Ejemplos con gozándose

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Gozándose él en aquel asombro risueño, le contó:.
Un año anduvieron juntos, contemplando paisajes, viendo museos, visitando ruinas, cuyas sinuosidades y escondrijos aprovechaba Jaime para besar la nacarada piel de Mary, gozándose en sus auroras de rubor y en el gesto de enfado con que protestaba: La acompañanta, insensible como una maleta a las novedades del viaje, seguía la confección de un gabán de punto de Irlanda empezado en Alemania, seguido a través de los Alpes, a lo largo de los Apeninos y a la vista del Vesubio y del Etna.
¡Ingenua y graciosa Margalida! Febrer gustaba de hablar con ella, gozándose en el asombro que sus relatos de otras tierras y sus bromas, dichas con gesto grave, despertaban en su alma simple.
Junto a Tòni, en lo alto del buque, se sentía mejor Y con una bondad humilde que nunca había conocido su segundo, la bondad del dolor y la desgracia, hablaba y hablaba, gozándose en la atención de su sencillo oyente, como si relatase cuentos maravillosos ante un círculo de niños.
Es enorme nuestro río, ¿no? ¿Qué le parece, ?preguntaba con orgullo patriótico, gozándose de la estupefacción de Maltrana.
Calló un momento Isidro, gozándose en la curiosidad del doctor, que le escuchaba muy atento.
Fernando la examinaba a la luz del sol, gozándose con extraña crueldad en su desencanto, cada vez mayor.
Y al decir esto, sus ojos iban hacia Fernando, gozándose en su asombro por esta aventura inesperada.
Después de haberlos mirado otro rato, gozándose en su confusión, siguió doña Paula:.
Doña Paula la miraba con enternecimiento y sonreía gozándose en la felicidad que inundaba el corazón de su hija.
Caminaba sin prisa, tranquilamente, gozándose en respirar la frescura de aquella noche de verano.
Como todos le halagaban y le complacían, y no había capricho que no consiguiera ni falta que no le fuese perdonada, imperaba en aquella casa como soberano absoluto, como señor de vidas y haciendas, siempre dispuesto a hacer el mal, complaciéndose en atormentar a los animales que caían en sus manos, gozándose en insultar y calumniar a los criados, en burlarse de todos, y en repetir las palabras más soeces aprendidas en la calle o de labios de los cocheros.
Y Cuadros, furioso, iba de un extremo a otro del salón manoteando, gozándose cruelmente en pintar a su discípulo toda la grandeza de su ruina.
Dice que no es más diestro quien sabe vencer, sino quien acierta y aprovecha el instante de darse por vencido: y llegado aquel momento que, según un Santo Padre, sirve para renovar el mundo, no hay mujer que no le reconozca por señor, gozándose él en hacerles creer que le poseen cuando acaban de hacerle entrega de lo mejor que poseían.
Don Quintín, seducido por aquella idea de sabrosa venganza, miró a su querida, gozándose de antemano en la sorpresa que había de causarle y, tras larga pausa, habló tranquilo y sonriente:.
Pues no sabe usted lo mejorañadió Manolita, gozándose en el asombro de la otra, el cual más bien parecía espanto.
Unos escarbaban con palos para arrancar los pedruscos de sus terrosos alvéolos, otros, a fuerza de empujones, los iban acercando a la sima y, cuando conseguían dejarlos junto al borde del tajo, los impelían al abismo, gozándose en verlos desgajar raíces y partirse en mil trozos contra las paredes de roca.
Sentado en el sofá y con el sombrero puesto, Juan contempló aquel día todo lo que allí había, gozándose en la idea de que lo miraba por última vez.
Cuando rezaba se complacía en bajar y subir la expresiva mirada, como jugueteando con los párpados, gozándose en dar alternativamente luz y sombra a los que la rodeaban.
Así aquella ceguera abría sus párpados, gozándose en la desconocida luz.
Pidieron, en efecto, que se les diera de almorzar, y mientras lo hacían abajo, en la templada cocina, junto a un buen fuego, siguieron hablando del mismo asunto, y gozándose de antemano en los palos que habían de repartir.
Sin duda la dama moruna lo ignora todo, porque de lo contrario no me habría faltado un recadito, carta o mensaje discreto, que bien podría ser gozándose irónicamente en mis desdichas y cantándome el trágala.
Iba a continuar sus irónicas lamentaciones la marquesa, gozándose en el martirio de su amiga, pero ésta, levantándose airada,.
Ana se sentía caer en un pozo, según ahondaba, ahondaba en los ojos de aquel hombre que tenía allí debajo, le parecía que toda la sangre se le subía a la cabeza, que las ideas se mezclaban y confundían, que las nociones morales se deslucían, que los resortes de la voluntad se aflojaban, y viendo como veía un peligro, y desde luego una imprudencia en hablar así con don Álvaro, en mirarle con deleite que no se ocultaba, en alabarle y abrirle el arca secreta de los deseos y los gustos, no se arrepentía de nada de esto, y se dejaba resbalar, gozándose en caer, como si aquel placer fuese una venganza de antiguas injusticias sociales, de bromas pesadas de la suerte, y sobre todo de la estupidez vetustense que condenaba toda vida que no fuese la monótona, sosa y necia de los insípidos vecinos de la Encimada y la Colonia.
Petra insistió gozándose en la disimulada cólera de su ama.
pero matarlo imponiéndole mil muertes, que mil veces sufriera lo que él sufría, gozándose en atormentarlo, a fuego lento, a chuzazos, como por entre los postes de los corrales del alto, armado de un cortaplumas en los días de rabona, habíase solido pasar horas él, entretenido en chucear las reses embretadas!.
-Pues ¿cómo están allí? -preguntó Nieves gozándose en el bochorno de Leto.
Ya se activase, ya se adurmiese, causaba a Leonelo un dolor sordo, fijo, cual si una mano estuviese comprimiendo la víscera, sin estrujarla, gozándose en percibir y prolongar el sufrimiento.
-Pues sin rodeos, señorita -replicó don Sotero, gozándose de tener tan a la mano la ocasión de vengarse de la altivez con que la joven le había tratado-, necesito decir a usted que he visto tres veces, en muy pocos días, salir de esta honrada casa al hombre a quien arrojó de ella su difunta madre de usted, que conozco los propósitos que aquí le traen, y que, cumpliendo con el sacratísimo deber que se me ha impuesto, vengo hoy a tomar la única medida que está a mis alcances para dejar a salvo la responsabilidad de mi cristina conciencia.
Sonrióse la noticiera, y añadió, gozándose en el éxito de su noticia:.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba