Ejemplos con culminantes

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Hay dos momentos culminantes en su vida: el día en que se le entrega una medalla costeada por suscripción pública, como homenaje a la cantora del ideal de una patria mejor, el día en que se gradúan sus primeras discípulas, prenda de algo que ayudaría a hacer mejor el destino de la patria.
Los Cantores a lo Divino son los poetas populares que, desde tiempos de la Colonia, han puesto en décimas rimadas los misterios de nuestra fe, los momentos culminantes de la Historia de la Salvación, y los han transmitido de generación en generación, hasta el día de hoy.
Los puntos culminantes incluyen la vegetación nativa de la California meridional, árboles frutales, aguacates y cítricos históricos raros, vegetación de las islas de canal de California, una gran colección de Cycas, coníferas, Palmeral, jardines de la comunidad, y un jardín de los niños.
La confrontación de Elsa y Ortrud en el segundo acto es uno de los momentos lirico-dramáticos culminantes de la literatura wagneriana, antecedido por la imprecación de la diabólica Ortrud Entweihte Götter!.
Hicieron su biografía sobre el infatigable explorador, entre los que son culminantes el de Pedro Kramer, secretario de la Sociedad Geográfica de Bolivia, y el del Director de la Biblioteca de Buenos Aires, siendo también merecedores de loa los breves apuntes de Mendiburu y de Raimondi.
Se consideran como puntos culminantes de la pintura danesa de la época sus interpretaciones pictóricas de lo que le rodeaba, escenas de la vida cotidiana de la ciudad de Copenhague y sus alrededores.
De este último destaca en sus escritos el interés por la continuidad musical que el húngaro resucita: la música continua, el avance sin desarrollo y sin puntos culminantes.
En cuanto a su papel en la historiografía española, es una de las obras culminantes del género de las crónicas en latín en la Península, que en este siglo llega precisamente a sus más altas cotas, justo en el momento en el que las crónicas romances empiezan a dar sus primeros pasos en forma de escuetos anales.
La actuación fue uno de los momentos culminantes de la noche con el público cantando másivamente el tema.
Tomó la pluma para contestarle, adoptó el mismo tono amical y jocoso, le dio cuenta de su vida y de las noticias más culminantes en el pueblo.
Pero el bohemio los exageró, ensalzándolos como si fuesen los hechos más culminantes de la guerra.
Hombre más salado no he visto, y si en la primera visita me cautivó por su gracejo, cuando el trato afinó mi conocimiento, le admiré por su talento macho y por la viveza con que percibía y atrapaba las ideas políticas culminantes en cada día, y la claridad con que veía la fase de razón de esa idea, la fase de oportunidad y la fase de peligro.
Componían la , o si se quiere, el pisto manchego, tres individuos por cada uno de los cuatro partidos de oposición: por el carlismo tres neos hidrófobos, por el alfonsismo tres reverendos caballeros de los de alba camisa, únicos poseedores de lo que se llama , esto es, planchado con brillo, por los radicales tres añejos progresistas, y por los republicanos los más culminantes del partido.
De confianza en confianza, hizo don Toribio historia de los hechos culminantes de su vida, ya bastante larga, pues andaba al ras de los setenta.
Los que podían ver algo en medio del conjunto neblinoso que formaban en el presbiterio las figuras culminantes, veían tan sólo caras pálidas y aburridas en medio de un centelleo mágico de piedras preciosas y entre el brillo de rasos y tisúes.
Se ve que estos soldados de fortuna a quienes la guerra llevó rápidamente a las cabeceras de la jerarquía militar, y estos políticos criados en los clubs, recriados con presuroso ejercicio literario en las tareas del periodismo, lanzados unos y otros a la lucha política en los torneos parlamentarios y en el trajín de las revoluciones, sin preparación, sin estudio, sin tiempo para nutrir sus inteligencias con buenos hartazgos de Historia, sin más auxilio que la chispa natural y la media docena de ideas cogidas al vuelo en las disputas, se ve, digo, que al llegar a los puestos culminantes y a las situaciones de prueba, no saben salir de los razonamientos huecos, ni adoptar resoluciones que no parezcan obra del amor propio y de la presunción.
