Ejemplos con despreciable

La radiación que recibe la población proveniente de las centrales nucleares es despreciable frente a la recibida de la propia naturaleza y de las fuentes médicas,.

No puedo conocer los detalles pero se ésto: Lo que le sucedió a esas mujeres fue absurdo y despreciable.

El reencuentro por tanto no fue fácil y un número no despreciable decidió finalmente regresar a la Unión Soviética.

Hyunckel admite haber sentido respeto solo por Crocodine y Baran en el pasado, pero que su traición le parecía despreciable.

Aunque sabemos que la fricción está presente en los sistemas reales, resolviendo el modelo sin fricción hacemos aproximaciones al comportamiento de los sistemas reales en los cuales ésta es despreciable.

Con sus sacrificios y privaciones y, a menudo, estrecheces, estas comunidades han mantenido un modo de vida distinto -nada despreciable en tiempos, como los nuestros, en que se valora lo diferente-.

Terrible Providencia : un golpe para nada despreciable si se tiene encuenta que se trata de un Dios.

En el juego es presentado como una persona temperamental y un poco despreciable, se intuye que guarda rencor hacia su compañero, el Dr.

Aún más contundente se mostraba en este párrafo, donde arengaba a los vascos en estos términos: os habéis hermanado y confundido con la raza más vil y despreciable de Europa los españoles, y estáis procurando que esta raza envilecida sustituya a la vuestra en el territorio de vuestra Patria.

Una vida monolítica y con pocos cambios es sinónimo de aburrimiento y, por tanto, despreciable a priori.

Es despreciable David le dice ella.

El marqués Caballero era tan despreciable en lo moral como en lo físico, pudiendo decirse que jamás cuerpo alguno encarnó de un modo tan fiel los ruines sentimientos y bajas ideas de un alma.

Todos miraban al cantor, no viendo en él al , perezoso y enfermo, despreciable por su inutilidad para el trabajo.

Lo cómico es siempre chabacano y despreciable.

Querían que triunfase definitivamente el hombre rubio sobre el moreno, deseaban esclavizar al despreciable hombre del Sur, consiguiendo para siempre que el mundo fuese dirigido por los germanos, la sal de la tierra , la aristocracia de la humanidad.

Pero en lo mejor de estos ensueños ambiciosos, el cruzado del pangermanismo recibía un balazo del latino despreciable, bajando a la tumba con todos sus orgullos.

Fuera de Alemania, todo resultaba despreciable, hasta la propia religión.

Y ahora que me conocesdijo con una lentitud dolorosa, ¡márchate! Tú no puedes quererme, soy una espía como tú dices: un ser despreciable Sé que no puedes seguir amándome después de lo que te he revelado.

Ahora con la movilización en masa de los pueblos, había desaparecido el antiguo espía de oficio, despreciable y villano, que arrostraba la muerte por dinero.

Empezaba el estío, el muchacho estaba libre del colegio por tres meses, y el notario, que no podía alejarse de la ciudad, veraneaba con su familia en la playa del Cabañal, cortada por acequias malolientes, junto a un mar despreciable.

Gonzalo quedó huérfano de padre y madre cuando no contaba ocho años de edad, dueño de una fortuna no despreciable, administrada por su tío y tutor don Melchor, en cuyo poder y guarda le dejó el padre al morir.

El autor, que tan sin escrúpulos de ningún género ataca de frente al vicio y a la insolencia, se reserva siempre su juicio sobre individuos determinados, y se halla muy distante de pretender herir personalidad ninguna, por despreciable que le parezca.

¡Y qué noches de insomnio! ¡Y qué días tan penosos! A las veces me reía de mí, sí, reía de mi locura, y maldecía yo de aquella pasión que poco a poco me iba subyugando, que me tenía intranquilo, y que ante mi propia conciencia me hacía parecer despreciable y desleal.

—Entonces, o ya se les habría olvidado a todos que me habían dado la despreciable cantidad de un cuarto, o diría yo para cumplir: El mundo se acaba dentro de dos siglos.

No hay ser humano, por despreciable que parezca, que no pueda ser eminencia en algo, y aquel buscón sin suerte, después de medio siglo de equivocaciones, ha venido a ser, por su hermosísimo talante, el gran de la pintura histórica contemporánea.

Pero de lo que más provecho sacó la casa fue del ramo de capotes y uniformes para el Ejército y la Milicia Nacional, no siendo tampoco despreciable el beneficio que obtuvo del , el abrigo propiamente español que resiste a todas las modas de vestir, como el garbanzo resiste a todas las modas de comer.

Por muy dichosa que fuese la señorita aquí en el mundo, vamos a ver, ¿cuánto tiempo y de qué manera podría serlo? Aunque su marido la estimase como merece, y la pusiese sobre las niñas de sus ojos, ¿se libraría por eso de contrariedades, enfermedades, vejez y muerte? Y cuando llega la hora de la muerte, ¿qué importa ni de qué sirve haber pasado un poco más alegre y tranquila esta vidilla perecedera y despreciable?.

A menudo se arrimaba a Manolita un señorito muy planchado y tieso, con cierto empaque ridículo y exageradas pretensiones de elegancia: llamábase don Víctor de la Formoseda y estudiaba derecho en la Universidad, don Manuel Pardo le veía gustoso acercarse a sus hijas, por ser el señorito de la Formoseda de muy limpio solar montañés, y no despreciable caudal.

Con el último rumbo llegamos à la loma que llaman del , por cuya falda occidental pasa el camino que conduce de la Guardia del Monte à las Lagunas de Vargas, y lo frecuentan los blandengues y los demas vecinos que van à buscar leña à unas islas inmediatas a este camino, por donde corre un arroyo despreciable de agua salobre, que nace al N de dicho cerrillo, y dirigièndose al SO desagua en el Salado.

Salida de dicho Fortin: a la una y media legua se cortó el rio Areco, despreciable por su poca agua, y en verano se seca: nace de la laguna llamada del , distante una y media leguas del paso, y desagua el dicho arroyo o rio en el Paraná.