Ejemplos con fecundos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Aunque algunos historiadores hayan visto en Carlomagno al restaurador de la arquitectura romana, lo cierto es que los artistas y los elementos por él reunidos en su corte, y las relaciones que mantenía con los emperadores de Oriente, llevaban gérmenes fecundos de bizantinismo que se desarrollaron en sus obras.
Uno de sus más fecundos y significativos desarrollos fue el descubrimiento de una inusual comunidad botánica que está sindo protegida como Steven's Creek Heritage Preserve.
Funcionario en excedencia, fue uno de los más fecundos escritores de literatura popular o de kiosco española.
Gérard de Nerval fue durante toda su vida un espíritu atormentado que en los últimos años de su vida, los más fecundos, sufrió graves trastornos nerviosos, como trastorno bipolar, sonambulismo y esquizofrenia, lo que le llevó a temporadas en varios hospitales psiquiátricos, en donde, lejos de curarse, aumentaba su locura leyendo libros de ocultismo, cábala y magia, pero también escribiendo relatos.
Este fue uno de los períodos más fecundos en saqueos de tumbas reales, y todo hace sospechar un ambiente de pobreza general.
La teoría de los universos fecundos también llamada selección natural cosmológica de Lee Smolin supone la aplicación de criterios semejantes a los de la selección natural darwiniana a la cosmología, de suerte que el universo conocido podría ser el resultado de una evolución y una mutación de universos anteriores.
Viriato Díaz-Pérez es uno de los más fecundos maestros que tuvo el Paraguay durante casi medio siglo.
Regresó a Xalapa, donde pasó uno de sus periodos más tranquilos y fecundos.
Ea libertad y el estímulo de invención que supone la práctica del motete es uno de los más fecundos hallazgos de toda la historia de la música.
Las hembras son fecundas y pueden engendrar con ambas especies de padre, es decir con ganado o con bisonte europeo, y los machos de estos son fecundos.
Los primeros años de su vida como escritor son bastante fecundos.
Sus primeros años de sacerdocio fueron fecundos de actividad y celo apostólico.
Se ha observado más de una vez que las grandes evoluciones de la historia, las grandes épocas, los períodos más luminosos y fecundos en el desenvolvimiento de la humanidad, son casi siempre la resultante de dos fuerzas distintas y co-actuales, que mantienen, por los concertados impulsos de su oposición, el interés y el estímulo de la vida, los cuales desaparecerían, agotados, en la quietud de una unidad absoluta.
Aquella civilización puede abundar, o abunda indudablemente, en sugestiones y en ejemplos fecundos, ella puede inspirar admiración, asombro, respeto, pero es difícil que cuando el extranjero divisa de alta mar su gigantesco símbolo: la libertad de Bartholdi, que yergue triunfalmente su antorcha sobre el puerto de Nueva York, se despierte en su ánimo la emoción profunda y religiosa con que el viajero antiguo debía ver surgir, en las noches diáfanas del Ática, el toque luminoso que la lanza de oro de la Atenea del Acrópolis dejaba notar a la distancia en la pureza del ambiente sereno.
Y así Juan Jerez, a quien la Naturaleza había puesto aquella coraza de luz con que reviste a los amigos de los hombres, vino, por esas preocupaciones legendarias que desfloran y tuercen la vida de las generaciones nuevas en nuestros países, a pasar, entre lances de curia que a veces le hacían sentir ansias y vuelcos, los años más hermosos de una juventud sazonada e impaciente, que veía en las desigualdades de la fortuna, en la miseria de los infelices, en los esfuerzos estériles de una minoría viciada por crear pueblos sanos y fecundos, de soledades tan ricas como desiertas, de poblaciones cuantiosas de indios míseros, objeto más digno que las controversias forenses del esfuerzo y calor de un corazón noble y viril.
¡Adiós Cantón! ¡Adiós República ingenua y romántica, que a la Historia diste más amenidad que altos y fecundos ejemplos! Tu existencia duró seis meses y dos días.
