Ejemplos con concierto

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Toda la plaza es ya un concierto altivo de metal amarillo, de rebuznos, de risas, de coplas, de panderetas y de almireces.
Ahuyentaría o ignoraría los espectros recónditos, que, de vez en cuando, se entrometen a perturbar el buen concierto de las potencias del alma y anublar la cálida luz del corazón, esos espectros que, aunque ofuscaciones de la imaginación, se proyectan sobre el mundo exterior en forma de figuras odiosas y agresivas, como si de veras existiesen en carne y hueso, y son sólo alucinaciones.
No, nada de compras pero esta noche quería ir al concierto a lucir el espejo mira tú, ni las de Amézaga ni esa jamona de Luisa Natal lo tienen ni sabían que en Vichy lo hubiese van a quedarse de una pieza anda, Periquín, que sí, ¿verdad? Una vez, hombre anda.
Conquistaremos a ese hermano fiero, e irá usted una noche al Casino: ¡no faltaba otra cosa! ¿Se había usted de marchar de Vichy sin ver el teatro, y sin asistir al concierto? Eso sería inaudito.
Y la voz de ambas hermanas se fundió en un concierto de risitas de placer y orgullo, ambas volvían a ver el estanque helado, los árboles cubiertos de encajes de escarcha, la brumosa mañana, y la figura juvenil del rey, con su rostro pálido de frío, su cuerpo esbelto, sus modales sueltos y elegantes, y su sonrisa entre picaresca y cortés, al inclinarse para felicitar a la ágil patinadora.
En conjunto el gran edificio se asemejaba a un concierto de voces que convidasen a la existencia rápida y fácil de nuestro siglo.
Otra noche asistí a un concierto.
De los corrales salía un discordante concierto animal: relinchos de caballos, mugidos de vacas, cloquear de gallinas, balidos de corderos, ronquidos de cerdos, un despertar ruidoso de bestias que, al sentir la fresca caricia del alba cargada de acre perfume de vegetación, deseaban correr por los campos.
hablar largamente en su artículo es del concierto que hubo el jueves en casa de la condesa del Montijo.
¡perdone usted por Dios! Ni un baile, ni un concierto, ni un alma en el Prado, ni un carruaje en la Castellana.
Los de Ido llevaban la voz cantante en este concierto de alabanzas, y daba gozo ver a D.
No, yo no soy más que un accidente del concierto total, yo no me pertenezco, soy un fenómeno.
Entró Guillermina, que también hubo de llevar sus notas de alegría al concierto general.
Todos estaban suspensos y alborozados, aguardándome, deseosos ya de embestir con el bajel que a los ojos tenían, porque ellos no sabían el concierto del renegado, sino que pensaban que a fuerza de brazos habían de haber y ganar la libertad, quitando la vida a los moros que dentro de la barca estaban.
Pero, ¿dónde se hallará amigo tan discreto y tan leal y verdadero como aquí Lotario le pide? No lo sé yo, por cierto, sólo Lotario era éste, que con toda solicitud y advertimiento miraba por la honra de su amigo y procuraba dezmar, frisar y acortar los días del concierto del ir a su casa, porque no pareciese mal al vulgo ocioso y a los ojos vagabundos y maliciosos la entrada de un mozo rico, gentilhombre y bien nacido, y de las buenas partes que él pensaba que tenía, en la casa de una mujer tan hermosa como Camila, que, puesto que su bondad y valor podía poner freno a toda maldiciente lengua, todavía no quería poner en duda su crédito ni el de su amigo, y por esto los más de los días del concierto los ocupaba y entretenía en otras cosas, que él daba a entender ser inexcusables.

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