo en España.
Después del éxito de ¡Ay Jalisco, no te rajes! en todo el Continente Americano, le siguieron varias producciones que destacaban temas provincianos, honrando a diversas regiones de México.
El Askatuak ha sobrevivido varias décadas a su fundador, al que sigue honrando como su figura más destacada, pero está muy lejos de la élite.
Produjo grabados al aguafuerte, entre ellos destaca el de Júpiter, Neptuno y Juno honrando el escudo del cardenal Borghese.
Así legitimó su poder, y honrando la memoria del difunto supervisando sus funerales ganó la pronta aceptación de la nobleza y el ejército de las provincias orientales.
Esta pasión por la obra de Barrios, fue claramente cultivada en jóvenes talentos paraguayos que continúan honrando la memoria de Barrios en presentaciones por varios países del mundo.
, y en honrando a sus hijos con esta divisa esclarecida de la Virgen, le fue dando por su orden a muchos caballeros validos suyos.
Hablaban del tiempo, de lo mal que se vivía en Toledo, de que el viento se había llevado toda la flor del albaricoque, y de otras zarandajas, honrando sin melindres el buen almuerzo.
Comieron aquel día con don Antonio algunos de sus amigos, honrando todos y tratando a don Quijote como a caballero andante, de lo cual, hueco y pomposo, no cabía en sí de contento.
Adoro a la doncella celestial que me ha socorrido tantas, tantísimas veces, a la que me sacó de la enfermedad que tuve el año pasado, a la que no ha permitido que mis hijos estén desnudos, a la que se ha dignado consolarme, honrando mi humilde morada, a la única persona que me ha dicho: «Caifás, tú no eres tan malo como dicen.
don Luis la sirve, honrando largos mares,.
Bien me parece a mí un escribano a caballo y un alguacil con capa y gorra honrando unos azotes como pudiera un bautismo, detrás de una sarta de ladrones que azotan, pero siento que cuando el pregonero dice: «A estos hombres, por ladrones», que suena el eco en la vara del alguacil y en la pluma del escribano.
Rajado el árbol, vio un panal de abejas y probó y gustó su miel, con lo que arrojó el hacha, honrando y cuidando desde entonces el árbol con gran esmero, como si fuera sagrado.
sacrificios y ajuntamientos para ellos, honrando a los dioses y procurándose sus.
Nada digo de mí, porque nada merezco, pero sí diré de mis tres hermanos que todos son muy guapos, entendidos y capaces para la profesión que siguen, y que mi hermana es el encanto y la gala de la corte, a quien ponderan y ensalzan todos por su apacible y honesto trato, por su discreción y hermosura, honrando y glorificando así la noble casa donde como cabeza y madre de familia entró hace años.
En las reuniones de segundo orden, que abundaban en Vetusta, la humedad excitaba la alegría, cada cual se iba al agujero de costumbre y era de oír, por ejemplo, la algazara con que entraban en el portal de la casa de Visita «los que la favorecían una vez por semana honrando sus salones», que eran sala y gabinete, eran de oír las carcajadas, las bromas de los tertulios guarecidos bajo los paraguas que recibían con estrépito las duchas de los tremendos serpentones de hojalata.
E por el reposo de los pueblos la justiçia distributiva, que es más noble parte, cognoscan se deve por ellos cumplir, gualardonando los buenos fechos e serviçios e dando benefiçios a los meresçientes e honrando los virtuosos por favor e testimonio de virtud.
-Sí, en que viviréis en Marsella, y yo iré a África, donde en lugar del nombre que he dejado, me crearé uno, honrando, el que he escogido.
El Parnasillo llenó su deber honrando la memoria del hermano en Apolo.
-¿Y a qué debemos el gusto de ver a ustedes tan temprano honrando esta casa -preguntó Carlos socarronamente cuando más tarde le fue posible hacerse oír.
Recuerda el noble anciano a su esposa, y honrando la memoria de sus cualidades, deja escapar melancólicos suspirillos.
Elige diariamente un pequeño número de comensales, graves sin afectación, ingeniosos sin descaro, festivos sin chocarrería, y que coman sin gula y beban sin embriaguez, honrando tu casa y celebrando tu mesa.
De suerte que, honrando y alabando a las damas, restauran la opinión perdida, pues tanto cuesta lo uno como lo otro, y lo demás es bajeza, y las damas sean cuerdas y recogidas, que con esto no habrán menester desengaños, que quien no se engaña, no tiene necesidad de desengañarse.
A la última hora de su jornada iba por las cristalinas esferas el rubicundo Apolo, recogiendo sus flamígeros caballos por llegar ya con su carro cerca del occidente, para dar lugar a su mudable hermana a visitar la tierra, cuando los caballeros y damas que la pasada noche se habían hallado en casa de la bien entendida Lisis, honrando la fiesta de su honesto y entretenido sarao, estaban ya juntos en la misma sala.
¡Oh, quien no la hubiera tenido para excusar tantas fortunas! Habló mi padre a Su Majestad, que, informado de que había sido en la guerra tan gran soldado, y que aún no estaban amortiguados sus bríos y valor, y la buena cuenta que siempre había dado de lo que tenía a su cargo, le mandó asistiese al gobierno de un tercio de caballos, con título de maese de campo, honrando primero sus pechos con un hábito de Calatrava, y así fue fuerza, viendo serlo el asistir allí, y enviar a Murcia por toda la hacienda que se podía traer, dejando la demás a cuenta de deudos nobles que tenía allá.
En segundo lugar, Pompeyo perseveró honrando a Sila mientras vivió, y después de muerto cuidó de su entierro, oponiéndose a Lépido, y con Fausto, hijo de aquel, casó su propia hija, y Agesilao alejó de sí y mortificó el amor propio de Lisandro bajo ligeros pretextos, siendo así que Sila no recibió menos favores de Pompeyo que los que dispensó a éste, cuando Lisandro hizo a Agesilao rey de Esparta y general de toda la Grecia.
Restituido de allí a casa, todavía se ganó más la afición y admiración de sus conciudadanos por su conducta y por su método de vida, porque no volvió nuevo de la tierra extranjera, como sucedía con los más de los generales, ni había mudado sus costumbres con las ajenas, mirando con fastidio y desdén las de la patria, sino que, apreciando y honrando las cosas del país tanto como los que nunca habían pasado el Eurotas, no hizo novedad en el banquete, ni en el baño, ni en el tocado de su mujer, ni en el adorno de las armas, ni en el menaje de casa, y aun dejó intactas las puertas, tan antiguas y viejas, que parecían ser las mismas que puso Aristodemo, diciendo Jenofonte que el canatro de su hija no tenía particularidad ninguna en que se diferenciase de los demás.
presidencia, honrando su casa y su patria.
Estaba en aquella sazón honrando a un grande personaje, tan cargado de espaldas como.

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