Ejemplos con esplendoroso

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Molesto con ello, hizo llamar a su mayordomo, y como éste le respondiese que no habiendo ningún convidado creyó no querría una cena más abundante, le dijo : ¡Pues cómo! ¿No sabías que hoy Luculo cena con Luculo? Y a continuación se hizo servir un esplendoroso banquete que disfrutó él solo.
El Campanario, esplendoroso por su ubicación y sus excelentes vistas del Valle de Oca.
Según las fuentes escritas que se han conservado, el aspecto general de la ciudad antes de la Conquista cristiana debió ser esplendoroso: jardines en los que el agua de la antigua Laguna y de numerosos manantiales jugaría un papel predominante.
Gran creador de la música del Paraguay, que con su creatividad e inspiración, pinta el Paraguay profundo, un pueble solidario y sensible, cuyas heridas sufridas a lo largo de su historia son curadas con el esplendoroso canto de Gratitud a la Vida, al Amor, a la Esperanza, a los Sueños.
Cierto es que está vallado por montes gigantescos, pero no por ello creas que es lóbrego y sombrío, sino rutilante y esplendoroso de luz y de sol, ameno y fecundo, de verdor primaveral Aunque en la rígida pendiente de la montaña ni un solo rincón encontramos donde edificar, con la ayuda de Dios, el trabajo de nuestras propias manos y la precia de los artesanos, en muy poco tiempo allanamos un pequeño espacio donde pudimos edificar un breve remedo de claustro.
Sus calles conservan el aspecto del siglo XVII, momento más esplendoroso del pueblo, con algunas casas nobles, entre las cuales destaca la del Barón de Eroles.
Los Febrer hacia dos siglos que, olvidados del mardonde no quedaba comercio y sólo hacían la guerra pobres patrones e hijos de pescadores, se habían dedicado a imponer su nombre con un lujo esplendoroso, arruinándose lentamente.
Señores: Sean cuales fueren los motivos que a este penoso trance han conducido a los caballeros que tenemos la honra de apadrinar ya no puede ofrecer la menor duda que el honor de ambos ha quedado plenamente satisfecho, limpio de toda mácula, puro y diáfano como un día esplendoroso de sol.
No tenía de la aldea la holgura, ni la independencia, ni el horizonte, ni el aire puro, ni el sol esplendoroso, ni los aromas, ni el plácido aislamiento, pero sí sus miserias, sus , su escasez de recursos, su soledad, su desamparo, su pequeñez.
Frente a la chimenea, Guillermo II lucía uno de sus innumerables uniformes entre las rutilancias del marco dorado y esplendoroso.
Un cuello recto y esplendoroso remontábanse en él desde la corbata negra a las orejas.
Fernando, ante estos vestigios de la época del Imperio, evocaba en su imaginación el típico caballero del Brasil tradicional, tal como lo había visto en libros y grabados: galante en sus maneras, sentimental y poético como un lusitano, la cara enjuta y pálida, con ancha perilla, sudando bajo la levita negra y el cilindro lustroso del sombrero de copa, un quitasol bajo el brazo y unos pantalones blancos de hilo por toda concesión al clima de su país esplendoroso.
Hoy es plaza lo que ayer fue torre, lago lo que fue atalaya, cielo inconmensurable lo que fue astro esplendoroso.
Pero él lo consideraba de distinto modo: dentro del carro eucarístico representaría la duda y la negación ocultas en el interior de un culto esplendoroso por su pompa exterior, pero vacío de fe y de ideales.
Medio valle gozaba aún de los últimos esplendores del día, y allá detrás de la iglesia de San Juan, a espaldas de un molino, medio escondido entre los platanares y los izotes , en la curva más ancha y despejada del Pedregoso, los últimos rayos del sol trazaban una estela de plata, que partía de un foco esplendoroso, cuyas poderosas irradiaciones lastimaron mis pupilas.
Sol esplendoroso, piso seco, ambiente primaveral.
Restábale apénas una hora de sol a aquel esplendoroso dia, en el momento que nuestro héroe logró salir del laberinto de cumbres y barrancos que forma allí la gran cordillera, y descubrió a lo léjos el ámplio horizonte de su país nativo, su llana campiña, sus verdes viñedos y oscuros olivares y las conocidas siluetas de los remotos cerrajones que delimitan la comarca.
Sin embargo, aquella interminable planicie casi negra, cobijada por un cielo azul y limpio, é inundada de luz por un sol alegre y esplendoroso, no carecía de encanto y grandiosidad, a causa de su misma sencillez.
Cuanto esplendoroso puede dar la vida contemporánea, cuanto grande son susceptibles de engendrar el refinamiento del gusto y la sobra del oro, se reflejaba en la morada de los duques de Algalia.
El sol esplendoroso derramaba sobre el paisaje torrentes de colores y de vida, y él, sin embargo, veíase envuelto en una nube negra, preñada de horrores y tristezas, el campo no tenía matices ni aromas, los árboles no mecían su follaje ostentoso al blando soplo de la brisa, más bien gemían desnudos como si los fuera deshojando el cierzo de sus pesadumbres.
Hace tres horas que un esplendoroso crepúsculo luce en el remotísimo confín de los cielos.
¡He aquí los confines del Globo trocados en esplendoroso templo, en una capella ardente, en un sagrario de purísimo oro derretido!.
Nuestra desangrada y enflaquecida patria descansaba, pues, a la luz de aquel sol esplendoroso, como un convaleciente que abandona el lecho después de lidiar largo tiempo con la muerte.
¡Todo era bello y esplendoroso en aquella tarde que expiraba!.
No te advierto, porque ya lo supondrás, que este esplendoroso ornamento no sale más que por la noche, ni que, entonces, colocado en la mencionada solana del primer piso, se llama iluminación.
Todo este largo pasado que llevamos ya, el vivir en la primavera del año máximo y el columbrar un extenso porvenir, esplendoroso y fecundo, no debe, sin embargo, alegrarnos en demasía, ni menos ensoberbecernos.
-¡Oh, hijo descomunal y esplendoroso! ¡Bien decía yo que se adivinaban nuestras concupiscencias! Pues ya que no se harta tu corazón de desocuparse en el mío, sábete que no me vendría mal otro auxilio para finiquitar algunas deudas que hoy me cierran las puertas del sustento corporal, y hasta las del necesario descanso.
Primera y finalmente, que no me quisieron pasar una moneda de las que me dio tu esplendoroso corazón.
Llegó el momento de la selección, y todos los pájaros se presentaron ante Zeus, sin faltar por supuesto, la corneja con su esplendoroso plumaje.
:¡Oh, globo celestial, que esplendoroso.

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