Ejemplos con espectadores

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Según Lloyd Kaufman, cuando el trailer de la película fue presentado en el Festival Internacional de Cine de Cannes antes de la proyección de Tromeo and Juliet, casi la mitad de los espectadores abandonaron la sala a modo de protesta.
Juan del Águila dio un manifiesto al pueblo, explicando la causa de su llegada, pero la actitud de los irlandeses fue de meros espectadores, no hallando apoyo.
¡Bendito padre Garau! Encargado de exhortar y fortalecer a los reos, lo había visto todo de cerca, y se hacía lenguas de los miles y miles de espectadores que acudieron de los diversos pueblos de la isla para presenciar la fiesta, de las misas solemnes con asistencia de treinta y ocho reos destinados a la quema, del lujoso atavío de caballeros y alguaciles, jinetes en briosos corceles al frente de la procesión, y de la piedad del gentío, que prorrumpía otras veces en gritos de lástima cuando llevaban a la horca a un facineroso, y permanecía mudo ante estos réprobos olvidados del Señor En aquel día se mostró, según el docto jesuita, el temple de alma de los que creen en Dios y de los que le desconocen.
Febrer se encontraba con ellas frecuentemente: en la Pinacoteca, frente a los de Durero, en la Glicoteca, contemplando los mármoles de Egina, en el teatro rococó de la Residencia, donde cantaban las obras de Mozart, sala de otro siglo, con una decoración de porcelana y guirnaldas que parecía imponer a los espectadores el uso del tacón de púrpura y la peluca blanca.
Y en este momento, los estudiantes dieron suelta a las repulsivas aves nocturnas, las cuales, deslumbradas con la luz del petróleo, revoloteaban de uno a otro lado, chocando en el rostro de los espectadores.
Estas localidades son para los espectadores distinguidos, y las galerías y cazuela para la plebe.
Sed espectadores atentos allí donde no podáis ser actores.
Era hijo del picador que había en el pueblo, y mozo que por su figura podía ser el regocijo de los espectadores en un circo de acróbatas.
Los espectadores salen del teatro medio asfixiados, tanto por las múltiples emociones que en poco tiempo habían experimentado, como por los treinta y ocho grados centígrados que había en el local.
Los espectadores, acometidos súbito de una ardiente simpatía, se convertían en madres cariñosas para el hijo del Perinolo.
¿Quién es? ¿Quién es?se preguntaron unos a otros los espectadores y los altos dignatarios del escenario.
Para librarse del embarazo y temor que sentían, comenzaron a hablar con los espectadores de las primeras filas, a quienes podían divisar.
Algunos de los espectadores, los menos, se descubrieron también.
Los ojos de los espectadores, habituados ya a las tinieblas, veían perfectamente todo lo que pasaba a bordo.
Era con mucho la figura más elevada que salía del grupo de espectadores.
¿Dónde está?preguntaron varios de los espectadores del teatro sacándose los ojos por ver algo.
El pelotón de espectadores corrió por las calles en dirección al muelle.
Los espectadores seguían con extremada curiosidad sus vivos y acompasados movimientos.
Dígalo si no la familia que en este momento hace su entrada triunfal en uno de ellos y permanece en pie despojándose de los abrigos, mientras los espectadores divierten por un instante la vista de la escena y la fijan en ellos, hasta que se sientan.
Tiraban los bueyes penosamente, como si fuese a estallar la testuz bajo el yugo, esforzándose entre los gritos y los pinchazos de los conductores que los azuzaban coreados por sus partidarios, y cada vez que una piedra, con nervioso tirón, avanzaba algunos pasos, sonaba un clamoreo de los espectadores.
Los espectadores, contagiados por los del juego, se pasaban de mano en mano los jarros pagados a escote, y era aquello una verdadera inundación de aguardiente, que, desbordándose fuera de la taberna, bajaba como oleada de fuego a todos los estómagos.
Algunos espectadores estaban sentados en el suelo, con la mandíbula apoyada en ambas manos, la nariz sobre el borde de la mesilla y la vista fija en los jugadores, para no perder detalle del famoso suceso.
Los espectadores más inmediatos miraban los naipes a cada uno por encima del hombro para convencerse de que jugaba bien.
Cambió la escena de pronto, y la cascada, el precipicio y el torrente arrancaron un murmullo de admiración a los espectadores, que pocas veces habían contemplado en aquel género una obra de arte tan acabada y tan bella.
La vista de aquellos elegantes espectadores acabó de impacientar a Currita, y de tal modo se enardeció ante ellos su afán de exhibirse y singularizarse, que tiró del cordoncillo hasta descoyuntar el dedo del cochero, y sacó la cabeza por la ventanilla gritando:.
Tenían sus apasionados, que se encargaban de ocupar el cuarto sitio en la partida, y al llegar la noche, cuando la masa de espectadores se retiraba a sus barracas, quedábanse allí viendo cómo jugaban a la luz de un candil colgado de un chopo, pues era hombre de malas pulgas, incapaz de aguantar la pesada monotonía de esta apuesta, y así que llegaba la hora de dormir cerraba su puerta, dejando en la plazoleta a los jugadores después de renovar su provisión de aguardiente.
¡Hablar de arrendamientos y de pagas en aquel sitio, cuando entre actores y espectadores se había consumido el aguardiente a cántaros!.
Varios espectadores, que amenizaban el rato comiendo a dos carrillos.
Un buen hombre, el viejo buñolero de la Plaza, tuvo entónces una idea muy feliz, nacida de su deseo de conjurar el inminente conflicto, llamando hácia otro lado la atencion de Manuel y de los espectadores:.
—¡Padre mio! ¡la adoro!—exclamaba entretanto Manuel, incomunicado con los espectadores por el manteo de D.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba