Ejemplos con genio

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La Juana, por el momento, no soltó prenda, pero ya casada, y así que sacó el genio, declaró que no se dejaba engañar por Belarmino, y que Angustias era una hija de tapadillo.
Este hombre desconcertante e inaudito, ¿es un humorista? ¿Es un genio lóbrego, en bruto, como la piedra diamante escondida en el seno de la tierra? ¿Es un loco? Y el buen Estudiantón se hacía un lío.
Todo esto lo ha hecho Pereda, mucho más porque su buen genio se lo decía, que porque se lo dictasen al oído sus paisanos y sus amigos.
Recuerda si en alguna ocasión te aconteció ser testigo presencial de cómo ese mismo objeto, la Rúa Ruera, suscitó duplicidad de imágenes e impresiones en dos observadores de genio contradictorio, y tú ahora amalgama aquellas imágenes e impresiones.
El músico se sentó ante el armónium, y durante largo rato hizo sonar el último lamento del genio, su queja dolorosa al transponer el umbral de la vida, no desesperada y temblona por el miedo a lo desconocido, sino de una melancolía varonil, que se sumerge en la eterna sombra con la confianza de que la nada roerá inútilmente su gloria.
Arriba continuaba la lamentación del genio ante la vida que se extingue.
Era el último lamento de Beethoven, el es preciso que cantaba el genio ante la muerte con una melancolía que causaba escalofríos.
Y lo mismo los que se aprovechaban de los inventos del genio humano, máquinas, etc.
Fueron la válvula de escape del genio nacional, pero esta primavera del arte fue efímera, y en mitad del siglo XVII sobrevino una decadencia grotesca y envilecedora.
No crea usted, tío, que es un cualquiera, dejando aparte su mal genio, resulta todo un hombre.
Lleva un perro rabioso agarrado a salva sea la parte, y por eso tiene ese genio insufrible.
Era necesario morir, siendo un genio, abandonar la vida cuando aún llevaba en la cabeza tantas sublimidades, pagar el tributo a la renovación humana, sin consideración a su majestad de semidiós.
La gran noche, Gabriel, ¡como quien dice nada! La de este tío feo, de este sordo mal genio que está escuchándonos.
El buen jardinero saludaba con igual entusiasmo al cárdena borbónico odiado de los reyes, que al prelado con patillas que hacía temblar a toda la diócesis con su genio acre y desabrido y sus arrogancias de revolucionario absolutista.
Sé que fue un sabio, un genio de la ciencia.
Iba al despacho del poderoso Morte, a aquella Meca de la fortuna, y sentía una inmensa extrañeza al ver que la gente no mostraba la menor impresión, que el cielo estaba azul, que todo se hallaba como siempre y no surgía la más leve señal exterior para hacer saber al mundo que el gran genio se había equivocado por primera vez aconsejando la baja.
Ahora, Tónica ya no encontraba tan insignificante a don Ramón y hasta creía ver en él cierta aureola de hombre de genio.
La muerte frita no figura entre los suicidios de los hombres de genio.
En la casa gozaba fama de genio violento, y hasta doña Manuela la trataba con ciertas reservas para evitar sus explosiones iracundas, pero fuera de esto era seductora, con su frescura de carnes a lo Rubens y las arqueadas líneas que a cada movimiento delatábanse bajo la blanca tela.
Él era informal, ligero, casquivano, tenía novias en los cuatro distritos de la ciudad, salía de noche para dar serenatas amorosas, y ella, bajo su exterior abobado de muchacha tímida y devota, ocultaba un carácter varonil, un genio insufrible, el mismo estallido de nerviosidad iracunda y atronadora que se manifestaba en el cuando le salía mal un negocio o un deudor se negaba a pagarle.
A cuenta que no es corto de genio, pero se espanta de las personas finas dijo Izquierdo empujándole hasta que Jacinta pudo cogerle.
Su máscara de misantropía y aquella displicencia de genio perseguido eran natural consecuencia de haber llegado al medio siglo sin encontrar su asiento, pues treinta años de tentativas y de fracasos son para abatir el ánimo más entero.
Yo le digo que no sea y que tenga genio, pero ya usted la ve.
Si algo expresaba era un genio muy malo y un carácter de vinagre, pero en esto engañaba aquel rostro como otros muchos que hacen creer lo que no es.
Y que tiene el genio blando este señor Ido.
Me metí más adentro y les dije cuatro frescas pero bien dichas ¡bonito genio tengo yo! ¡Pues creerán ustedes que les saqué dinero! Pásmense, pásmense la más desvergonzada, la que me salió con la escoba fue a los dos días a mi casa a llevarme un napoleón.
Baldomero era juicioso, muy bien parecido, fornido y de buen color, cortísimo de genio, sosón como una calabaza, y de tan pocas palabras que se podían contar siempre que hablaba.
En esto apareció en el extremo Oriente un nuevo artista, un genio que acabó de perturbar a D.
Hombre de elevadas ideas y de inmenso amor a la ciencia, hallaba su más puro goce en la observación y estudio de los prodigios con que el genio del siglo sabe cooperar a la cultura y bienestar físico y perfeccionamiento moral del hombre.
Su genio, su situación, su historia la reducían al papel secundario de levantar partidas.

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