Ejemplos con flechazo

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Combatieron con los indios que le salieron al paso y Juan de Acosta fue herido de un flechazo, pero al fin dominaron la situación y los españoles consiguieron abundantes suministros.
Pero su vida va a dar también un gran giro por culpa del flechazo que experimenta cuando conoce a Álex, el líder indiscutible de la clase.
Convertido en caballero de Diva casi contra su voluntad, sintió casi un flechazo por Saya al verla enloquecida en Vietnam.
En este episodio se revela como se conocieron Lois y Peter gracias a Margueritte Pewterschmidt, el tartamudear por nerviosismo de Peter, supuso un flechazo entre el y Lois,.
Fue entonces cuando se produjo el flechazo.
Chan parece haber un flechazo y Joe Wavern parece haber un flechazo Drago.
Ella siente un leve flechazo por Kitaro, al que ve como su único amigo.
Entre Laura y Javier inmediatamente surge el flechazo.
Gracias a este álbum Aurelia realizó su primera visita al archipiélago japonés, donde sufrió un flechazo a primera vista.
Durante esta época mantuvieron duros enfrentamientos con los indios de la costa sur de Panamá donde Pizarro recibió hasta siete lanzadas y Almagro perdió un ojo que le quebraron de un flechazo.
, Haik mata a Bel mediante un certero flechazo, y su ejército es derrotado.
Como Trejo suele ir en la avanzadilla, siempre será el primero que acometan los indios, en una de estas arremetidas, recibe un ponzoñoso flechazo en una pierna y estuvo a punto de morir.
Lejos de escucharlo, el que parecía jefe de los lobos, avanzó hacia ellos, pero Legolas lo mató con un certero flechazo en el cuello.
Cuatro indios arqueros se apostaron para herir a traición al capitán blanco que salía indemne de los combates, y un día que Ojeda avanzaba por la selva, extrañando la ausencia de enemigos, recibió un flechazo en un muslo.
Yo estoy segura de ello: tú has dado flechazo a D.
Doña Rita salió de la sala disparando este último y envenenado flechazo, y dio un fuerte golpe a la puerta para hacerlo aún más profundo.
Sin saber cómo, aquel nuevo flechazo trajo a la mente de Fortunata un pensamiento que en cierto modo se eslabonaba con la presencia de la niña.
»Apuntó bien, estiró el arco y largó el flechazo.
Jurósela Cupido, y, poniéndose en los ojos de la hija de otro capitán, grande amigo de don Pedro, llamado don Melchor, le tiró un flechazo que si le dexó para hombre, fue para hombre en sentir más.
Aparte de que en el amor soy partidaria del flechazo, y creo que se quiere o no desde la primera mirada, no tengo fe nunca en que un inferior nos ame.
-¿Que sí? ¿Que le ha dado flechazo? ¡Hombre, no seas exagerado!.
-¡Qué atrocidad! ¡Ni que le hubiese dado flechazo!.
Se acercaba a los setenta años y, sin embargo, tenía el cuerpo erguido y fuerte como el tronco de la chonta, su vista y oído eran perspicaces, y firmísimo el pulso: jamás erraba el flechazo asestado al colibrí en la copa del árbol más elevado, y percibía cual ninguno el son del tunduli tocado a cuatro leguas de distancia, en su diestra la pesada maza era como un bastón de mimbre que batía con la velocidad del relámpago.
Frente a frente las dos, separadas por la mesa, que un campo de Agramante parecía, con el azucarero volcado, las cucharillas dispersas, las tazas ennegrecidas interiormente por el poso del café, el mantel arrugado, se disparaban su ira con flechazo irónico, imitando a las mujeres de rompe y rasga que se injurian graciosas antes de venir a las manos.
Espectáculo era éste muy desagradable a los Macedonios, pero admirando en lo demás sus virtudes, creían que era preciso contemporizar algún tanto en obsequio de su gloria y de su gusto: pues sobre todo lo demás, habiendo recibido recientemente un flechazo en la pierna, del que cayó al suelo herido en el hueso de la rodilla, y sido lastimado segunda vez de una pedrada en el cuello, hasta el punto de haber perdido por largo rato la lumbre de los ojos, con todo, no dejaba de exponerse sin reserva a los peligros, así es que habiendo pasado el río Orexartes, que él creía ser el Tanais, y derrotado a los Escitas, los persiguió cien estadios, sin embargo de estar molestado por la diarrea.
y de un flechazo, al punto, quedaba atravesada.
Los amigos, al pronto, quedaron convencidos: flechazo, flechazo.
-Dame mi presa -ordenó con imperio, y, tendiendo la mano, asió por el ala, sangrienta del flechazo, al ave.

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