Ejemplos con entero

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

A mediodía, cuando el sol quema más, el pueblo entero empieza a humear y a oler a pino y a pan calentito.
Mas en lugar de volver directamente a casa, hicieron los tres un rodeo por París, y con la disculpa de que el padre deseaba resarcir a su hija de la larga reclusión en que la había tenido, estuvo la madre un invierno entero su civilización en la capital de Francia, escuela que no desaprovechó el marido para tomar nuevas tinturas de.
¿Qué podía ser esto, sino que el espíritu del difunto montaba en cólera contra el profanador de sus restos mortales? Pero Novillo, con ánimo decidido y corazón entero, afrontaba estas escalofriantes escaramuzas con lo sobrenatural y suprasensible, con tal de no aparecer calvo y desdentado a los ojos de Felicita.
Aquellos hombres, que habían visto sin alarmarse, durante muchos años, cómo cundían y se propagaban ciertas tendencias , y cómo se iba rebajando poco a poco el carácter nacional, corrompiendo aquel conjunto de cualidades que un día hicieron del tipo español el modelo proverbial de los caballeros , aquellos hombres, digo, que habían visto todo esto y mucho más, sin temblar por el día siguiente, observaron una vez que las predicaciones, que las tolerancias, que las concesiones, que toda aquella política de que encomiaban a destajo y en la cual creían sin conocerla, estaba dando ya sus frutos naturales y lógicos, que aquellas por las que nada habían hecho ellos nunca, y de las que jamás se habían acordado sino para explotar su trabajo a cambio de un mezquino pedazo de pan, se alzaban imponentes, en virtud de las alas que les prestara una libertad mal entendida, que aquella , como ellos llamaban a la multitud desheredada cuando ésta era dócil, se aprestaba, con la tea en la mano, a imponerse al mundo entero y a transformar, en un instante dado, el modo de ser de la familia y de la sociedad.
De sus labios estaría pendiente el Congreso entero, unas veces convencido, otras veces indignado, pero siempre bajo la influencia poderosa de aquel chorreo de elocuencia.
Se abre un segundo telón, se verá aparecer en el fondo, iluminado fantásticamente, un busto de CERVANTES, a cuyo lado izquierdo se halla una estátua de cuerpo entero de RIZAL, coronándolo.
Sea él el premiado, pues creo, como cree el Olimpo entero, que ninguno se ha hecho más acreedor a nuestras simpatías.
Se dirigían todos a casa de , para ver de cerca la famosa porfía de con los hermanos , dos malas cabezas lo mismo que el marido de Pepeta, que habían jurado igualmente odio al trabajo y pasaban el día entero en la taberna.
La enfermedad había quebrantado aquel carácter entero, férreo, como de una pieza.
¡Buena suerte y que saliese pronto de cuidado! Y los dos viejos, que sólo necesitaban unas cuantas copas para ser dueños de la , de la plaza y del mundo entero, metiéronse en el cafetín a continuar la obra.
El lomo de cerdo, con las primeras habas de la cosecha, tiernas y jugosas, formando un puré, cuyo olorcillo causaba en el estómago una sensación voluptuosa, los lagostinos, con casaquillas de escarlata y la puntiaguda caperuza, doblándose como rojos sobre un lecho de excitante salsa, los pollos, despedazados, hundidos en el rosado caldo del tomate, y después las rodajas de salchichón a centenares, un jamón entero cortado en gruesas lonjas, y una enorme pirámide de huevos cocidos, con la cáscara teñida de rojo o amarillo, todo con una abundancia capaz de anonadar al estómago más animoso.
Juanito tenía presente los enormes monos trepando por un tronco, con el lomo apelillado y calvo, y los pájaros vistosos, a quienes no se podía quitar el polvo sin que cayesen las plumas, adquisiciones de almoneda, que convertían en un arca de Noé el gran salón, con su techo al fresco, donde jugueteaban amorcillos descoloridos y macilentos por la pátina de un siglo entero, y con sus enormes consolas doradas sobre las cuales se ostentaban grupos de frutas contrahechas, uvas y melocotones, cuya cera perdía los vivos colores bajo la capa de los años.
