Ejemplos con guardara

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Belgrano envió varias proclamas a los paraguayos, invitándolos a pronunciarse por la revolución, pero Velasco ordenó que nadie guardara ninguno de los panfletos que se les habían enviado.
En ella me pusieron para que la guardara.
Desde ahí en adelante Julio Miralles comienza una etapa de exitosas presentaciones y performances para presentar sus trabajos literarios tomando como espacio propio el Palacio Astoreca en donde realizó una presentación por año incluyendo la poesía mezclada con música en vivo, actuación y elementos audiovisuales de los cuales son testigos sólo quienes asistieron, ya que Miralles siempre prohibió que se guardara registro de ellas.
Pasolini tenía muchos enemigos debido a su ideología, aunque también podría haber sido un individuo que le guardara rencor.
Al final me decían que me guardara Dios muchos años, y que patatín y que patatán.
Ella, que lo convirtió, que al morir de su mano realizó la obra de salvación a que se había consagrado cuando se unió a él, no podía querer que yo le guardara rencor.
¡Pues me gusta la salida! ¿Para que se lo guardara usted muy tapadito?.
—¡Ese dinero es de usted!—Yo no se lo dí para que me lo guardara.
Parecióme que el relente frío de las madrugadas no debía de sentarle bien, y así se lo dije, aconsejándole que se guardara de él.
Parece que contribuyó también a ello Escipión, que era entonces el principal y de mayor poder entre los Romanos, sin embargo, no faltaba quien le culpase de no haber salvado a Mancino ni procurado que se guardara a los Numantinos un tratado hecho por su deudo y amigo Tiberio.
Dio aviso a Cicerón de este intento Fulvia, una de las más ilustres matronas, yendo a su casa por la noche y previniéndole que se guardara de Cetego.
En esto, Parmenión le escribió desde el ejército previniéndole que se guardara de Filipo, porque había sido seducido por Darío con grandes dones y el matrimonio de su hija, para quitarle la vida.
A este tiempo, Mario, que tenía en Signio ochenta y cinco cohortes, provocaba a Sila a una batalla, y éste admitía gustoso el combatir en aquel mismo día, porque había tenido entre sueños esta visión: Parecióle que el viejo Mario, ya difunto tiempo antes, exhortaba a Mario, su hijo, a que se guardara del día que entraba, porque le traería un grande infortunio.
No pudo Fabricio sufrir semejante maldad, y, haciendo entrar en los mismos sentimientos a su colega, escribió sin dilación una carta a Pirro, previniéndole que se guardara de aquel riesgo.
No se limitaba su displicencia a los Griegos dados a la filosofía, sino que también a los médicos los miraba con ceño, y habiendo oído un dicho, según parece, de Hipócrates, que, siendo llamado por el gran rey con la oferta de muchos talentos, había respondido que por nada en el mundo asistiría a los bárbaros enemigos de los Griegos, decía que éste era un juramento común de todos los médicos, y encargaba al hijo que se guardara de ellos, porque él tenía escrito para sí y para todos los que en su casa asistían a los enfermos este precepto: que nunca había de guardar ninguno dieta, y se los habían de dar a comer legumbres y carnes tiernas, de ánade, de pichón o liebre, por cuanto este alimento era ligero y provechoso a los delicados, con sólo el inconveniente de que en los que usaban de él producía vigilias, y que con esta medicina y este método gozaba de salud él mismo y mantenía sanos a todos los de su familia.
Así, Calicrátidas, aunque hombre grande en todo lo demás, no tuvo razón en la respuesta que dio al Agorero, rogábale éste que se guardara de la muerte que le denunciaban las víctimas, y él le contestó que no pendía Esparta de uno solo: pues, peleando, navegando y siendo mandado, Calicrátidas no era más que uno, pero de general, tomando sobre sí la suerte de todos, ya no era uno sólo aquel con quien tan grandes intereses iban a perderse.
Quedó vencido por los demás votos, y hecho ya enemigo descubierto de Alcibíades, lo denunció secretamente a Antíoco, almirante de los enemigos, previniéndole que se guardara y precaviera de Alcibíades como de hombre que quería estar con unos y con otros, mas no sabía que el asunto iba de traidor a traidor: porque haciendo Antíoco la corte a Tisafernes, y viendo que para con él era el todo Alcibíades, manifestó a éste lo que Frínico le había comunicado.
- ¿O tampoco sabe usted que hoy no se puede promiscuar, reconcho? Pues ¿por qué mandé yo ayer que se guardara para mañana?.
Et otra perdiz que estava ý, más sabidora que ella, et que con su sabiduría se guardara de caer en la red, respondiól’ assí:.
Por vía de ensayo hubo una ocasión en que, mirándonos unos a otros y comprendiéndonos perfectamente, echamos la zarpa a los faldones del frac con ánimo de desgarrarlos, pero viéndolo su alteza, erizados sus pelos de coraje y apretando la badana contra nuestra frente hasta arrancarnos lágrimas de dolor, nos despojó de la prenda como indignos de usarla cada día, y mandó que se guardara, nueva siempre y entre esencias, para las grandes solemnidades.
y le dije yo a Cornias, después de recogerlas con mucho cuidado, que las guardara.
Cuando Andrés acabó de leer la carta, su único amparo al dejar su patria, y a vueltas de algunos halagüeños comentarios que se hicieron sobre aquélla, la pobre mujer, a quien ahogaba el llanto, mandó entrar en casa a su hijo para que su hermana le limpiara la ropa que llevaba puesta y se la guardara, mientras ella daba las últimas puntadas a una camisa.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba