Ejemplos con hilaridad

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La hilaridad del film se debe en gran parte a la interpretación de Paolo Villaggio.
Don Lucas, protagonista inocente de cien tragedias, es el personaje central, ligado a la obra por una tenue fábula de amor, y rodeado por numerosas personas de su amistad, en quienes se realizan episodios casuales o fatales que crean en torno de Don Lucas una atmósfera de hilaridad o de terror.
Su estilo se caracteriza por una implacable mordacidad acompañada de una hilaridad que se declina hasta el absurdo.
El comandante del submarino que está en Portugalete se pasa el día en el refugio con una silla, provocando la hilaridad de cuantos se acogen a aquel lugar.
Debido a ello, Gaeru y su tripulación quemaron todo un cargamento, provocando que la tripulación, drogada, sufriera un ataque de hilaridad extrema que duró una semana y estuvo a punto de hundir el barco.
Miriam comienza entonces a sentirse atraída por el príncipe, pero en ese momento Santiago la ofende mediante una grandilocuente broma, y como resultado ella lo abofetea y abandona la cena entre la hilaridad general.
La nueva corriente encabezada por Lavín encontró detractores tanto en su propia coalición, como en algunos sectores de la Concertación, quienes ven casi con hilaridad los planteamientos del ex alcalde UDI.
El autor siempre defendió que el único motivo de la broma era la hilaridad de que Linus confundiera la noche de brujas con la Navidad.
Era muy común para él, con una palabra o frase, dejar a su interlocutor en suspenso, en espera de su próxima expresión, que casi siempre terminaba en reacciones de gran hilaridad o profunda reflexión.
Los disfraces satíricos y alusivos a sucesos de actualidad son motivo de hilaridad colectiva y causan gran expectativa cada año.
Sus obras señalaban que en ocasiones volvían enriquecidos, pero en la mayor parte de los casos habían ahorrado unos cuartos para presumir ante sus convecinos y solían presentarse con la indumentaria andaluza al uso, un modo de hablar seseante y postizo del que se reían los aldeanos y unas maneras aflamencadas que también solían ser motivo de hilaridad.
El padre de este artificio lingüístico, según la mayoría de los autores, es François Georges Maréschal, marqués de Biève, quien al parecer comenzó a explotar la hilaridad que en la corte de Luis XVI provocaban los continuos equívocos protagonizados por el conde de Kalemburg, embajador de Westfalia, debidos su escaso dominio de la lengua francesa.
Pinafore con hilaridad y boberías de sobra.
Pero el médico no podía calmar su hilaridad jocunda.
La luz enceguecedora llamaba su atención al principio, poco a poco sus ojos se animaban, se reían al fin estrepitosamente, congestionados por la misma hilaridad ansiosa, mirando el sol con alegría bestial, como si fuera comida.
Y le daba un nombre: tiburón, cangrejo, bacalao, ballena, según el aspecto caricaturesco de su persona, apodos que encontraban eco en la fácil hilaridad del público.
Y su hilaridad ganó a los demás, dispuestos de antemano a alegrarse con todo lo que alterase la vida uniforme de a bordo.
Pasado el primer acceso de hilaridad, admirábase Ojeda de la convicción con que hablaba su amigo del futuro negocio.
Lo querían del más caro para que constase bien su opulencia y lo gastaban a cajas, abriendo a golpes las botellas, riendo como niños cuando el líquido se derramaba por el suelo, mojándose unos a otros con la espuma, bebiéndolo en tanques y llenando a veces las palanganas para lavarse la cara con el precioso vino, despilfarro que a los postres nunca dejaba de producir hilaridad.
La situación de Jacobo no era para reír mucho, y apagóse bien pronto el arranque de hilaridad que le había producido aquella burla pacientísima que no podía ser de otro que de Diógenes.
Hízose el silencio aún más embarazoso y el geniecillo maléfico de la hilaridad comenzó a revolotear en torno de los comensales, como si a todos ocurriese que las plumas arrancadas a Jacobo salían del pellejo de Villamelón.
Castropardo sufrió otro acceso de hilaridad, y pudiendo apenas decir entre su risa ¡Pues tiene sombra la pregunta! , fue a contar al oído de la duquesa la ocurrencia de la colegiala.
La fundadora, atacada de una hilaridad convulsiva, se reía con toda su alma.
Fortunata no se rió más, ni Segunda dijo nada que excitase su hilaridad.
A la hora y media de tertulia, dio en celebrar con extrema hilaridad los donaires que Montes contaba.
Rompió a reír, a reír, y el Delfín tuvo que preguntarle muchas veces la causa de su hilaridad para obtener esta respuesta:
El bueno del ratón no podía ya entreabrir los labios para hablar sin que la hilaridad se desatase.
Marijuán reventaba de hilaridad.
En esto Calleja, que parecía tener gran autoridad entre aquella gente, se agarró al brazo de Elías, y exclamó, riendo con la desenfrenada hilaridad de la embriaguez:.

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