Ejemplos con confusión

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Regía allí la ley de razas, si no por colores, por posiciones o categorías, y se guardaban las distancias hasta en la casa de Dios, único punto de la tierra en que es un hecho la decantada igualdad social, menos cuando se trata de esos ridículos términos medios entre la confusión de las grandes poblaciones y la tranquila sencillez de la vida campestre.
Aun en los críticos reina extraña confusión sobre la índole y límites de este modo de escribir, relativamente moderno.
De seguir la misma política de tolerancia religiosa, de confusión de razas, de trabajo industrial y agrícola, con preferencia a las empresas militares, ¿dónde estaríamos ahora?.
No eran allí escasas la algazara y la confusión los domingos por la tarde.
Y se rascaba la frente oyéndoles, con cierta confusión.
En la plazoleta se produjo una confusión indescriptible.
Pepeta comenzó a dar gritos queriendo imponer su autoridad en esta confusión.
Los chicos quemaban petardos y cohetes chinos, y todo era bullicio y confusión.
Un taller que se perdía de vista, ocupando todo el último piso del caserón, un bosque de maderos y cuerdas, invadidos por las telarañas, una confusión de telares que, inactivos y muertos, parecían siniestras guillotinas, complicadas máquinas de tormento.
Comenzó la confusión de la despedida.
En esta confusión, cuando Juanito, sacando los codos, guardaba de empujones a las dos mujeres, vio a corta distancia a su familia y la del señor Cuadros.
Todo el día siguiente estuvo con la misma confusión en su mente.
Pues repito que eso del estado interesante es una papadijo la viuda llena de confusión.
Tornó a su faena dejando a la otra en la mayor confusión.
Y la virgen y confesora llegó a tal grado de confusión, que no daba ya pie con bola.
El escondite de su amiga la llenaba de confusión, porque era un engaño, un fraude, una superchería indigna de personas formales.
Se devanaba los sesos en el torniquete de su desvelo para averiguar el sentido de tal fenómeno, y llegó a figurarse que de los restos fríos de Mauricia salía volando una mariposita, la cual mariposita se metía dentro de la y la transformaba ¡Cosa más rara! ¡El mal extremado refundiéndose así y reviviendo en el bien más puro! ¿Pero no podría ser que Mauricia, arrepentida y bien confesada y absuelta, se hubiera trocado, al morir, en criatura sana y pura, tan pura como la misma santa fundadora o más, o más? ¡Qué confusión, Dios mío! Y que no haya nadie que le explique a una estas cosas.
Pasaba lo de la anarquía y aun lo del matrimonio, pero en llegando a que todo es Naturaleza, reinaba gran confusión en el auditorio, y doña Nieves, tomando el caso a broma, pedía mayor claridad.
Basilio, viendo una salida favorable de la confusión en que su contrincante le metía, ¿qué tiene que ver? Lógica, señores, lógica.
Mi tíaañadió el clérigo, me ha contado los horrores de esta noche Mi hermano maltratado, herido, usted entrando en casa a deshora, y entrando para recoger su ropa y marcharse, rompiendo la armonía conyugal y dejándonos a todos en la mayor confusión.
La mente de la viuda, en la cual hasta entonces todo era confusión y vaguedades, empezó a dar de sí los juicios más extraños, ideas de atrevido alcance y de un pesimismo aterrador.
Pues ea no me casarédijo la novia en el colmo ya de la confusión.
El aviso, puntualmente transmitido por Olmedo, de la visita del cura puso a Fortunata en gran confusión.
Tras de la cólera y la confusión vino el abatimiento, y se sentía tan rendida físicamente como si hubiera estado toda la mañana ocupada en alguna faena penosa.
La sorpresa y confusión que a doña Lupe causaba esto no hay para qué decirlas, y no se satisfacía con las explicaciones que su sobrinito daba.
La confusión y curiosidad del anciano llegaron al colmo cuando Barbarita, al subir la escalera de la casa, le dijo con cierto misterio: Dame esos paquetes, y métete este armatoste debajo de la capa.
Te digo formalmente que me llenas de confusión, porque para chanza me parece mucha insistencia, y si fuera verdad, no lo habrías tenido tan guardado hasta ahora.
Las tres se reían viendo la sorpresa y confusión de Moreno, que era una excelente persona, como de cuarenta y cinco años, célibe y riquísimo, de aficiones tan inglesas que se pasaba en Londres la mayor parte del año, alto, delgado y de muy mal color porque estaba muy delicado de salud.
Esta confusión es un bien, y gracias a ella no nos aterra el contagio de la guerra social, porque tenemos ya en la masa de la sangre un socialismo atenuado e inofensivo.
Es curioso observar cómo nuestra edad, por otros conceptos infeliz, nos presenta una dichosa confusión de todas las clases, mejor dicho, la concordia y reconciliación de todas ellas.

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