Ejemplos con desinteresado

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Estas tareas suelen implicar algún altruismo o acto desinteresado por parte del jugador.
Para el servicio desinteresado sin condiciones sólo Dios es la fuerza.
Odia a su hermana, es maquiavélico, mal gobernante, desinteresado por su pueblo e hijo favorito de su madre.
Sus Padres Clemente Tovar Narváez y Cerbeliona Narváez Castro, dos Campesinos de mucho trabajo y comportamiento ejemplar, siempre reconocidos por su bondad y servicio desinteresado.
Realiza algún servicio desinteresado por algunas horas cada semana, sin egoísmo y sin esperar recompensa.
Hombre desinteresado y rico, renunció a percibir la cesantía de ex-ministro.
Igual que el héroe de Hergé, Lefranc es un periodista cuyo espíritu altruista y desinteresado le lleva en todo momento a poner en riesgo su propia vida para defender al más débil o el bien común.
Varios años antes había escrito pequeños ensayos y poemas, pero a raíz de su salida del Ecuador su sed por escribir se incrementa como un medio de desahogar sus sentimientos, y con un afán desinteresado por ayudar con sus escritos a todo aquel que pase por momentos difíciles.
En algunas ocasiones, los Febrer hasta hicieron préstamos a los reyes Pero todo esto no podía evitar que Jaime, el último de la familia, luego de perder en el Casino, la noche anterior, todo cuanto poseíaunos centenares de pesetas, hubiese aceptado dinero, para poder ir a la mañana siguiente a Valldemosa, de Toni Clapés, el contrabandista, hombre rudo, de entendimiento despierto, y el más fiel y desinteresado de sus amigos.
Esa lengua la tiene él aprendida muchos años hace, no por erudito, sino porque ha vivido en perpetuo y desinteresado comercio con el pueblo.
Como si hubiera querido desagraviar a los críticos amantes del arte puro y desinteresado, escribió inmediatamente otro libro, de los que no prueban nada ni van a ninguna parte sino a hacer sentir y gozar.
Ariel es el imperio de la razón y el sentimiento sobre los bajos estímulos de la irracionalidad, es el entusiasmo generoso, el móvil alto y desinteresado en la acción, la espiritualidad de la cultura, la vivacidad y la gracia de la inteligencia, el término ideal a que asciende la selección humana, rectificando en el hombre superior los tenaces vestigios de Calibán, símbolo de sensualidad y de torpeza, con el cincel perseverante de la vida.
Todo el que se consagre a propagar y defender, en la América contemporánea, un ideal desinteresado del espírituarte, ciencia, moral, sinceridad religiosa, política de ideas, debe educar su voluntad en el culto perseverante del porvenir.
No le lleva a la ciencia un desinteresado anhelo de verdad, ni se ha manifestado ningún caso capaz de amarla por sí misma.
La ignoran, en lo que ella tiene de desinteresado y de escogido, la ignoran, a despecho de la munificencia con que la fortuna individual suele emplearse en estimular la formación de un delicado sentido de belleza, a despecho de la esplendidez de los museos y las exposiciones con que se ufanan sus ciudades, a despecho de las montañas de mármol y de bronce que han esculpido para las estatuas de sus plazas públicas.
Spencer agregaba que era necesario predicar a los norteamericanos el Evangelio del descanso o el recreo, e identificando nosotros la más noble significación de estas palabras con las del , tal cual lo dignificaban los antiguos moralistas, clasificaremos dentro del Evangelio en que debe iniciarse a aquellos trabajadores sin reposo, toda preocupación ideal, todo desinteresado empleo de las horas, todo objeto de meditación levantado sobre la finalidad inmediata de la utilidad.
Para un espíritu en que exista el amor instintivo de lo bello, hay, sin duda, cierto género de mortificación, en resignarse a defenderle por medio de una serie de argumentos que se funden en otra razón, en otro principio, que el mismo irresponsable y desinteresado amor de la belleza, en la que halla su satisfacción uno de los impulsos fundamentales de la existencia racional.
La intolerancia, el exclusivismo, que cuando nacen de la tiránica absorción de un alto entusiasmo, del desborde de un desinteresado propósito ideal, pueden merecer justificación y aun simpatía, se convierten en la más abominable de las inferioridades cuando, en el círculo de la vida vulgar, manifiestan la limitación de un cerebro incapacitado para reflejar más que una parcial apariencia de las cosas.
Cuando cierto falsísimo y vulgarizado concepto de la educación, que la imagina subordinada exclusivamente al fin utilitario, se empeña en mutilar, por medio de ese utilitarismo y de una especialización prematura, la integridad natural de los espíritus, y anhela proscribir de la enseñanza todo elemento desinteresado e ideal, no repara suficientemente en el peligro de preparar para el porvenir espíritus estrechos que, incapaces de considerar más que el único aspecto de la realidad con que estén inmediatamente en contacto, vivirán separados por helados desiertos de los espíritus que, dentro de la misma sociedad, se hayan adherido a otras manifestaciones de la vida.
Tòni, menos desinteresado, habló de la suerte futura del buque ¡Terminada la miseria! Los fletes a trece chelines tonelada de un hemisferio a otro iban a ser en adelante un recuerdo vergonzoso.
El millonario, que gozaba fama de avariento, había llegado a ofrecerle un apoyo desinteresado, por si algún día necesitaba ensanchar su acción laboriosa.
Hasta los españoles del siglo XVI, al batallar con media Europa por la unidad religiosa y el exterminio de la herejía, trabajaban por un ideal erróneo, obscuro, pero desinteresado.
A pesar de los largos años que allí vivió, nunca pudo identificarse con la vida americana, porque su espíritu generoso y desinteresado era refractario a los procedimientos egoístas que constituyen el fondo del carácter de ese pueblo.
Antes creía admirarla con un sentimiento a manera del sentimiento del arte, desinteresado, exento de fin y de utilidad y de deleite, que en él no estuviera.
No me sentía capaz de inspirar amor tan desinteresado a quien la ambición seduce y sonríe, halaga la fortuna, y quieren y miman en Madrid, a lo que aseguran, las más altivas y bellas mujeres.
Alambicando de esa suertecontestó el padre Enrique, no hay amor, por desinteresado que sea, cuya raíz no esté en el amor propio.
No, era purísimo y desinteresado afecto, sentimiento de profundo dolor que sólo parece traer desgracias, que sólo nace y vive para llorar, y que libre de sensuales impurezas es una eterna aspiración al cielo.
El desinteresado servidor me propuso que volviera yo a la Capital para continuar los estudios.
Sentía pesar sobre su alma la ojeada escrutadora de Primitivo que avizoraba sus menores actos, y estudiaba su rostro, sin duda para averiguar el lado vulnerable de aquel presbítero, sobrio, desinteresado, que apartaba los ojos de las jornaleras garridas.
—No quiero ser descortés, ya que soy desinteresado: por hacer, señor, lo que me pedís y por daros gusto, solamente os digo que soy un caballero español, y estudiante en esta ciudad: si el nombre os importara saberlo, os lo dijera, mas por si acaso os quisiéredes servir de mí en otra cosa, sabed que me llamo D.

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