Tú tambiéncontinuóestás algo tocado de ese afán de hacerte rico, aunque sea arruinando al mundo entero.
Voy a la tienda y veo si hay gente, si hay movimiento, echo una guiñada al cajón, me entero de si el chico que va a cobrar las cuentas trae , sermoneo al principal, le doy consejos, le recomiendo que al que paga no le crucifique.
La quiero tantodijo sin mirar a su tía, y encontrando palabras relativamente fáciles para expresar sus sentimientos, la quiero tanto, que toda mi vida está en ella, y ni ley ni familia ni el mundo entero me pueden apartar de ella Si me ponen en esta mano la muerte y en esta otra dejar de quererla y me obligan a escoger, preferiré mil veces morirme, matarme o que me maten La quise desde el momento en que la vi, y no puedo dejar de quererla, sino dejando de vivir de modo que es tontería oponerse a lo que tengo pensado, porque salto por encima de todo y si me ponen delante una pared la paso ¿Ve usted cómo rompen los jinetes del Circo de Price los papeles que les ponen delante cuando saltan sobre los caballos? Pues así rompo yo una pared si me la ponen entre ella y yo.
Y ahora resulta que hace meses sostiene a una mujer, y se pasa el día entero con ella y Vamos, yo tengo que ver esto para creerlo Y otra cosa: ¿cómo se las arreglará para mantenerla? La hucha está allí con su peso de siempre.
Era el retrato de Ayún, de cuerpo entero y tamaño natural, dibujado y pintado con dureza, pero con gran expresión.
Poco a poco iban llegando los amigos, aquellos hermanos de su alma, que en la soledad en que Plácido estaba le parecían algo como la paloma del arca, pues le traían en el pico algo más que un ramo de oliva, le traían la palabra, el sabrosísimo fruto y la flor de la vida, el alcohol del alma, con que apacentaba su vicio Pasábanse el día entero contando anécdotas, comentando sucesos políticos, tratando de tú a Mendizábal, a Calatrava, a María Cristina y al mismo Dios, trazando con el dedo planes de campaña sobre el mostrador en extravagantes líneas tácticas, demostrando que Espartero debía ir necesariamente por aquí y Villarreal por allá, refiriendo también sucedidos del comercio, llegadas de tal o cual género, lances de Iglesia y de milicia y de mujeres y de la corte, con todo lo demás que cae bajo el dominio de la bachillería humana.
Jacinta iba todos los martes y viernes a pasar el día entero en casa de Barbarita, y esta no tenía inconveniente en dejar solos largos ratos a su hijo y a su sobrina, porque si cada cual en sí tenía el desarrollo moral que era propio de sus veinte años, uno frente a otro continuaban en la , muy lejos de sospechar que su destino les aproximaría cuando menos lo pensasen.
El temerario contrabandista, no obstante, hubiera deseado tener un mal encuentro para probar al mundo entero que era hombre capaz de arruinar la si se lo proponía.
Su máscara de misantropía y aquella displicencia de genio perseguido eran natural consecuencia de haber llegado al medio siglo sin encontrar su asiento, pues treinta años de tentativas y de fracasos son para abatir el ánimo más entero.
Todos los años compraba un billete entero, por rutina o vicio, quizás por obligación, como se toma la cédula de vecindad u otro documento que acredite la condición de español neto, sin que nunca sacase más que fruslerías, algún reintegro o premios muy pequeños.
No le abandonaría ya, aunque su marido, su suegra y el mundo entero se rieran de ella y la tuvieran por loca y ridícula.
No ganaba un cuarto, con el mundo entero armaba camorra, y todo el veneno que iba amasando en su maldecida alma, por la mala suerte, lo descargaba sobre su querida En fin, vida más arrastrada no la había pasado ella nunca ni esperaba volverla a pasar Con el dinero que Juanito Santa Cruz les dio, cuando estuvieron en Madrid y se murió el niñito, hubiera podido el muy bestia de Juárez arreglar su comercio, pero ¿qué hizo? Beber y más beber.

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Ariiba