Ejemplos con dichosa

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Sólo con verte de cerca, por última vez, quedaría dichosa para el resto de su vida.
Ahora que nos conocemos y que soy dichosa, ¡sería tan triste perderte!.
Y al día siguiente de todo este aparato teatral, cuando se apagan las luces e incensarios y la iglesia recobra su aspecto vulgar, la vida mísera y la intriga para ganarse el pan: ¡siete duros al mes por aguantar a todas horas a unas pobres mujeres con el humor agriado por el encierro, vulgares como criadas de servicio, que pasan la vida averiguando en el locutorio lo que ocurre en la ciudad y fabricando porquerías dulces para obsequiar a los señores canónigos y a las familias protectoras de la casa! ¡Y aún hay curas que envidian, que ladran de hambre contra mí por la dichosa capellanía de monjas, y me tienen como un adulador del palacio arzobispal, no comprendiendo de otra manera que siendo tan joven haya pescado esta prebenda que me permite vivir en Toledo con siete durazos mensuales!.
Te abandonó para ser engañada, para caer en la miseria y la vergüenza, y viéndola infeliz, ¿no merece tu conmiseración, más aún que si la vieses dichosa? Reflexiona, Esteban, en la manera como cayó tu pobre hija.
La dichosa fístula le trae loco.
¡Ah, si toda la nación les imitase! En otros tiempos no existían los chirimbolos de la ciencia, y España era más dichosa.
Presiento que vas a ser dichosa y esto me alegra, pero tengo celos por tu amistad.
¡Qué de amarguras se le esperan! Aun no te había visto y ya te amaba, ¡viniste y desde que tú llegaste fué dichosa! Gabriela es buena, pero Angelina es un ángel.
Mas a poco, cuando calmada por mis palabras y mis promesas sonreía dichosa, y en su pálido rostro irradiaba la alegría, tornaba a sus presentimientos: No me engaño, no quiero engañarme.
Ruidos, carcajadas, estrépito de libros cerrados de golpe, las mil y mil voces, francas y alegres, de la dichosa libertad infantil.
¿Quieres que yo misma aumente mis penas? ¿Quieres que te olvide? ¡Si no puedo, si no puedo! Déjame vivir engañada, deja que tu Angelina se crea dichosa.
Entonces soy dichosa, muy dichosa, y siento que soy la más feliz de las mujeres.
¡Dios me libre de ello! La vida, por amarga que sea, es muy hermosa y amable, si tiene penas y dolores, tiene también dichas y alegrías, muchas, y yo quiero vivir, vivir para ti, mi Rorró, para ser dichosa si eres dichoso, para amar lo que tú ames y aborrecer lo que tú aborrezcas, para padecer si tú padeces, que en eso cifro mi dicha mayor.
Hasta Conchita, a pesar de su carácter iracundo y malhumorado, considerábase dichosa al ver que Roberto volvía al redil , mostrándose más enamorado que antes.
Y el señor Cuadros repetía con expresión pedantesca estos y otros lugares comunes que había oído en la Bolsa de boca de ciertos pillos de levita, que con la dichosa lucha por la existencia justifican rapiñas legales que merecen un grillete.
Y ahora ¡vive Dios! iba adquiriendo realidad la dichosa sinfonía de colores, ya no era una frase huera y sin sentido, porque todo parecía cantar, la vega y el Mediterráneo, los montes y el cielo.
Y me decía yo: ¡Dichosa Linilla! Ama, y es amada!.
Las dos primas tuvieron un pensamiento feliz, se lo comunicaron una a otra, asombráronse de que se les hubiera ocurrido a las dos la misma cosa ya se ve, era tan natural y aplaudiéndose recíprocamente, resolvieron convertirlo en realidad dichosa.
Esta curiosidad me quema la sangre Flojilla diferencia va de una cosa a otra Si pecó, todo varía en mí, y no me rebajo yo a pedirle perdón, pero si no faltó ¡ay!, la dichosa me tiene debajo de su pie como tiene San Miguel al diablo.
Tratábase de que ganara premio en los exámenes, y para esto la niña estuvo por espacio de tres años estudiando una dichosa pieza, que no acababa de dominar nunca.
Y si no, ¿qué hacía plantado en aquella dichosa esquina de la calle de Tintoreros? Esto fue poco antes de la guerra de África, bien me acuerdo, y si el tal no se va a matar moros, sabe Dios si Pero esto no hace al caso, y vamos a lo otro.
Soltero y con fortuna suficiente para quien no tiene mujer ni chiquillos ni familia próxima, Feijoo vivía en dichosa soledad, bien servido por criados fieles, dueño absoluto de su casa y de su tiempo, no privándose de nada que le gustase, y teniendo todos los deseos cumplidos en el filo mismo de su santísima voluntad.
Señal de que vas a ser dichosa.
Lo dice por embobar a Ido y otros tontos como él Ni ¿qué destino le van a dar a un hombre que firma con una cruz? Usted que alardea de haber hecho tantas revoluciones y de que nos ha traído la dichosa República, y de que ha fundado el cantón de Cartagena ¡así ha salido él! usted que se las echa de hombre perseguido y nos llama neas con desprecio y publica por ahí que le van a hacer archipámpano, se contentará dígalo con franqueza, se contentará con que le den una portería.
¡Valiente truhán! ¡Si no tenía absolutamente nada que hacer más que pasear y divertirse! Su padre había trabajado toda la vida como un negro para asegurar la holgazanería dichosa del príncipe de la casa En fin, fuese lo que fuese, Jacinta se proponía no abandonar jamás su actitud de humildad y discreción.
Es curioso observar cómo nuestra edad, por otros conceptos infeliz, nos presenta una dichosa confusión de todas las clases, mejor dicho, la concordia y reconciliación de todas ellas.
Pasaban meses, pasaban años, y en aquella dichosa casa todo era paz y armonía.
Aquella dichosa Mancha era un narcótico.
La mujer que le pesque, ya se puede tener por dichosa.

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