Ejemplos con espesado

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Era entonces la estación del verano, a fines del mes Targelión, cuando ya el tiempo tocaba en el solsticio, y formando el río una densa niebla, al principio cubría con su oscuridad la ribera y nada podía verse enemigos, solamente llegaba al collado un eco indeterminado y confuso, causado a lo lejos por un ejército tan numeroso. Mas luego que los Corintios acabaron de allanar el collado, y que dejando los escudos empezaron a tomar aliento, levantándose ya el Sol y alzando del suelo los vapores, espesado y condensado el aire en la parte superior, cubrió las alturas, quedando libres los terrenos bajos, descubrióse entonces el Crimeso, y se vio que le estaban pasando los enemigos, primero con los carros ordenados en batalla de un modo terrible, y en pos de ellos con diez mil infantes cuyos escudos eran blancos. Conjeturóse que éstos eran Cartagineses por la brillantez de sus arreos y por el apiñamiento y orden de su marcha. Agolpábanse luego todas las demás naciones y emprendían el paso en desorden y confusión, lo que advertido por Timoleón conoció al punto que el río le proporcionaba tomar de la muchedumbre de los enemigos aquellos con quienes quisiera pelear. Ordenó, pues, que sus soldados que miraran la falange de los enemigos dividida por la corriente, habiendo pasado unos y estando otros por pasar, y mandó a Demáreto que con la caballería acometiese a los Cartagineses y desordenara su formación antes de verificarse. Bajó entonces al llano y encomendó a otros Sicilianos el mando de las dos alas, poniendo en cada una de ellas unos cuantos extranjeros, en el centro, tomando él mismo a los Siracusanos y lo más escogido de los estipendiarios, se paró por un breve instante para notar las operaciones de la caballería, mas viendo que los carros que discurrían delante de las filas no la dejaban venir a las manos con los Cartagineses, sino que muchas veces para no desordenarse la precisaban a hacer rodeos y dar en esta forma frecuentes acometidas, embrazando el escudo y gritando a los infantes que le siguiesen con denuedo, pareció que su voz fue mucho más fuerte y penetrante que de ordinario, bien fuese porque en aquel conflicto y con aquel calor se acrecentase efectivamente la voz, o porque algún Genio, según entonces lo creyeron muchos, le ayudase a gritar y gritase con él. Contestando aquellos inmediatamente al grito, y pidiéndole que los guiase y no se detuviese, hizo señal a la caballería para que acometiese por fuera de la línea de los carros y cargara por el ala a los enemigos, y él, cerrando la vanguardia, que se cubrió con los escudos, y dando orden de tocar a los trompetas, marchó para los Cartagineses.

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