Ejemplos con ditirambo

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

- Gonzalo Suárez realiza su excelente Ditirambo.
Al parecer, la obra estaba compuesta originalmente por dos partes: de que más tarde se hablará de la comedia y del ditirambo, siendo que sólo se encuentran referencias menores a estos géneros.
Los diarios oposicionistas, por el contrario, soltaban, ocupándose del suceso, todos los registros de sus respectivas trompeterías, prorrumpiendo en gemidos o gritos de horror, según les soplaba el viento, a la elegía o al ditirambo.
El pueblo, alimentador de los teatros, no comprendía el alto ditirambo de griegos y romanos, y al mismo tiempo, ningún poeta acertaba a poner héroes españoles en la escena.
Aquí pensaba yo lucirme describiendo las bellezas naturales de la isla, sus antiguallas, sus famosas ciudades, como Gnosos y Gortina, los vestigios del Laberinto donde estuvo encerrado el Minotauro, los esquivos lugares en que los dáctilos y los curetes bailaban sus danzas guerreras en torno del futuro monarca de los hombres y de los dioses, la sagrada caverna en que durmió su sueño secular Epiménides, y el punto en que se embarcó Ariadna con el falaz e ingrato Teseo, que luego la abandonó en Naxos, de donde la sacó en triunfo el dios Ditirambo con toda aquella comitiva estruendosa de faunos y de ménades, que tan gallardamente nos describen los poetas.
Y el eco se llevó aquel himno, mezcla de gemido, ditirambo y carcajada, y como ya la noche oscura y fría había entrado, el eco resonaba en las tinieblas.
Cuando Kamaralzamán llegó a la sala del trono, besó la tierra entre las manos del rey, y empezó por dirigirle este ditirambo:.
Olvidándose de lo tratado al principio de la entrevista, iba Miraya a pronunciar un ditirambo en favor de París, por lo que había contribuido a dar a conocer la causa felipista en Europa, pero una ojeada ligeramente autoritaria de Felipe María le detuvo a tiempo.
Eneas Silvio, que lleva muchas veces la imitación hasta el plagio, pone literalmente en su boca el mismo ditirambo que pronuncia la vieja del Curculio.
Ya me considero poco distante del tono del ditirambo.
¿No has notado, mi querido amigo, que, sin remontarme al tono del ditirambo, ya mi lenguaje ha sido poético, cuando sólo se trata de criticar? ¿Qué será si yo emprendo el hacer el panegírico del amigo sabio? ¿Quieres, después de haberme expuesto a la influencia de las ninfas, acabar de extraviar mi razón? Digo, pues, resumiendo, que en el trato del hombre sin amor se encuentran tantas ventajas, como inconvenientes en el del hombre apasionado.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba