Ejemplos con contrarias

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El sargento de Córdoba, Andrés Quercó, al ver que el enemigo arrebataba una de las banderas del regimiento, pasó por entre las filas contrarias y llegando al punto donde estaba la bandera, se apoderó de ella dando muerte al que la empuñaba y se reunió después con su Cuerpo en Puertollano, ostentando su glorioso trofeo.
Fue partidario de unirse a las facciones de su partido contrarias a la actitud prosiria de Karim Pakradouni.
Ayudando a algún jugador perteneciente a su misma facción que esta manteniendo una lucha con jugadores de facciones contrarias.
Simplemente activando el status de dispuesto a luchar con otros jugadores de facciones contrarias.
Esto ha provocado varias manifestaciones contrarias a la realización de la carrera en forma anual.
Durante esos días continuaron las declaraciones contrarias a la visita por parte de las autoridades marroquíes.
Un hereje, en cambio, es una persona que cree en la divinidad de Jesús pero que también posee creencias que contradicen los dogmas católicos, mientras que un cismático es una persona que no posee creencias contrarias a los dogmas católicos, pero niega la autoridad de la Iglesia Católica.
ANC se forma a partir de una escisión de Alternativa Popular Canaria protagonizada por las personas contrarias a la integración de ésta en Alternativa Sí Se Puede por Tenerife.
Había que ir a las Indias recién descubiertas, y el marino catalán o el genovés permanecían aquí en el estrecho semanas y semanas luchando con la atmósfera y el agua contrarias, mientras los gallegos, los vascos, los franceses é ingleses, que habían salido al mismo tiempo de sus puertos, estaban ya cerca de América Por fortuna, la navegación a vapor nos ha igualado a todos.
Y tales cosas dijo Currita, y tales protestas hizo, y con tal acento las pronunció, que el mismo Butrón con ser tan ducho, se quedó perplejo, y entre las afirmaciones contrarias de aquellas dos condesas igualmente tramposas, sólo sacó en claro una nueva confirmación de aquel principio práctico que de toda la vida había profesado: la mujer aborrece a la serpiente por celos y envidias del oficio.
A casi nadie se le mostraba, pero ella, que tenía muy rara condición y muy contrarias propensiones en el espíritu activo e infatigable, tal vez después de trotar y galopar y dar saltos peligrosos en su caballo negro, durante dos o tres horas, tal vez después de haber limpiado, bañado y frotado con complacencia su hermoso cuerpo, que del valiente ejercicio había vuelto cubierto de sudor, rebosando ella salud, en todo el brío de la mocedad y en todo el florecimiento de la belleza plástica, se sentía llena de ímpetus ascéticos, y abriendo su cuadro, le contemplaba largo tiempo, y las lágrimas acudían a sus ojos, y acudían a sus rojos labios plegarias inefables que ella murmuraba y apenas articulaba.
Yo te enseñaré a ser práctica, y cuando pruebes el ser práctica, te ha de parecer mentira que hayas hecho en tu vida tantísimas tonterías contrarias a la ley de la realidad.
Estas tan contrarias muestras y señales tenian suspenso el infinito pueblo que desde la ribera les miraba: bien conocieron por algunas insignias que aquel navío menor era la capitana del baron de Lansac, mas no podian alcanzar cómo el otro navío se hubiese cambiado con aquella poderosa nave, que en la mar se quedaba, pero sacólos desta duda haber saltado en el esquife, armado de todas armas, ricas y resplandecientes, el valeroso Ricaredo, que a pié, sin esperar otro acompañamiento que aquel de un innumerable vulgo que le seguia, se fué a palacio, donde ya la reina puesta a unos corredores estaba esperando le trujesen la nueva de los navíos.

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