Ejemplos con displicente

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El mando de la armada fue confiado al capitán general Diego Flores de Valdés, un marino displicente y falto de valor, que no se molestaba en correr riesgos.
Esta seudo-cultura del éxito cierra sus puertas, las más de las veces, a los productores culturales independientes, por medio del silencio, de la indiferencia, de la actitud displicente frente a lo que no produce dinero o ganancia inmediata, a las disciplinas que no venden.
Posteriormente recibe la noticia de la muerte del Noveno Espada Aaroniero Arleri a manos de la shinigami Rukia Kuchiki gracias a las habilidades de comunicación de Aaroniero y nuevamente se muestra displicente al calificar la muerte de su compañero de patética.
Fue muy citado, sus obras se publicaron una y otra vez, pero pocos eran lo que lo entendían, la crítica literaria de la época se hacía la displicente, la autorizada prensa esperaba escritos divertidos por su parte, la crítica académica le imputaba la prolijidad de sus descripciones detalladas y exagerada etnografía.
Su personalidad es arrogante y displicente, siente un gran respeto por Aizen, al que sigue por su total falta de miedo.
Su carácter es afable y despreocupado, mostrándose muy sociable en el instituto con Ichigo y los demás, también es un chico bastante perezoso y displicente en ocasiones, tanto es así que su compañera Hiyori Sarugaki tiene que darle el empujón que necesita para cumplir sus tareas, a pesar de que es el mismo Hirako quien está al mando.
La mujer se muestra arrogante y displicente con Ishida tras haberle ifligido ese corte, momento en el cual se percata de la presencia de Pesshe Gatisshe, un Arrancar amigo de Nel al que habían dejado en la división de caminos de Las Noches, Cirucci lo ataca y este lo esquiva por poco.
Edith Helman, en su ya clásico libro Trasmundo de Goya, señala que en este grabado Goya se autorretrató con el ojo avizor bajo los párpados caídos y boca firme de expresión áspera y displicente.
Ante la presencia de Aizen ya en Las Noches, Yammy es testigo de la muerte de Luppi y del regreso a los Espada de Grimmjow con aire displicente y de desagrado.
Tristán comenzó a mostrarse preocupado, a emplear un estilo más conciso, que poco a poco se convirtió en displicente.
Sin embargo, se trataba de asuntos que atañían a su próximo enlace y el acento de su novio sonaba por momentos más displicente.
¡Hola! ¿estás tú aquí? No me han dicho nadadijo en un tono entre cariñoso y displicente.
Precisamente por esoreplicó con displicente laconismo.
García se volvió inmediatamente al teatro, acompañado solamente de don Germán, pues Tristán, haciéndose un poco el displicente, manifestó que no iría hasta que se supiese el éxito del segundo, clave de la obra.
Cuando Zaldumbide se encontraba alegre y con ganas de pasar el rato, pegaba él mismo, cuando estaba displicente, pegaba Demóstenes el negro, un marinero que con frecuencia hacía de verdugo.
Bien, biendijo Artegui, vuelto ya a su displicente reserva.
Con voz displicente dijo a su ordenanza: Ricardo, el caballo.
A estos males se sumaron otros, que por ser de calidad afectiva dolían y amargaban más, y fue que Felipa empezó a mostrarse displicente y a renegar de mi estado financiero.
Desde que la vi, me fue atrozmente antipática, por su ceño displicente, la sequedad de su trato, y algo que en ella noté, como sombra o trasluz de un brutal fanatismo.
¿Dónde diablos estaban las tartanas? Una vieja cejijunta, displicente y con ojos de sibila, me dijo que los coches se habían ido a los juncales del Ebro, y allí se los había tragado el fango.
Y el aludido , un gitanillo con el trasero al aire por las roturas del pantalón y la cara llena de costras, cogió el caballo del ronzal y salió corriendo por los altibajos de arena seguido de la pobre bestia, que trotaba displicente, como fatigada de una operación tantas veces repetida.
Tomóla Kate de sobre la mesa y se dirigió a la puerta, mas la señora, siempre taimada y astuta, y sin dejar ver a nadie el juego de sus cartas, dijole con voz muy displicente y quejumbrosa:.
¡Ay, no, no!dijo Currita muy displicente.
No le pesó nada, en verdad: al contrario, se imponía extremada molestia para representar su papel de displicente.
Por las mañanas, solía estar Maximiliano algo regañón y displicente, pero nunca como aquel día.
La otra tomó su desquite, arrojando una observación de autoridad displicente a la cara de la entrometida.
Ya recomendaba en voz baja a Fortunata que no estuviese tan displicente con doña Silvia, ya corría al comedor a disponer la mesa, ya se liaba con Papitos y con Patricia, y parecía que a la vez estaba en la cocina, en la sala, en la despensa y en los pasillos.
Más que los dolores reumáticos molestaba al enfermo el no tener con quién hablar, pues la mujer que le servía, una tal doña Brígida, patrona o ama de llaves, era muy displicente y de pocas palabras.
Inquieta y disgustada, miraba sin cesar a todas partes, preguntándose:¿No vendrá? Contestaba lo más brevemente que podía desdeñosa y displicente, y de cuando en cuando miraba con cariño a su madre, que por vez primera parecía esquivar las miradas de su hija.
Al avanzar por el claustro pudo el lego notar que hablaban con mucho calor, que el visitante no había dejado de ser displicente, que continuaba con el mismo aspecto de hastío y desdén, y que el padre Matamala se mostraba en extremo cariñoso y solícito con él.

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