Ejemplos con escatimándose

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Pericles ya desde joven se iba con mucho tiento con el pueblo, porque en la conformación del rostro era muy parecido a Pisístrato el tirano, y los más ancianos admiraban en él, cuando le oían hablar, lo dulce de la voz y la volubilidad y prontitud de la lengua por la misma semejanza. Siendo además expectable por su riqueza y su linaje, y teniendo amigos de mucho poder, de miedo del ostracismo ninguna parte tomaba en las cosas de gobierno, pero en las expediciones militares se acreditaba de valeroso y arriscado. Cuando ya murió Arístides, Temístocles fue condenado, y Cimón estaba constantemente con la escuadra fuera de la Grecia, se fue Pericles aproximando al pueblo, con tal arte que tomó la causa de la muchedumbre y de los pobres, en vez de la de los pocos y los ricos, no obstante que su carácter nada tenía de popular, sino que temeroso, a lo que parece, de caer en sospecha de tiranía, y observando que Cimón era aristocrático y muy preciado de lo mejor de la ciudad, se puso del lado de los muchos, tanto para labrarse su seguridad propia, como para formar contra éste un partido poderoso. Aun en lo relativo al método de vida tomó desde entonces otro sistema, porque parece que para él no había en la ciudad otro camino que el de la plaza pública y el consejo: ¡de tal modo dio de mano a los convites para festines y a toda clase de reunión y concurrencia! Así, en todo el tiempo que mandó, que fue muy largo, no se le vio concurrir a convite alguno en casa de ningún ciudadano, sino únicamente en la boda de su primo Euriptólemo, en la que estuvo hasta las libaciones, y luego se levantó. Porque las concurrencias llevan mal todo lo que es altivez, y es muy difícil en la familiaridad conservar aquella gravedad que da opinión. Mas en la verdadera virtud, lo más loable es lo que más se manifiesta al público, y en los hombres buenos nada hay tan admirable para los de afuera como lo es su vida cotidiana para los de su casa, pero éste, huyendo respecto del pueblo la relación continua y el fastidio, no se le presentaba sino como escatimándose, ni hablaba en todo negocio, ni siempre se mostraba al público, sino que, reservándose para los casos de importancia, como de la nave de Salamina, dice Critolao, las demás cosas las ejecutaba por medio de sus amigos o de oradores de su partido, de los cuales se dice que era uno Efialtes, que fue el que debilitó la autoridad del Areópago, escanciando a los ciudadanos, según expresión de Platón, una grande e inmoderada libertad, con la que el pueblo, como caballo sin freno, según que se lo echan en cara los poetas cómicos: No tuvo a bien mostrarse ya sumiso, sino morder osado a la Eubea, y hacer insultos a las otras islas.

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