Ejemplos con desgarrándose

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Pasadas unas horas, iniciada la tarde, la mujer que resultó llamarse Rose Keller, se descuelga por una ventana del primer piso y trepa por la valla de la finca, saltándola, produciéndose varios arañazos en los brazos y desgarrándose la camisa.
¡Jesús! ¡Jesús! ¡Jesús!y retorciéndose y desgarrándose los vestidos, Lucía se echó en el suelo, y se arrastró hasta Sol de rodillas, y se mesaba los cabellos con las manos quemadas, y besaba a Juan los pies, a Juan, a quien Pedro Real, para que no cayese, sostenía en su brazo.
Oyó las voces de los jinetes, raudas, desgarrándose en la velocidad y estiradas por el viento en flotantes hebras.
Pero un grupo de hombres que habían salido al encuentro de los carros, una gavilla mitad armada, mitad desnuda, desarrapada, borracha, tan llena de rabia y cieno que parecía creación espantosa del lodo de los caminos, de la hez de las tinajas y de la nauseabunda atmósfera de los presidios, un pedazo de populacho, de esos que desgarrándose se separan del cuerpo de la Nación soberana para correr solo manchando y envileciendo cuanto toca, empezó a gritar con el gruñido de la cobardía que se finge valiente fiando en la impunidad:.
Los dos ejércitos se clavaban mutuamente las uñas desgarrándose.
Después, para que la ilusión fuera más completa, vi las negras manchas de sus moles sumergidas, transparentadas en el fondo hasta que, enrarecida más y más la niebla, fue desgarrándose y elevándose en retazos que, después de mecerse indecisos en el aire, iban acumulándose en las faldas de los más altos montes de la cordillera.
Entonces ella me preguntó: ¿Pero no ha dejado ningún encargo para que me lo transmitieras? Yo contesté: ¡Me dijo que si moría era su mayor deseo que lo transportaran a Bagdad! La madre del príncipe volvió a romper en llanto, desgarrándose los vestidos, y dijo que inmediatamente iría con una caravana para recoger el cadáver de su hijo.
Tales debieron ser los choques entre los primeros grupos humanos: riña de fieras en rebaño, disputa a garrazo y dentellada limpios de unos cubiles o una presa, remolino confuso de brazos que vienen y van repartiendo la muerte, de voces que se insultan, de gritos victoriosos y de agónicos estertores: un montón de carne y harapos desgarrándose brutalmente ante la Naturaleza impasible.
De modo que cuando vió al sabio que debía tocarle en suerte, corrió a su habitación y se dejó caer de bruces en el suelo, desgarrándose los vestidos, arañándose las mejillas y sollozando y lamentándose.
Hecho lo cual, se atavió de mala manera, deshizo a medias su turbante, se frotó los ojos con cebolla para hacer que lloraba copiosamente, y desgarrándose el traje y mesándose la barba y dándose en el pecho grandes puñetazos, corrió en busca del califa, que en aquel momento estaba en medio del diwán, rodeado de su gran visir Giafar, de Massrur y de varios chambelanes.
Oyó las voces de los jinetes, raudas, desgarrándose en la velocidad y estiradas por el viento en flotantes hebras.
-¡Jesús! ¡Jesús! ¡Jesús! -y retorciéndose y desgarrándose los vestidos, Lucía se echó en el suelo, y se arrastró hasta Sol de rodillas, y se mesaba los cabellos con las manos quemadas, y besaba a Juan los pies, a Juan, a quien Pedro Real, para que no cayese, sostenía en su brazo.
Al acercarse al río, principió a percibirse el ruido del agua desgarrándose entre los peñascales y, serpenteando entre ese ruido, un eco apenas perceptible, suave como un suspiro, el eco de una música lejana.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba