Ejemplos con entretienen

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Es de destacar la que lo muestra jugando al senet, mientras otros personajes se entretienen con el juego de la serpiente.
Son jóvenes hermosos que se entretienen con sus caballos y practican el tiro con arco.
Los scrins son una raza altamente evolucionada pero no obstante sus ejércitos se entretienen realizando matanzas, genocidios, profanando cadáveres y provocando extinciones en masa.
Según se dice, son mujeres de extraordinaria belleza, con una larga cabellera rubia que se entretienen en peinar junto al agua, que muchas veces usan como espejo.
Pero tampoco en Los Ángeles estaba su reposo, y no paró hasta tres cuartos de hora más allá, en el pueblo de Hollywood, donde se fabrican la mayor parte de los que entretienen a la humanidad presente.
¿Qué hacía allí esperando? ¿Alguna nueva aventura que le deparaba su buena suerte? Y la sonrisa de todas ellas tenía algo de grave: una sonrisa de personas mayores que conocen el verdadero significado de la vida y sienten conmiseración ante los ilusos que aún se entretienen con frivolidades.
Lo hay en esas fondas silenciosas, con comedores que se abren de tarde en tarde, solemnemente, cuando por acaso llega un huésped, en esos cafés solitarios donde los mozos miran perplejos y espantados cuando se pide un pistaje exótico, en esos obradores de sastrería que al pasar se ven por los balcones bajos y en que un viejo maestro, con su calva, se inclina sobre la mesa, y cuatro o seis mozuelas canturrean, en esas herrerías que repiquetean sonoras, en esos conventos con las celosías de madera ennegrecidas por los años, en esas persianas que se mueven discretamente cuando se oyen resonar pasos en la calleja desierta, en esas comadres que van a los hornos con sus mandiles rojos y verdes, o en esos anacalos que van a recoger el pan a las casas, en esas viejas que os detienen para quitaros un hilo blanco que lleváis a la espalda, en esos pregones de una enjalma que se ha perdido o de un vino que se vende barato, en esos niños que se dirigen con sus carteras a la escuela y se entretienen un momento jugando en una esquina, en esas devotas con sus negras mantillas que sacan una enorme llave y desaparecen por los zaguanes oscuros.
Dejémonos quitar a nuestros verdaderos Reyes, dando crédito a la malicia de que aquí los príncipes se entretienen en vestir y desnudar al Niño Jesús.
Los más se marean, y la horrorosa molestia del mar la combaten comiendo, algunos, desde la borda, se entretienen en pescar.
Una de aquellas noches de los dúos forzosamente castos, con reservas mentales, abrió ella la puerta, pasó él, y sentados en el sofá lo más cerca que permitían el pudor y el respeto, comenzaron la cantata mil y tantos diciéndose esas eternas frases juntamente dulzonas, picarescas, inocentes, maliciosas, arteras, ingenuas, sinceras y mentidas, muchas veces estúpidas, pero siempre gratas, con que se entretienen y engañan los amantes mientras se prepara la catástrofe del drama a que la Providencia les tiene predestinados.
Ellas se entretienen oyéndole contar sus aventuras.
Como duermen juntas las tres en una misma alcoba, se entretienen de noche contándose historias en voz baja.
—No es malo, dijo el paje, pero el ser poeta a solas no lo tengo por muy bueno: hase de usar de la poesía, como de una joya preciosísima, cuyo dueño no la trae cada dia, ni la muestra a todas gentes, ni a cada paso, sino cuando convenga y sea razon que la muestre: la poesía es una bellísima doncella, casta, honesta, discreta, aguda, retirada, y que se contiene en los límites de la discrecion mas alta: es amiga de la soledad, las fuentes la entretienen, los prados la consuelan, los árboles la desenojan, las flores la alegran, y finalmente, deleita y enseña a cuantos con ella comunican.
¿Quiéreslo ver mas claro? Considera en qué vanas cosas y en cuán tontos puntos dijo la Camacha que consistia nuestra restauracion, y aquellas que a tí te deben parecer profecías no son sino palabras de consejas o cuentos de viejas, como aquellos del caballo sin cabeza, y de la varilla de virtudes, con que se entretienen al fuego las dilatadas noches del invierno, porque a ser otra cosa ya estaban cumplidas, si no es que sus palabras se han de tomar en un sentido, que he oido decir se llama alegórico, el cual sentido no quiere decir lo que la letra suena, sino otra cosa, que aunque diferente, le haga semejanza, y así, decir:.
Mirad, hermano tornó a decir el cura, que no hubo en el mundo Felixmarte de Hircania, ni don Cirongilio de Tracia, ni otros caballeros semejantes que los libros de caballerías cuentan, porque todo es compostura y ficción de ingenios ociosos, que los compusieron para el efeto que vos decís de entretener el tiempo, como lo entretienen leyéndolos vuestros segadores, porque realmente os juro que nunca tales caballeros fueron en el mundo, ni tales hazañas ni disparates acontecieron en él.
Ociosos, solterones por lo común, egoístas hasta la pasión, sin otro afecto que el que constituye su monotonía, estos hombres, que no sueltan de la boca la palabra patria y que dejan un momento en paz a los Gobiernos que rigen sus destinos, sólo la aman por lo que les entretienen los disturbios que la agobian.
se entretienen las mujeres?.
No por obra de ningún diablejo de aquellos que, en opinión de don Alejandro Bermúdez, se entretienen en llevar por los aires chismes y cuentos de oído en oído, levantando los tejados o colándose por los resquicios de las puertas, sino por una prosaica y vulgar coincidencia, se despertaba Nieves en su lecho en el mismo instante en que volvía a dormirse en el suyo el hijo del boticario de Villavieja.
Declaró que al hablar así no poseía ni el menor dato en qué fundar mis suposiciones, y que todo el mundo se burló de mi fantasía novelesca, y me declaró apto para componer folletines de los que entretienen a las porteras y quitan el sueño a los dependientes de ultramarinos.
-¿No la entretienen ya sus leones, lady Windermere? -¡Oh amiga mía! Los leones no sirven más que para una temporada.
Cuando se da a cada palabra su sentido, a cada idea su valor, encuentra el público una mina de sensaciones que le ocupan y le entretienen y hacen desaparecer el tiempo, bien así como un cuarto de hora pasado en compañía de un necio o de una vieja regañona puede parecer un siglo al mismo hombre a quien se le hace corto un día entero transcurrido al lado de su amada o en buena sociedad.
Alguno de los que se entretienen en poner letreros en las paredes había escrito, sin embargo, con yeso en una esquina, que no parecía sino que se estaba saliendo, aun antes de borrarse: ''Gobernación.

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