Ejemplos con grave

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

This afternoon I went with the children to see Platero’s grave.
Cuando don Simón suspende, dos veces al día, sus tareas, sube al primer piso, y atravesando alfombradas estancias, alfombradas, así como suena, entra en un gabinete lujosamente amueblado también, y allí se cambia la bata por un elegante traje de calle, se quita el gorro de la cabeza, en la cual ocasión puede vérsela coronada por una calva nada aristocrática por cierto, y se pone el grave, reluciente sombrero de copa.
Las ideas, aun las más puras, son evaporaciones biológicas, vahos de la carne efímera, son como las nubes, que parecen nacidas del firmamento y exentas de la grave jurisdicción terrena, no obstante que de la tierra se desprenden y a la tierra tornan, y al volver la fecundan.
Además, no sé por qué, me tenía franca ojeriza, y no perdía oportunidad de recordarme en público la grave falta que yo había cometido.
ha parecido, no ya a la masa de los lectores, sino a los críticos más agudos y perspicaces, la más novela entre las novelas de Pereda, la mejor compuesta y aderezada, la más grave y madura en el pensamiento, la más apasionada en los momentos de pasión.
Y cuando estas tempestades no son metafóricas, cuando real y verdaderamente despliega el mar todas sus furias, y no por excepción, sino constante y diariamente, va educando el mar en los pueblos que le ciñen y sin cesar le hostigan y provocan a desafío, una raza tan entera, tan indomable y tan bravía como los mismos huracanes, cuyo rugido acaricia su sueño, tan áspera como las puntas de la costa, sin cesar invadidas, salpicadas y agrietadas por la deshecha espuma, tan amarga y tan acentuadamente salina en la voz y en los ademanes, como que la comunicaron su penetrante acritud las ondas mismas, tan avezada a mirar la muerte de frente, que ni cabe en su ánimo el temor pueril, ni la alegría insensata, ni el fácil y liviano contentamiento, sino una cierta melancolía resignada, un cierto modo grave, llano y sereno de mirar las cosas de la vida como si fuese palestra continua, en que el brazo se fortifica y se dilata el pecho, y la batalla se acepta cuando viene, sin provocarla estérilmente.
Pero ¡bueno estaba el Ministerio para pensar en tales fruslerías! Al desastre del empréstito había seguido otro no menos grave para los Ministros.
Distribuyóse todo convenientemente entre el mostrador y la anaquelería, sentóse Juana detrás del primero, muy grave y emperejilada, colocó Simón sobre la puerta principal, y mirando a la plaza, un letrero verde en campo rojo, que decía:.
Los tres pequeñuelos, graves y laboriosos, como si comprendiesen la grave situación de la familia, iban a gatas tras los cavadores, arrancando de los terrones las duras raíces de los arbustos quemados.
Teresa, mientras tanto, examinaba con rostro grave la compra de su marido, calculando detenidamente si aquello valía treinta duros, la hija buscaba diferencias entre la nueva bestia y el , de feliz memoria, y los dos pequeños, con repentina confianza, tirábanle de la cola y le acariciaban el vientre, rogando en vano al hermano mayor que los subiera sobre su blanco lomo.
Al pasar él junto a ellos, callaban, hacían esfuerzos para conservar su gravedad, aunque les brillaba en los ojos la alegre malicia, pero según iba alejándose, estallaban a su espalda insolentes risas, y hasta oyó la voz de un mozalbete que, remedando el grave tono del presidente del tribunal, gritaba:.
Su exterior grave delataba al niño que, acostumbrado a luchar con la miseria, es un hombre a la edad en que otros juegan.
Previo un sordo gruñido de sus intestinos de cobre, soltaba un repique de cien campanillas de timbre agudo y disonante, y luego con voz grave y solemne daba la hora: ¡tón! ¡tón! ¡tón!.
Enfrente el retrato del abuelito, el abuelo que muy grave y seriote parecía desarrugar el adusto ceño para sonreir a su nieto.
Para la festiva y bulliciosa señorita el amor era cosa muy grave y muy seria, con la cual no debía jugarse, sino algo, único en la vida, que se alcanza vivo, noble, duradero y dichoso, que asegura la felicidad o resulta malogrado, pasajero e infeliz, y al cual todo corazón bien puesto, toda alma elevada debe permanecer fiel en todos los instantes de la vida, hasta la hora de la muerte.
Tú no tienes dos dedos de frente, Remedios, cuando quieres resolver un problema grave, sales con tales patochadas.
¡Conflicto grave! Pero ¿qué hago yo en vista de esto? ¡Ay! no lo sabes tú bien.

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