Fueron hechos culminantes en el paso de un año a otro: el pronunciamiento de Alicante, capitaneado por un fogoso aventurero, Pantaleón Bonet, hombre audacísimo, cortado por el patrón de Ramón Cabrera con todas sus cualidades y defectos, la mudanza de la familia Carrasco de la Cava Baja a la calle Angosta de Peligros, la sublevación de Cartagena con nombramiento de Junta , que presidió un D.
¿No lo ves así? ¿Por ventura tu inteligencia no se recrea en estos ejemplos vivos? ¿Los hombres culminantes que sobresalen en este hormiguero, no te cautivan ya, despertando en ti la admiración, ya que no el deseo de imitarlos? Medita un poco, y si tus devaneos no te han privado de la facultad de discernir, verás en Córdova la representación más alta de la inteligencia y la voluntad en tres órdenes distintos, el militar, el político y el diplomático.
En medio de la diversidad de especies que corrían, había conformidad en algunos puntos culminantes, uno de los cuales era el siguiente:
En medio de la diversidad de especies que corrían, había conformidad en algunos puntos culminantes, uno de los cuales era el siguiente:.
En presencia de hechos tan culminantes como la jornada de Brumario, como el saco de Roma por Borbón, como la ruina de Jerusalén, ¿qué psicólogo, ni qué historiador podrá determinar los pensamientos que les precedieron o les siguieron en la cabeza de Bonaparte, Carlos V y Tito? ¡Responsabilidad inmensa la nuestra! Para librarnos en parte de ella, refiramos palabras, frases y aun discursos del mismo emperador orbajosense, y de este modo cada cual formará la opinión que le parezca más acertada.
Leonardo se hallaba a su lado, teniendo por la brida el brioso caballo, y ya por divertirla de sus tristes ideas, ya por echarla de , comenzó a describir los puntos culminantes del magnífico panorama que tenían a la vista.
Era hermoso, cuanto puede serlo el maniquí de un sastre parisiense, y había recibido la más acabada educación en los mejores picaderos, garitos y otros puntos culminantes de Madrid: en todas partes, menos en la universidad.
Y en cuanto a sus peroraciones frecuentes, ¡vayan ustedes a conocer que aquellas palabras culminantes de su oratoria, que son su delicia, las escribe con q!.
A ratos se encerraba en su despacho y ensayaba a toda voz desde el sillón de su mesa, con la salvadera en la mano, los párrafos culminantes de su discurso.
Mas por grandes que sean mis propósitos de reducirme todo lo posible en mi tarea, no he de omitir la mención siquiera de lo que más halagaba y seducía los apetitos del marqués durante su peregrinación por tantos y tan culminantes lugares: las celebridades políticas de todos los Estados europeos, que veraneaban dispersas, y con las cuales se topaba acá y allá, con sus respectivos cortejos de admiradores y de parásitos, los estadistas de segunda categoría, harto más ceremoniosos y teatrales que los de primera: los unos haciendo vida aparte y dejándose sentir, como el sol, desde muy lejos, o entre nubes, los otros, invadiéndolo todo con su pompa de relumbrón, presidiendo las mesas, los bailes, las jiras y hasta las salas de duchas o de inhalaciones.
Indudablemente el Chiripa lograría su objetivo, y ni que decir tenía que ellos habían de quedar como los mismísimos ángeles, después de lo cual, las contratas caerían sobre ellos como lluvias torrenciales, la fama llevaría sus nombres coreados por vítores y aplausos de zona a zona, y la Prensa reproduciría sus rostros y sus hechuras en todos los momentos más solemnes y culminantes de su vivir.
A veces se pasa de la historia natural a la política, y recuerda algunos hechos culminantes, pero todos tienen también que ver con su hacienda: no es mucho, pues, oírle mentar el año de las contribuciones dobles, el año de la entrada de los franceses, el año de la entrada de los facciosos, o el año de aquel jaleo en que subieron tanto los jornales.
Un periódico popular de la época, conservador todavía, daba cuenta de la carta del doctor Adambis, copiando los párrafos culminantes.
Y temas así, -culminantes y durables, y de valor humano.

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