Ejemplos con gentiles

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Exhorta en ella a los judíos a la penitencia, predice la ruina de Nínive y después de hacer terribles amenazas a Jerusalén, concluye con promesas consoladoras sobre la vuelta de la cautividad de Babilonia sobre el establecimiento de la nueva ley, sobre la vocación de los gentiles y sobre el progreso de la Iglesia cristiana.
En el libro de los Hechos de los Apóstoles se menciona que a los gentiles sólo se les debía enseñar el abstenerse de fornicación, de comer animal ahogado y de beber sangre.
Después de esto, Tenembaum deja Argentina, y no regresa por años, continuando su obra de la causa humanitaria, por ejemplo, buscando a gentiles que ayudaron a judíos durante la segunda guerra mundial.
Y, afirma que Jesús vino tanto para iniciar y completar la promesa del pacto para aquellos gentiles cuya sola conexión con el pacto es a través de él.
Todo, el piano y las gentiles y suaves voces y terminando con una nota favorable.
Y es el más alegre, pues no es amarga su conversación, ni dolorosa su convivencia, sino alegría y gozo Suma contra Gentiles, libro I, cap.
Posee una gran performance en la interpretación de muchos tipos de voces para diversos personajes, con la especialidad en caracteres gentiles y hermanas mayores.
En ese lugar se hicieron los preparativos para el éxodo de los pioneros, con el propósito de establecer, fuera de los Estados Unidos, un estado libre asociado, independiente del sistema federal y donde pudieran practicar su religión sin el acoso de los gentiles, es decir, de aquellos que no pertenecían a su iglesia.
Desde el punto de vista de los europeos, se creía que los isleños eran personas gentiles y graciosas.
Terminada la discusión del problema planteado por la actuación de San Pablo, al admitir a los gentiles en la Iglesia sin exigirles la circuncisión, se decide elegir entre los hermanos a los que han de acompañar a Pablo y Bernabé a Antioquía, para llevar el Decreto del Concilio y comunicar de palabra lo allí decidido.
Los Gentiles, gigantes de la mitología vasca, extranjeros, sabios y poderosos, que se supone vivían en lo alto de las montañas, podrían ser un recuerdo popular de esas antiguas élites.
Es casi seguro que el área en cuestión era La Corte de los Gentiles, una localidad en el masivo complejo del Templo seleccionada específicamente para el propósito de comprar animales para el sacrificio -y fuera de lo necesario- un lugar donde los peregrinos judíos podían cambiar la moneda extranjera por la moneda local apropiada.
Dióle muchas razones en contra, con su ánimo intrepido y valeroso el Padre Cardiel, poniendo por delante el valor y experiencia de aquella gente, los pertrechos que tenian de fusiles, pólvora y balas, la cobardia de todo indio, cuando halla resistencia, y finalmente, la causa tan de Dios que llevaban de su parte, que era la conversion de aquellos gentiles.
¡Figúrese usted! Yo mismo hube de procurarme la salvación, yo mismo, con la ayuda de Dios y de la mano de San Pablo, el apóstol de los gentiles, que no conoció a Cristo.
Hacemos voto de pobreza, es decir, nos libertamos, ya para siempre de la preocupación económica, y nos consagramos a la contemplación, a la predicación, a la caridad, ora pasiva, ora activa, mendigando y dando ocasión a los demás para que se muestren caritativos, como hace la Orden franciscana, o bien socorriendo y mostrándonos nosotros mismos caritativos, al estudio, a la enseñanza, a la misión apostólica y conversión de gentiles, a un sinfín de obras largas y duras, egoístas y a la par desinteresadas, que nos absorben de la mañana a la noche, gracias a que estamos seguros de que tenemos siempre una cama, aunque dura, so un techo, y la mesa, aunque sobria, aparejada a hora fija.
Hispano-América ya no es enteramente calificable, con relación a él, de tierra de gentiles.
Hay que reconocer que han estado muy gentiles.
El medallón principal ofrecía esmaltada, sobre un fondo de ese azul especial de la , la cara ancha, bonachona y tristota de Luis XVI, en torno, un círculo de medallones más chicos, presentaba las gentiles cabezas de las damas de la corte del rey guillotinado, unas empolvado el pelo, con grandes cestos de flores rematando el edificio colosal del peinado, otras con negras capuchas de encaje anudadas bajo la barbilla, todas impúdicamente descotadas, todas risueñas y compuestas, con fresquísima tez y labios de carmín.
