Ejemplos con graciosa

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Uno abre el compartimiento de la lluvia y la hace caer sobre el mundo, otro se acerca a la llave de los truenos y la toca: ¡redoble espeluznante que turba el jugueteo y los pone en fuga! Pero vuelven otra vez y continúa la ronda graciosa, repitiéndose de nuevo las ruidosas travesuras cortadas por los truenos.
¿Lo conoce usted? La obra más fresca y más graciosa de Beethoven.
Comenzaba a acostumbrarse a la atmósfera de la taberna, encontrando cada vez más graciosa la porfía.
La graciosa sevillana paró en seco, y las dos niñas abandonaron el salón seguidas del tío, que se detuvo en la puerta del comedor sonriendo al ver el aspecto de la mesa.
Mientras tanto, las niñas de Pajares, las de López el famoso bolsista y otras amiguitas posesionábanse de los balcones, convirtiéndolos en pajareras con su charla graciosa y sus ruidosas risas.
La menor, Amparito, dieciocho años, linda cabeza de bebé, boca graciosa, hoyuelos en la barba y las mejillas, un puñado de rizos sobre la frente y ojos que en vez de mirar parecían sonreír a todo, revelando el inmenso contento de ser joven y que la llamasen bonita.
No era mi amor aquel amor de niño, tímido, vago, ensoñador, que me inspiró Matilde, cariño melancólico, nacido en un juego, alimentado por las predilecciones de una chiquilla graciosa y admirada, y breve y fugitivo en sus anhelos, dulce amor que dulcificó la vida del pobre estudiante, pálido fulgor de la aurora juvenil que inundó de reflejos primaverales los claustros solitarios de un colegio sombrío, amor que no conseguí arrancar de mi alma en muchos años, que aun suele estremecer mi corazón, porque ni atrevidos devaneos, lograron aniquilarle en mí.
¿Temes? ¿Por qué, mi dulce niña? ¿Sabes acaso que hace mucho tiempo me robó el corazón una chiquilla graciosa y bella? ¡Ah! Piensa que ese amor fué un delirio un sueño fugitivo, algo así como esos alcázares de nubes, palacios de plata que forma el viento de la noche en la serena inmensidad de los cielos, brillantes edificios que duran un instante, y luego se desvanecen, dejándonos ver un reguero de astros.
Y mientras tanto, escuchaba a Tónica, cuidando de ladear el paraguas para que la cubriera bien, y mirando al suelo, como encantado por el trozo de enagua blanca al descubierto y las pequeñas botinas que saltaban los charcos con una graciosa ligereza de pájaro.
En la plaza de la blasonada ciudad nada había variado: la Parroquia estaba intacta, igual, como la dejé diez años antes, con su graciosa cúpula de azulejos, su torre arruinada, abriéndose al peso de sus campanas ponderosas ,como decía don Románla yerba crecida en el cementerio, el frontis del templo, festonado con espontáneos helechos que a lo largo de las cornisas lucían sus palmas séricas, y coronaban con gallardos plumajes el susodicho blasón que los villaverdinos ponen en todas partes.
No tenía pulso para escribir, se manchaba de tinta los dedos y sudaba mucho, poniéndose sofocada y haciendo con los labios una graciosa trompeta en el momento de trazar el palote.
Si supiera ella qué bonita boca se le ponía al comérselas, no intentara enmendar su graciosa incorrección.
¿En dónde estaba? Pensando en esto, hizo una cortesía de respeto al gran Wagner, inclinando suavemente la graciosa cabeza sobre el pecho.
Cuando el tal Juanito entró en su casa, pálido y hambriento, descompuesta la faz graciosa, la ropita llena de sietes y oliendo a pueblo, su mamá vacilaba entre reñirle y comérsele a besos.
replicó él con puerilidad graciosa tomando el tono de un niño a quien arrullan.
Últimamente vivía con una tal Feliciana, graciosa y muy corrida, dándose importancia con ello, como si el mujeres fuese una carrera en que había que matricularse para ganar título de hombre hecho y derecho.

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