En el tránsito de la turbulenta infancia de Isabel a su mayor edad, vemos aparecer la pléyade funesta: hombres de talento en gran número, de brillante exterior y fecundos en palabrería, enteramente vacíos de voluntad y de rectitud, en el sentido General.
Nada de dilatados raciocinios, nada de rodeos: pocos pensamientos, pero fecundos: pocas palabras, pero en cada una de ellas engastada una perla de inmenso valor.
Hé aquí hechos de conciencia, combínese uno cualquiera de ellos con el principio de contradiccion, y lo que antes eran intuiciones estériles, se desenvuelven en raciocinios fecundos que se dilatan a un tiempo por el mundo de las ideas y el de la realidad.
Entonces, ya no hay la intuicion de lo extenso, hay la percepcion de la extension en sí, entonces, comienza la reflexion sobre la idea, y su consiguiente descomposicion, de lo cual brotan como fecundos gérmenes algunos principios, que se desarrollan hasta lo infinito, formando ese inmenso árbol de ciencia que se apellida geometría.
Desvelados en el sueño y descuido de los que los padecen temerosos, y fecundos de fertilidad tan nociva, que la casa donde están la minan de suerte que no puede vivir en ella quien se contenta con cerrar los agujeros u espantarlos, y sólo puede habitarla quien, o se muda della, o los mata.
Pero ya lo dijimos: aun cuando los instrumentos vayan, no van con ellos las nuevas prácticas agrícolas que los hacen fecundos.
Estás en la edad de las violentas pasiones, y éstas son flores con espinas que no crecen en los terrenos cansados, buscan, al contrario, los vírgenes y fecundos para ahondar en ellos sus raíces empapadas en jugos venenosos y saludables a la vez.
Águilas y buitres cerniéndose sobre aquellas carnicerías espantosas, picachos desgajándose por sí propios para consumar la obra exterminadora de los valientes mesnaderos de los señores godos de Cantabria, cuevas sin fin, oscuras, de enormes antros, fríos y viscosos, repletos de moros y romanos descuartizados y hediondos, bosques inextricables en que se perdían la senda y la respiración, rocas tajadas sobre abismos insondables, gemidos de agonía entre gritos desaforados de libertad, valles risueños inundados de luz, danzas, cánticos y juegos en sus praderas rozagantes, y paz y abundancia en sus hogares rústicos, después, la nube negra cargada de rayos y pedriscos, pasando sobre ello empujada por el soplo de los hombres malos, arrasándolo todo, haciendo estériles los campos fecundos y trocando en odios y en guerras implacables y continuas, el amor y la paz que antes reinaban entre sus habitadores.
Pensé que si esta pareja de veteranos no anduviera siempre por lomas y valles, cuando el sol quema y cuando la lluvia cae, no habría tranquilidad en los campos españoles, y los fecundos predios serían lote de los rapaces.
Flores de todos los colores alfombraban la tierra: la primavera reinaba en los planteles y en los bosquecillos, los fecundos ríos crecían, rodaban los manantiales, y cantaba la brisa como una flauta, contestándole suavemente el céfiro, y esta canción del aire armonizaba toda aquella alegría.
Cuando ya el Kundalini llega a nuestra garganta florece en nuestros labios fecundos, hecho verbo.
Por ello dice nuestro Ritual: Sed tú Oh Hadit, mi secreto, el misterio gnóstico de mi ser, el punto céntrico de mi conexión, mi corazón mismo, y florece en mis labios fecundos hecho verbo.
Eran para ambos aspectos fecundos en recuerdos, la torre redonda, el fuerte de San Nicolás, la fonda de la ciudad de Puget, el puerto del muelle de ladrillo en donde los dos habían jugado en la niñez.
Los dos Egañas, organizadores ilustres de Chile, se inspiraron en Europa de sus fecundos trabajos.

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