Ejemplos con do

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

I do not like oranges, but I like grapes.
Y como ella llevaba puesta la mira en buscar la casa del padre de Andres, sin querer detenerse a bailar en ninguna parte, en poco espacio se puso en la calle do estaba, que ella muy bien sabia: y habiendo andado hasta la mitad, alzó los ojos a unos balcones de hierro dorados, que le habian dado por señas, y vió en ella a un caballero de hasta edad de cincuenta años, con un hábito de cruz colorada en los pechos, de venerable gravedad y presencia, el cual apénas tambien hubo visto la Jitanilla, cuando dijo:.
Canción desesperada, no te quejes cuando mi triste compañía dejes, antes, pues que la causa do naciste con mi desdicha augmenta su ventura, aun en la sepultura no estés triste.
Conocíle, admiréme y alegréme, él me miró a hurto de mi padre, de quien él siempre se esconde cuando atraviesa por delante de mí en los caminos y en las posadas do llegamos, y, como yo sé quién es, y considero que por amor de mí viene a pie y con tanto trabajo, muérome de pesadumbre, y adonde él pone los pies pongo yo los ojos.
Ésta sí será letura digna del buen entendimiento de vuestra merced, señor don Quijote mío, de la cual saldrá erudito en la historia, enamorado de la virtud, enseñado en la bondad, mejorado en las costumbres, valiente sin temeridad, osado sin cobardía, y todo esto, para honra de Dios, provecho suyo y fama de la Mancha, do, según he sabido, trae vuestra merced su principio y origen.
Y si de su Amadís se precia Gaula, por cuyos bravos descendientes Grecia triunfó mil veces y su fama ensancha, hoy a Quijote le corona el aula do Belona preside, y dél se precia, más que Grecia ni Gaula, la alta Mancha.
Yo no creo nada deso respondió Sancho, pero, con todo, haré lo que vuesa merced me manda, aunque no sé para qué hay necesidad de hacer esas experiencias, pues yo veo con mis mismos ojos que no nos habemos apartado de la ribera cinco varas, ni hemos decantado de donde están las alemañas dos varas, porque allí están Rocinante y el rucio en el propio lugar do los dejamos, y tomada la mira, como yo la tomo ahora, voto a tal que no nos movemos ni andamos al paso de una hormiga.
Dueñas tiene mi señora la duquesa en su servicio, que pudieran ser condesas si la fortuna quisiera, pero allá van leyes do quieren reyes, y nadie diga mal de las dueñas, y más de las antiguas y doncellas, que, aunque yo no lo soy, bien se me alcanza y se me trasluce la ventaja que hace una dueña doncella a una dueña viuda, y quien a nosotras trasquiló, las tijeras le quedaron en la mano.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba