Ejemplos con dieras

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La manera en que caminas, como si él fuera el centro del mundo para ti y ni siquiera te dieras cuenta.
¿Qué más puedo desear después de verte? Sólo verte otra vez es mi deseo, y si no te enojaras, te pediría que me dejases gozar de tu presencia y de tu voz, aunque ninguna esperanza dieras a mi admiración de ti.
que me dieras un beso, pero ahora veo que es muy poco, Luci, es muy poco un beso: debes darme lo menos tres.
Si te dieras a partido y quisieras ser mi amigo, yo te conseguiría un puesto en la policía, con tal que me sirvieses bien en este negocio.
-Desmerecerías a mis ojos, te despojarías de tu aureola de pureza y de prestigio, si dieras crédito a tal necedad.
Yo he estado todo el día buscándote para que nos dieras algún socorro.
Si tú me dieras éstas, conforme a nuestro concierto, nunca tú te vieras en este paso.
Yo lo hiciera respondió Sancho, pero no soy nada codicioso, que, a serlo, un oficio dejé yo esta mañana de las manos, donde pudiera hacer las paredes de mi casa de oro, y comer antes de seis meses en platos de plata, y, así por esto como por parecerme haría traición a mi rey en dar favor a sus enemigos, no fuera contigo, si como me prometes docientos escudos, me dieras aquí de contado cuatrocientos.
— Quiero decir que si tú le dieras un buen arcabuzazo para vengar tu honor.
»Pues bueno, y para fin y remate del camino que traigo y ya me cansa: creo que si tú te animaras y me dieras el regalo de tu compañía en esta casona, el vocear de la tierra me sería más llevadero.
No me esperaba yo que le dieras tú este pago al querer que te tenía.
-Eso te lo prometí pa que no me dieras más matraca, porque es que cuando se te pone una cosa entre ceja y ceja.
–No era porque vos me dieras motivo.
'''Criada''': Tuve durante el duelo que taparle varias veces la boca con un costal vacío porque quería llamarte para que le dieras agua de fregar siquiera, para beber, y carne de perro, que es lo que ella dice que tú le das.
-¿Qué será de mí cuando éste se hallare a la mañana degollado? ¿Quién podrá creer que yo digo cosas verosímiles, pareciendo, en efecto, las verdaderas? Porque luego me dirán: «Si tú, hombre tan grande, no podías resistir a una mujer, a lo menos dieras voces, llamaras socorro.
Parece que no te dieras cuenta de nuestra situación.
-La aborrecí cuando recelé que te hiciera olvidar la solemne palabra que te hiciera olvidar la solemne palabra que me dieras, pero compadecíla como a una compañera de infortunio por ser víctima de suerte aún más infausta que la mía.
-¿Tampoco nace de amor? Digamos, pues, que estás triste porque no estás alegre, del mismo modo que si dieras en reír y saltar, y dijeses luego que estabas alegre porque no estabas triste».
Y al oírlo, dijo el mercader: ¡Oh príncipe valeroso! he aquí que la había destinado al rey Omar Al-Nemán, tu padre, y venía a rogarte que me dieras una carta de recomendación para él, pero puesto que te agrada, que se quede aquí.
¿Qué más puedo desear después de verte? Sólo verte otra vez es mi deseo, y si no te enojaras, te pediría que me dejases gozar de tu presencia y de tu voz, aunque ninguna esperanza dieras a mi admiración de ti.
Y con lo está tan ciego por ti, si hablas y le quitas la venda, creo que será como si le dieras un pistoletazo.
que me dieras un beso, pero ahora veo que es muy poco, Luci, es muy poco un beso: debes darme lo menos tres.
Añado aunque de hacerlo así depende lo que tanto desean estos guerreros, pues quedándote aquí cubrirás y defenderás con la armada al Peloponeso del mismo modo que si dieras la batalla cerca del istmo, y no cometerás el error de conducir los enemigos al Peloponeso.
¡Y además, he de decirte que las cosas del Bilateral todavía son para mí algo oscuras, y me encantaría que me dieras una explicación más clara de ellas, si es que puedes!.
-Ahí tienes tú, mujer -decía Petrilla a Irene, acabando de resumir lo tratado allí entre ambas,- lo que es la pobre condición humana: dale pechugas de perdiz a un cuerpo regalado, y como si nada le dieras, y con un mendrugo de tres días se le aguzan los dientes a un hambriento.
-Conformes, hasta en eso de la lealtad, pero entre la proclamación de la República y el estampido de Sagunto pasó tiempo sobrado para que te dieras una vuelta por tus lares.
«Tanillo de mis ojos: Has de saber tú al recibo de ésta, que la cosa se está poniendo mu esaboría, que mi primo er Cañamones está por mí que elira, y como aprieta más que un miserere, y como a mí mi primo me sabe a ragua de cañadú abitocá, y corno tú me sabes a mí a lo que tú sabes que a mí me sabes, pos yo digo que yo no tengo lo que tengo más que pa tu presona gitana, y que antes de casarme con mi primo me tiro a la mar pa que me coman los peces, y cuando yo digo esto me arrima mi bato ca pie e paliza que me troncha, y to mi cuerpo lo tengo acardenalao, y como quiera que esto no es vivir, yo te pío por los ojitos e tu cara que vengas acá y que veas de arreglar er negocio sin dirte der seguro, porque has de saber tú que mi primo es mi primo, porque es hijo der señor Paco er Cacatúa, al que Dios tenga en su santa gloria, y er, Cacatúa era como sabes hermano de mi probe mare, y si le fueras der seguro y sus embistierais dambos y yo tuviese la suerte de que tú le dieras un crugío al otro, mi bato no te lo perdonaría ni manque te vistieras de nazareno, y sería peor lo roto que lo descosío, asín es que ven juyendo y ve de arreglar la cosa, sin que la tierra se entere tan siquiera de que yo te he escrito esta carta, que me la escribe er sereno, que ya sabes tú que es hombre más callao que un chuzo -Tuya, tuya, tuya, tuya, tuuya, tu Lola la Miraflores».
Considera cuál pérdida padecería tu honor, si con demasiada credulidad dieras oídos a su voz lisonjera, perdiendo la libertad del corazón o facilitando a sus instancias impetuosas el tesoro de tu honestidad.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba