Ejemplos con diligente

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La Universidad Católica de la Santísima Concepción profesa una fidelidad activa y diligente al magisterio de la Iglesia, y en particular al del Romano Pontífice.
Y saku usa lentes ópticos , y tiene una personalidad diligente.
Dice Troncarelli que tuvo una hija en esta época, pero, parece que no era padre diligente porque fue entonces a los Países Bajos para trabajar haciendo fortificaciones.
Pobre y enfermo, Maurice no podía ejecutar tareas difíciles, pero era diligente.
Un castor fue el símbolo elegido para la línea de ferrocarriles porque es uno de los símbolos nacionales de Canadá y representa el carácter diligente de la compañía.
Los buques del convoy se separaron en la travesía y el Gallardo y el Diligente arribaron a la costa brasileña, fondeando en Río de Janeiro.
Las investigaciones realizadas en documentación existente en la Institución Tobas Central, programas, folletos, trípticos y otros que diligente y celosamente son guardados por sus dirigentes en su cofre institucional se recorre la ventana del recuerdo y se verifica la documentación pasada, primeras actuaciones y presentaciones como Conjunto de Chunchos, luego Cambas y posteriormente Tobas.
Los privilegios estaban en la aristocracia diligente.
Por ejemplo, en el caso de que el Código Civil de un estado permita exigir indemnización al propietario de un árbol por los daños causados por la caída fortuita de una rama del mismo sobre la cabeza de un transeúnte, incluso en el caso en el cual el propietario haya sido diligente y podara frecuentemente el árbol, se dice que su responsabilidad es objetiva.
El austero y diligente peninsular Juan Barbero, se dedicó a la construcción y a la recuperación de las viviendas destruidas por la guerra.
Escritora especializada en la narrativa española del siglo XX, dramaturga teatral, activa partícipe como articulista de la artesanía madreñera-abarquera de Asturias y Cantabria, novelista y poeta con particularidad inclinación al romanticismo, doctrinadora feminista recaba el reconocimiento al trabajo literario femenino y es diligente propugnadora ecologista.
Su diligente asistencia a la Royal Library atrajo la atención del cuidador de manuscritos, Abbé Sallier, cuya influencia le procuró un pequeño salario como estudiante de las lenguas de oriente.
Conrado destacó por ser muy diligente, hombre de pocas palabras, bondadoso con los necesitados y siempre presto a recibir y ayudar a los peregrinos.
Diligente y contemplativo, amante del griego clásico y de las ciencias, una persona enteramente espiritual y consagrada con unción a la vida religiosa.
, un amigo de la Queens, o el desafío al lector justo antes de la finalización, por medio del cual los autores le hablan directamente: El lector se encuentra en este momento, sin reserva alguna, en el recuento de El misterio de los polvos plenamente consciente de todos los hechos pertinentes para el descubrimiento de la persona culpable de los hechos, y a partir de un estudio suficientemente diligente de lo que ha pasado antes, debe permitirle deducir un claro entendimiento de lo que está por venir.
A una mujer de honor, que por una friolera servía a todo el mundo diligente, tan útil, tratarla así, mal hecho!.
Este cuerpo, que experimentó una gran evolución a lo largo de los siglos, acabó convirtiéndose en una unidad prácticamente invencible cuando luchaba en un terreno adecuado y estaba dirigida por un comandante diligente.
Una vejezuela, con su gorra muy blanca y limpia, remangado el traje, barría con esmero las hojas secas esparcidas por la acera de asfalto, seguíala un faldero que olfateaba como desorientado cada montón de hojas reunido por la escoba diligente.
El panzudo carnicero bramaba de coraje con el repentino cambio de su criado, antes tan diligente y ahora siempre inventando pretextos para pasar horas y más horas en la huerta, especialmente al anochecer.
Yo iba silencioso y angustiado, Mauricio me seguía diligente y respetuoso.
Verdugo diligente e implacable, dispuesto a vengar en las manos infantiles el menor desmán, cualquiera osadía contra los poetas del siglo de Augusto, don Román no se andaba con chicas, ni tenía piedad, quien la hacía la pagaba, así fuera el hijo del alcalde.
Cuando una vela se acaba, debe encenderse otra Conque tengamos valor, y aprendamos a despreciar Quien no sabe despreciar, no es digno de los goces del amor Y por último, simpática amiga mía, ya sabe que estoy a sus órdenes, que tiene en mí el más rendido de los servidores para cuanto se le ocurra, amigo diligente, reservadísimo, buena persona Abur.
Un día que acudió más diligente al cacareo delator, divisó agazapado en el fondo del gallinero, escondiéndose como un ratoncillo, un rapaz de pocos años.
Primitivo, más blando que un guante, le daba cuenta en voz reposada de lo ocurrido allí durante medio año, en materia de vacas paridas, obras emprendidas, rentas cobradas, y mientras el padre reconocía así su autoridad superior, la hija le servía diligente y humilde, con pegajosa dulzura de animal doméstico que implora caricias.
En cambio, Soledad no apartaba de ella la vista, pensando sin duda en que, durante muchos años, aquel trono de flores, de frutos y de blancas palomas vivas, en que iba de pié el lujoso Niño, debióse a la diligente devocion del hombre que tanto la habia amado, que tanto la amaba, que tan infeliz era en aquel instante.
Desde que puso el pie dentro de ella, Pepe reconoció en todos los detalles de la vivienda la mano diligente y cariñosa de una mujer.
Vime harto y contento con el segundo amo, y con el nuevo oficio: mostréme solícito y diligente en la guarda del rebaño, sin apartarme dél sino las siestas que me iba a pasarlas o ya a la sombra de algun árbol, o de algun ribazo, o peña, o a la de alguna mata, o a la márgen de algun arroyo de los muchos que por allí corrian, y estas horas de mi sosiego no las pasaba ociosas, porque en ellas ocupaba la memoria en acordarme de muchas cosas, especialmente en la vida que habia tenido en el matadero, y en la que tenia mi amo, y todos los que como él están sujetos a cumplir los gustos impertinentes de sus amigas: ¡oh qué de cosas te pudiera decir ahora, de las que aprendí en la escuela de aquella jifera dama de mi amo! pero habrélas de callar, porque no me tengas por largo y por murmurador.
Digo pues que mi amo me enseñó a llevar una espuerta en la boca, y a defenderla de quien quitármela quisiese: enseñóme tambien la casa de su amiga, y con esto se escusó la venida de su criada al matadero, porque yo le llevaba las madrugadas lo que él habia hurtado las noches: y un dia, que entre dos luces iba yo diligente a llevarle la porcion, oí que me llamaban por mi nombre desde una ventana, alcé los ojos, y vi una moza hermosa en estremo, detúveme un poco, y ella bajó a la puerta de la calle, y me tornó a llamar: lleguéme a ella como si fuera a ver lo que me queria, que no fué otra cosa que quitarme lo que llevaba en la cesta, y ponerme en su lugar un chapin viejo: entónces dije entre mí: la carne se ha ido a la carne.
La muchacha, aguda y diligente, llegó y puso la fuente al duque como a don Quijote, y, dándose prisa, le lavaron y jabonaron muy bien, y, dejándole enjuto y limpio, haciendo reverencias se fueron.
Harto mejor sería no buscalle, porque si le hallamos y acaso fuese el dueño del dinero, claro está que lo tengo de restituir, y así, fuera mejor, sin hacer esta inútil diligencia, poseerlo yo con buena fe hasta que, por otra vía menos curiosa y diligente, pareciera su verdadero señor, y quizá fuera a tiempo que lo hubiera gastado, y entonces el rey me hacía franco.

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