Todos los días, al amanecer, saltaba de la cama Roseta, la hija de Batiste, y con los ojos hinchados por el sueño, extendiendo los brazos con gentiles desperezos que estremecían todo su cuerpo de rubia esbelta, abría la puerta de la barraca.
Había estado en diversas tierras de gentiles, difundiendo la luz del Evangelio, había pasado apenas creíbles trabajos, había arrostrado graves peligros, y aun había estado dos veces a punto de alcanzar una muerte tan cruel como gloriosa, no salvando la vida sino después de sufrir prolongado martirio.
—¡Ay desdichada de mí! Señor mio, decidme luego, sin tenerme mas suspensa: ¿conoceis el dueño dese sombrero? ¿Dónde le dejastes, o cómo vino a vuestro poder? ¿Es vivo por ventura, o son esas las nuevas que me envía de su muerte? ¡Ay bien mio, qué sucesos son estos! ¡Aquí veo tus prendas, aquí me veo sin tí encerrada, y en poder que, a no saber que es de gentiles hombres españoles, el temor de perder mi honestidad me hubiera quitado la vida!.
—Así será verdad, replicó Vidriera, pero lo que ménos ha menester la farsa es personas bien nacidas, galanes sí, gentiles hombres y de espeditas lenguas: tambien sé decir dellos que en el sudor de su cara ganan su pan con inllevable trabajo, tomando continuo de memoria, hechos perpetuos jitanos de lugar en lugar, y de meson en venta, desvelándose en contentar a otros, porque en el gusto ajeno consiste su bien propio: tienen mas, que con su oficio no engañan a nadie, pues por momentos sacan su mercaduría a pública plaza, al juicio y a la vista de todos: el trabajo de los autores es increible, y su cuidado estraordinario, y han de ganar mucho para que al cabo del año no salgan tan empeñados, que les sea forzoso hacer pleito de acreedores, y con todo esto son necesarios en la república, como lo son las florestas, las alamedas y las vistas de recreacion, y como lo son las cosas que honestamente recrean.
Juan no pasaba de veinte y seis, y adornaban esta buena edad con ser muy gentiles hombres, músicos, poetas, diestros y valientes: partes que los hacian amables y bien queridos de cuantos los comunicaban.
Los sepulcros de los gentiles fueron por la mayor parte suntuosos templos: las cenizas del cuerpo de Julio César se pusieron sobre una pirámide de piedra de desmesurada grandeza, a quien hoy llaman en Roma La aguja de San Pedro, al emperador Adriano le sirvió de sepultura un castillo tan grande como una buena aldea, a quien llamaron Moles Hadriani, que agora es el castillo de Santángel en Roma, la reina Artemisa sepultó a su marido Mausoleo en un sepulcro que se tuvo por una de las siete maravillas del mundo, pero ninguna destas sepulturas ni otras muchas que tuvieron los gentiles se adornaron con mortajas ni con otras ofrendas y señales que mostrasen ser santos los que en ellas estaban sepultados.
Los gentiles respondió don Quijote sin duda están en el infierno, los cristianos, si fueron buenos cristianos, o están en el purgatorio o en el cielo.
¿Qué les parece a vuestras mercedes, señores dijo el barbero, de lo que afirman estos gentiles hombres, pues aún porfían que ésta no es bacía, sino yelmo?.
Venían con ellos, asimesmo, dos gentiles hombres de a caballo, muy bien aderezados de camino, con otros tres mozos de a pie que los acompañaban.
Y también mandó otras cosas, tales, que los abades del pueblo dicen que no se han de cumplir, ni es bien que se cumplan, porque parecen de gentiles.
Cogido le tengo dijo Sancho: luego la fama del que resucita muertos, da vista a los ciegos, endereza los cojos y da salud a los enfermos, y delante de sus sepulturas arden lámparas, y están llenas sus capillas de gentes devotas que de rodillas adoran sus reliquias, mejor fama será, para este y para el otro siglo, que la que dejaron y dejaren cuantos emperadores gentiles y caballeros andantes ha habido en el mundo.

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