Ejemplos con desgarrada

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La España desgarrada por la Primera Guerra Carlista y la Regencia de María Cristina es la época de los siguientes episodios, cuyo eje es el romántico Fernando Calpena.
Actualmente ahonda en una figuración desgarrada instalada en un expresionismo figurativo y a veces abstracto.
Es quien cura a Shade de su ala desgarrada por una paloma.
No más sangre que la que quiera el Señor que se vierta, intercesora en los campos de batalla para salvar a nuestra Patria, gloriosa y desgarrada.
Sus trabajos iniciales en esta dirección le hacen deudor de la tradición desgarrada y abrupta del accionismo vienés, con predominio de ejes simbólicos marcados por la iconografía católica.
El fin es hermoso con la cabeza de Charlot asomando en la pantalla desgarrada como el aro de papel de The Circus.
Cuando amaneció se avergonzó de su comportamiento de la noche anterior al haberse asustado, y, entonces, vio su banda azul ensangrentada y desgarrada en su mesilla de noche.
En las manos de Kenji, es como una espada perfectamente equilibrada, una herramienta que puede traer el orden y la paz de nuevo a una tierra desgarrada por la guerra civil.
En cuanto al tema, se trata de una naturaleza muerta, ya que en los tres paneles el asunto principal es una forma orgánica irreconocible, abultada, exasperada, desgarrada, con muñones y miembros truncados, que se ve atravesada por huesos asimismo completamente deformados que parecen anudarse a la masa exánime de carne.
La tradición cuenta que Fintias y Damon ambos amantes de la paz y grandes amigos, llegaron a Siracusa de visita y se encontraron con el duro régimen de Dionisio I, que fue criticado por Fintias, Dionisio al saber esto lo mando arrestar y de inmediato lo condeno a muerte, Fintias suplico al rey que lo dejase volver a su pueblo para despedirse de su familia, sin embargo el rey estaba dudoso de si Fintias volvería, a lo que sugirió que si un rehén se quedaba en su lugar este tendría el permiso deseado, Damón se presentó voluntariamente como rehén mientras Fintias iba a su hogar a para despedirse de su familia y amigos y a saldar sus deudas pendientes, Dionisio acepto y fijo un plazo para que Fintias volviera o de lo contrario Damon seria muerto sin ningún miramiento, el plazo probablemente fue de entre dos a cuatro semanas, Damon fue encerrado y Fintias volvió pronto a su hogar, sin embargo al volver el barco en el que viajaba fue asaltado por piratas, a pesar de las suplicas de Fintias fue lanzado por la borda y tuvo que nadar hasta la orilla Siciliana en donde tendría que emprender un viaje a pie hasta Siracusa, como éste se retrasó, Damón estuvo a punto se ser ejecutado, sin embargo se mostraba entusiata en todo momento en que su amigo volvería a tiempo para cumplir su palabra, en el último momento Fintias llegó, exhausto, con la ropa desgarrada y los pies sangrando por el gran esfuerzo de correr descalzo, al llegar exclamo ¡Ya he llegado, liberen a Damon y matenme a mi! ofreciéndose al vedugo, sin embargo sorprendido por la gran amistad y lealtad que los dos hombres mostraron ambos fueron perdonados por Dionisio, a quienes pidió disculpas y también que fuese incluido en su amistad, otorgándoles cargos como consejeros para tenerlos cerca de si.
La trama conforma una tierna pero desgarrada tragicomedia.
Estaban los muebles en desorden y empolvados, las sábanas del lecho amarillentas y mal zurcidas, y sobre la colcha rameada, tumbado como un despojo, el Niño Jesús, calvo y tuerto, lleno de heridas y con la túnica desgarrada.
La melena blanca, corta y, desigual, agitábase erizada, sacudida por el viento, lucía un corpiño de color de ala de mosca, prendido con alfileres, y en la falda, mezquina y desgarrada, un landre voluminoso lleno de llaves de alacenas, cofres y arcas.
Su camisa, sucia de hollín, aparecía desgarrada de un modo trágico, denunciando los manotones de la lucha.
Tenía en la frente la huella negra de un golpe, su chaqueta estaba desgarrada.
Este amor evocaba una imagen de blancas tocas, de manos trémulas curando la carne desgarrada y sangrienta.
¡Adorable criatura! ¡Tan hermosa! Había nacido para el amor y el lujo, é iba a morir desgarrada por las balas, como un rudo soldado.
Este vió su sien izquierda con la piel desgarrada: la mancha del golpe se extendía en torno de un ojo rojizo é hinchado.
Llevose el diablo estas aficiones, cambió el teatro de la vida de la joven celtíbera, y desgarrada una decoración, pusieron otra que hizo olvidar la pasada idolatría.
-¡Un destino al niño! -exclamó Doña Leandra con voz un tanto desgarrada, volviendo hacia el marido su faz lívida, su mirada que reproducía el rojizo fulgor de la vela-.
, con su gran chambergo y su traje de rizo negro, hojeando un infolio: , más que sentado, caído en el suelo de golpe, mostrando sus calzas verdes y su tabardo rojo, el , con su severo traje negro como persona grave, el , casi todo de verde y con una media desgarrada, , con coleto de brocado y sombrero de plumas, y , con arreos militares, forman una compañía abigarrada y extraña, a la cual se pasa revista bromeando y riendo, como ellos vivían, pero que deja en el pensamiento una impresión más honda que muchos espectáculos serios.
Muchas veces los dos mayores llegaban a casa sudorosos y llenos de polvo, como si se hubieran revolcado en el camino, con los pantalones rotos y la camisa desgarrada.
La señora de López Moreno no se enteraba de nada de esto, ocupada en dar gracias, enternecida, al general y a la duquesa El sueño dorado de toda su vida, ser recibida en Palacio, iba a realizarse, y no le parecía cara tamaña honra, al precio de una oreja desgarrada y una dehesa perdida.
Era cosa de ver aquella mujerona descalza, desgarrada, melenuda, despidiendo de sus ojos fiereza, con un lío bajo el brazo y las botas colgando de una mano.
Era un payo con casaca de gentil-hombre y la camisa desgarrada y sucia.
El sombrero rodaba a su lado, su ropa estaba desgarrada y sentía un dolor agudísimo en el codo izquierdo, duramente estropeado en la caída.
Parecía desgarrada la epidermis de algunos de los dedos de la mano derecha.
En la noche glacial, sobre el escalón festoneado por la escarcha, dormía el chiquillo con la gorra embutida hasta las narices, las manos ocultas bajo las solapas de su desgarrada chaqueta y una de las piernas doblándose hacia la cruz de los pantalones para encubrir el pie desnudo.
Se fueron los camellos de carne desgarrada.
Venga a los toros el chino, y aprenderá a decir mucho en pocas palabras de la perspicacia de los españoles, venga todo el mundo a unas fiestas en que, como dice Jovellanos, el crudo majo hace alarde de la insolencia, donde el sucio chispero profiere palabras más indecentes que él mismo, donde la desgarrada manola hace gala de la impudencia, donde la continua gritería aturde la cabeza más bien organizada, donde la apretura, los empujones, el calor, el polvo y el asiento incomodan hasta sofocar, y donde se esparcen por el infestado viento los suaves aromas del tabaco, el vino y los orines.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba