Ejemplos con escaramujos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

En cuanto a la vegetación que habita estas riberas esta constituida por chopos, sauces, espadanales y carrizales con un sotobosque de gayubas, aligas y escaramujos así como tomillo, salvia y espliego.
Se la distingue de las rosas nativas americanas por sus grandes inflorescencias, dando múltiples flores y escaramujos, a veces más de una docena, mientras las spp.
Los escaramujos son indiferentes a las características del suelo y habitan en casi todo tipo de bosques, forman parte de los setos espinosos, matorrales, y ribazos, tanto en el litoral peninsular como de áreas secas del interior.
Por fuera lo fregábamos todas las semanas, y cuando recalábamos en alguna bahía conocida por el capitán, lo primero que hacíamos era raspar los fondos para quitarles algas, hierbas y escaramujos que, principalmente en los mares tropicales, se adhieren en tal cantidad que dejan los fondos como una selva.
La claridad lunar, melancólica, que parecía traer a los oídos murmullos de consejas, alumbraba el país, dando su verdadera forma a la vegetación enana, chaparros, enebros y escaramujos, y a la más corpulenta de hayas y encinas, algunas de silueta extravagante.
A lo mejor, grandes doseles de granito con lambrequines de zarzas y escaramujos raspándome la cabeza, mientras que por el lado derecho me punzaban las espinas de los escajos, y el más ligero resbalón de mi cabalgadura podía lanzarme a las simas de la izquierda.
Luz se hubiera contentado con muchísimo menos: con un pedacito del mundo, precisamente de la parte de él más desdeñada de las gentes mundanas, algo así como cuadro de primavera campestre: praderas rozagantes, copudos robles, matas de rosales, senderos blandos y retorcidos entre los árboles y los rosales y las praderas, un sol cernido a través de las espesuras, fuertes contrastes de luz y sombra, rumor de brisas en el follaje y de aguas fugitivas entre márgenes de madreselvas y laureles bravíos, pájaros cantadores, y en lo alto, pero no lejos del río, sobre una base de roca blanquecina medio envuelta entre carrascas, hiedras y escaramujos, una casita, no como la choza rústica y grosera de los idilios, no tanto: podía ser un chalet muy cómodo y muy lindo, hasta con su salita de estudio y un buen piano en ella, y un terradillo desde el cual se descubriera una gran parte del panorama y se entrara en tentaciones de recorrer lo que no se veía.
¡La misma sonrisa de allá, la misma expresión de ansias bien satisfechas, en los ojos, el mismo andar que cuando iba hacia la roca blanquecina medio envuelta entre carrascas, hiedras y escaramujos! Si Luz hubiera estado entonces sola en su azotea, habría bajado de ella en seguida para salirle al encuentro, pero no estaba sola, ni en la azotea, y esperó a que llegara él.
La claridad lunar, melancólica, que parecía traer a los oídos murmullos de consejas, alumbraba el país, dando su verdadera forma a la vegetación enana, chaparros, enebros y escaramujos, y a la más corpulenta de hayas y encinas, algunas de silueta extravagante.

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