Ejemplos con crecen

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Muchos cultivos crecen fácilmente en sus tierras y se puede cultivar sin heladas durante al menos seis meses del año.
Tiene dos alas en desarrollo al costado de su cabeza, las cuales crecen para ser enormes cuando evoluciona.
Dratini nace bastante grande, y al estar cubierto por su piel, ellos crecen bastante.
Las inflorescencias crecen en una depresión de la base donde recoge el agua de lluvia.
Shelgon se conoce como el Pokémon de la resistencia por dos razones: se sienta dentro de su cáscara y sueña con que le crecen alas y se convierte en un hermoso dragon, y tiene una alta defensa para soportar ataques de gran alcance.
La mayor parte de la investigación sobre estas especies endémicas de los suelos derivados de serpentina ha demostrado que las mismas crecen vigorosamente cuando se las cultiva en otro tipo de suelos.
Nacen los pueblos, crecen, progresan, la cabana se convierte en castillo y después en fábrica, se forman las enormes ciudades de millones de hombres, sobrevienen después las catástrofes, las guerras por el pan que escasea para tantas gentes, las protestas de los desposeídos, las grandes matanzas, y las ciudades se despueblan y caen en ruinas.
¡Oh tú, mi dulce estrella de la tarde, que lanzas desde el fondo del cielo tu suave resplandor! El wagneriano canto le hizo recordar otra estrella aparecida en un momento doloroso de su existencia, y de nuevo olvidó el presente y quedó inmóvil en su asiento, como un cuerpo sin alma, como un fakir en rígida meditación, en torno del cual crecen las lianas y se enroscan las serpientes mientras su espíritu vive a miles de leguas.
Keleffy viajaba por América, porque le habían dicho que en nuestro cielo del Sur lucen los astros como no lucen en ninguna otra parte del cielo, y porque le hablaban de unas flores nuestras, grandes como cabeza de mujer y blancas como la leche, que crecen en los países del Atlántico, y de unas anchas hojas que se crían en nuestra costa exuberante, y arrancan de la madre tierra y se tienden voluptuosamente sobre ella, como los brazos de una divinidad vestida de esmeraldas, que llamasen, perennemente abiertas, a los que no tienen miedo de amar los misterios y las diosas.
Nadie en Madrid pidió cuentas a Currita de la sangre de Velarde, derramada a la vista de todos por culpa suya, y ahora le arrojaban al rostro la de Sabadell, de la cual se hallaba inocente y hubiera ella rescatado con gusto a costa de cualquier sacrificio Porque el dolor de la dama fue en realidad grande, aunque no expansivo ni alborotado, uno de esos dolores, por decirlo así, secos, propios de las almas enérgicas, que se repliegan sobre sí mismos en el fondo del corazón como para no perder su energía, a la manera que el gladiador herido encuentra fuerzas en su misma agonía para encoger el cuerpo y doblar los músculos, e intentar un último y más formidable avance Aquella débil mujercilla encerraba en su endeble cuerpo una de esas almas enérgicas que se crecen a la vista del peligro y lo desafían, y no necesitan en el dolor apoyo ni cómplices en el crimen, bastábase ella misma a sí misma, y sacudiendo los terrores que la habían invadido la víspera, con el vigoroso empuje del toro que arroja lejos de sí los rejones que le lastiman y embarazan, aprestóse a la defensa, decidida a arrostrar a pie quieto y con firmeza todas las consecuencias de aquella horrible noche.
Entonces, apoyado en nudoso tallo, cortado a la subida, bajaba yo lentamente, cargado de flores: irídeas de subido escarlata, que a millares crecen entre las piedras de la vertiente, patas de león , simpáticas moradoras de las umbrías, buvardias que se me antojan talladas en coral, helechos que parecen tiras de raso, musgos raros, frutos desconocidos, guías enflorecidas de cierta campánula blanquecina que huele a miel virgen.
Ande, señor gobernador dijo otro, que más el miedo que las tablas le impiden el paso, acabe y menéese, que es tarde, y los enemigos crecen, y las voces se aumentan y el peligro carga.
No comen respondió don Quijote, ni tienen escrementos mayores, aunque es opinión que les crecen las uñas, las barbas y los cabellos.

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