Ejemplos con devoción

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Quiero decircontinuó el otro, afirmándose los lentes sobre la narizque soy periodista de devoción, no de profesión.
¡Con qué devoción, con qué unción, con qué sinceridad se rezaría entonces el Padrenuestro! Entretanto llega eso, que dudo que llegue, ¡benditos sean los ricos, como ustedes, que administran en beneficio de los pobres la riqueza, como si no les perteneciese, ya que sólo a Dios pertenece!.
No lo extrañes, Tomasa, yo, príncipe de la Iglesia, tiemblo al ver cómo se entrega a la devoción, y hago cuanto puedo por desviarla.
La devoción los había juntado, pero la vida no tardó en recobrar sus fueros, abriéndose paso en sus relaciones casi místicas y uniéndolos en carnal abrazo.
Al ver que los hechos no correspondían a sus esperanzas, tornábanse hipocondríacos y desesperadamente fanáticos, creyendo sus fracasos castigos de Dios y entregándose a una devoción cruel para aplacar a la Divinidad.
Unos decían que la Reina Católica había hecho desaparecer este artificio teatral que turbaba la devoción de los fieles, otros, que eran soldados enemigos del condestable los que en un día de asonada rompieron en piezas la articulada estatua.
Su fiera devoción española estaba acostumbrada al desprecio de las ciencias profanas.
Esta devoción no les impedía que riesen cantando, y por lo bajo, entre oración y oración, se insultasen y apalabrasen para darse cuatro arañazos a la salida, pues estas muchachas morenas, esclavizadas por la rígida tiranía que reina en la familia labriega y obligadas por preocupación hereditaria a estar siempre ante los hombres con los ojos bajos, eran allí verdaderos demonios al verse juntas y sin freno, complaciéndose sus lenguas en soltar todo lo oído en los caminos a carreteros y labradores.
Los dos hermanos pequeños contemplaban a Pascualet asombrados, con devoción, como un ser superior que iba a levantar el vuelo de un momento a otro.
Él solo conocía el secreto de sus toneles, atravesando con su vista las viejas duelas, apreciaba la calidad de la sangre que contenían, era el sumo sacerdote de este templo del alcohol, y al querer obsequiar a alguien, sacaba, con tanta devoción como si llevase entre las manos la custodia, un vaso en el que centelleaba el líquido color de topacio con irisada corona de brillantes.
Todo es hablar de caridad y devoción, pero, bien mirado, no se ve en vosotros sino egoísmo.
¿Cuánto mejor y más cristiana no es la humildad? En el orgullo hay mucho de egoísmo, mientras que la humildad es toda devoción y abandono.
Pero mi madrina la condesa, en vista de tan ardiente devoción, quería hacerme monja, y el otro día, las señoritas , recordando los deseos de su mamá, todavía me ofrecieron costearme el dote para que entrase en un convento.
En aquella época, llevarla a la capilla de la Virgen de los Desamparados era para ella la mayor de las diversiones, y rezaba con tal devoción, que las viejas beatas se la comían a besos, asegurando que iba para santa.
A ser ciertas algunas noticias que de allí recibo, aun son fieles los villaverdinos a su dios, el culto ha decaído, pero la devoción vive, y vivirá en ellos por los siglos de los siglos.
Desfilaba la parte grotesca de la procesión, conservada por el espíritu tradicional como recuerdo de las épocas más religiosas de nuestra historia, que unían siempre el regocijo a la devoción.
Lloraba a ratos como una Magdalena, y poníase luego a recordar cuanto le dijo el padre Pintado y el remedio de la devoción a la Santísima Virgen.
Oyeron dos, y antes de salir, sentadas en un banco, la Delfina dijo a su amiga: ¿Sabe usted que no he podido oír las misas con devoción, acordándome de esa mujer? No la puedo apartar de mi pensamiento.
¿Para qué dijo Guillermina? ¡Ah!, para locos, sí, es lo que hace más falta y me llamarán la , y pasmaré al mundo con mi devoción Tendremos uno, dos, muchos hijos, y seré el más feliz de los hombres Le compraré al Cristo aquel tan lleno de cardenales una urna de plata y.
Pero, hijo, me has quitado la devoción con tus paseos por la iglesia.
Ya en la cuarta misa, el caballero aquel, no sólo se distraía sino que perturbaba la devoción de los fieles, pasando delante de los altares, donde se decía misa, sin hacer la más ligera genuflexión ni reverencia.
No hay manera de soldarla ya Cree que si me quisieran yo me quedaría aquí, yo sería bueno, y por darte gusto a ti y a tus amigas, me haría muy religioso, muy amigo de Dios y de la Virgen, emplearía todo mi dinero en obras de caridad, protegería la devoción.
Señoras míasles dijo, ¿qué bueno traen ustedes por aquí? Si han venido por devoción, me parece muy bien.
Por fin, encomendole la devoción de la Santísima Virgen, como un ejercicio saludable del espíritu y una predisposición a las buenas acciones.
Tenía Belén vara alta con las señoras, por su humildad y devoción y por la diligencia con que iba a contarles cuanto hacían y decían sus compañeras.
Mauricia creía que estaba ya bastante iluminada, porque la excitación encendía sus ideas dándole un cierto entusiasmo, y después de hacer un poco de ejercicio corporal colgándose de la reja, porque sus miembros apetecían estirarse, se puso a rezar con toda la devoción de que era capaz, luchando con las varias distracciones que llevaban su mente de un lado para otro, y por fin se quedó dormida sobre el duro lecho de tablas.
El amor le conducía a la devoción, como le habría conducido a la impiedad, si las cosas fuesen por aquel camino.
Por más que el gran Rossini sostenga que aquel día oyó la misa con devoción, yo no lo creo.
Alguien ha dicho que amores desgraciados la empujaron a la devoción primero, a la caridad propagandista y militante después.
Aquella puerta era la de una capilla, donde los Polentinos tenían los santos de su devoción doméstica.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba