Ejemplos con faena

Barrera fue ovacionado por la faena que hizo al primero y arrancó una oreja al que cerró la tarde.

La temporada comenzó sin conseguir rematar la faena en las Fallas de Valencia y sin lograr nada relevante en Sevilla y Madrid.

En medio de su faena se cayó y rodó hasta la mitad de una calle a la que llegaban las balas del combate.

Queniquea continuara siendo un pequeño pueblo a través de todo el siglo XIX, sus gentes se dedicaran a la faena del campo y a construir sus casas con tejas y paredes de tierra pisada, con grandes corredores, con amplios ventanales y un jardín amplio en el centro de esas Casonas, la gente se dedica con esmero a trabajar y a rezar a Dios.

Me senté junto a una mesa con unos libros, unos papeles, unas cachimbas, unos lentes, y presidiendo todos aquellos utensilios y accesorios de la faena intelectual, encerrado en un marquito de plata repujada, como relicario, una fotografía de mujer, que me incliné a mirar discretamente.

Y la aspiración más ardiente de ellos era el ver algún día a su Pepe así lo llamabanempleado en la misma faena policiaca que el viejo.

Un día, las vagonetas, al chocar unas con otras, aplastaban a un obrero: otro día saltaban de los rieles al bajar por el plano inclinado cayendo sobre un grupo encorvado ante el trabajo, que no recelaba la muerte traidora que llegaba a sus espaldas: los barrenos estallaban inesperadamente abatiendo los hombres como si fuesen espigas, llovían pedruscos en mitad de la faena, matando instantáneamente, y por si esto no era bastante, había que contar con los navajazos a la salida de la taberna, con las riñas en la cantera, con las disputas en los días de cobro, con la feroz acometividad de aquella inmensa masa ignorante y enfurecida por la miseria, en la cual vivían confundidos los que al salir de los penales de Santoña, Valladolid o Burgos no encontraban otro camino abierto que el de las minas de Bilbao, en las que se necesitaban brazos, y a nadie se preguntaba quién era y de dónde venía.

Los días de paga, muchos, al salir, miraban con ojos iracundos las ventanas del primer piso, como si fuesen a asomar a ellas los administradores que regateaban el precio de su faena, cercenándolo con multas y descuentos por tardanzas o descuidos en el trabajo.

Duró esta faena preparatoria más de una semana, sudando y jadeando la familia desde el alba a la noche.

Tía Pepilla arregló mi petaca en dos por tres, y concluída la faena me dijo cariñosamente, echándome los brazos:.

A poco principiaba Angelina su matinal faena.

Lo que desconcertó a Rubín cuando creyó concluida su faena, fue la aprensión de advertir que la hucha nueva no se parecía nada a la sacrificada.

¡Dios, con la faena que en ella había! Cuando llegó Rubín, a las doce, salió a abrirle su amiga con semblante risueño.

La compañera que Sor Natividad le dio en aquella faena era una en cuyo rostro se había fijado no pocas veces la neófita, creyendo reconocerlo.

Tornó a su faena dejando a la otra en la mayor confusión.

Divertido era este espectáculo, sobre todo cuando restallaban los airosos surtidores de las mangas de riego, y los chicos se lanzaban a la faena, armados con tremendas escobas.

Su obesidad no le impedía ser ágil y diligentísima en aquella faena.

Era el movimiento inicial del obrero que se aligera las manos antes de empezar una ruda faena, o del cavador que se las escupe antes de coger la azada.

Pues lo que yo necesito ahoraagregó Rubín terciándose el manteo sobre las piernas, y accionando como un hombre que necesita tener los brazos libres para una gran faena, es ver en usted señales claras de arrepentimiento y deseo de una vida regular y decente, lo que yo necesito ahora es leer en su interior, en su corazón de usted.

Al paso que adelantaba la faena, iban saliendo a luz las bellísimas facciones, dignas del cincel antiguo, coloreadas con la pátina del sol y del aire, y los bucles, libres de estorbos, se colocaban artísticamente como en una testa de Cupido, y descubrían su matiz castaño dorado, que acababa de entonar la figura.

Se atizan al cuerpo media olla de vino y despachan esta faena cantando.

De esta faena se encargó Nucha, bajo la dirección de Julián.

Y sin más explicaciones, emprendió otra vez su desmayada faena, manejando el azadón lo mismo que si pesase cuatro arrobas.

A las ocho y media varé junto a la primera baliza, y empezé la faena de sacar la embarcacion, habiendo arreciado el S.

A las dos de la tarde salio la embarcacion, y me hice a la vela, y volví inmediatamente a varar: tendí dos espias para salir, y habiéndola puesto a las tres en flote, me hice a la vela y volví a varar a las tres y media, a cuyo tiempo volví a la faena de sacarla.

A las cuatro y media de la tarde sacamos el barco de donde estaba varado, habiendo trabajado todo el dia en esta faena, a cuya hora me hice a la vela, y hice recoger la balizas.

Amaneció el viento al E bonancible y lloviendo, y empezé la faena de llevar las anclas.