Ejemplos con descanso

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Como el día era de trabajo y la hora la menos a propósito para el descanso, eran dueñas absolutas de todo el paseo, para correr por él sin estorbos ni tropiezos, hasta media docena de niñas, de nueve años la más esponjada, todas risueñas, todas ágiles, todas hechiceras, como son todas las niñas a esa edad, cuando no están cohibidas por la opresión del vestido de gala o de las botitas recién estrenadas.
¡Tú eres el peor de todos! Ya tendréis el castigo, si no en esta vida, en la otra Os dejo, os dejo entregados a este latrocinio impío ¿Oís esa campana: Llama por mí y llama también por vosotros Voy a decir la primera misa por el descanso de nuestra madre, mi protectora, mi madre.
¡Qué desgracia tan grande! Recemos una Salve por el descanso de esos pobres marineros ahogados.
¡Ya tendrá su descanso, y qué luengo será!.
Voy a morir, y me creo con derecho al descanso por unos meses.
Era la inquietud del peligro que había quedado fija en él para siempre, el hábito de la intranquilidad contraído en los obscuros calabozos, cuando esperaba a todas horas ver abrirse la puerta para ser apaleado como un perro o conducido al cuadro de ejecución ante la doble fila de fusiles, y a más de esto, la costumbre de vivir vigilado en todos los países, presintiendo el espionaje de la policía en torno de él, sorprendido en medio de la noche en cuartos de posada por la orden de salir inmediatamente, la zozobra del antiguo Asheverus, que apenas gustaba un instante del descanso, oía el eterno Anda, anda.
Y ahora que frente al ventanuco de la cuadra se extendía un gran campo de hierba fresca, erguida, ondeante, toda para él, ahora que tenía la mesa puesta, con aquel verde y jugoso mantel que olía a gloria, ahora que engordaba, se redondeaban sus ancas puntiagudas y su dorso nudoso, moría de repente, sin saber de qué, tal vez en uso de su perfecto derecho al descanso, después de sacar a flote la familia.
Cuantos tomos enormes, roídos por el corte y forrados con papel grasiento, rodaban por los mostradores de las tiendas del Mercado, eran atraídos por sus manos, como si éstas fuesen un imán, y devorados rápidamente, unas veces por la noche, después de cerrar las puertas y robando horas al descanso, otras por la tarde, aprovechando ausencias de don Eugenio, en el fondo del almacén, a la dudosa claridad que se cernía en aquel ambiente cálido, impregnado del vaho de los tejidos y el tufo de la tintura química.
Este parecía dormido profundamente, y su esposa se acostó sin sueño, con el ánimo más dispuesto a la centinela que al descanso.
Quedose dormido el buen señor, que por haber pasado muy mala noche, tenía sueño atrasado, y Fortunata permaneció a su lado sin chistar ni moverse por no turbar su descanso.
Mas era tanta la alegría de la esposa al verle enmendado, que no pensaba que aquella enmienda fuera como un descanso, para emprenderla después con más brío por esos mundos de Dios.
A medida que las niñas iban creciendo, disminuía para la madre parte del trabajo material, pero este descanso se compensaba con el exceso de vigilancia para guardar el rebaño, cada vez más perseguido de lobos y expuesto a infinitas asechanzas.

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