Ejemplos con comuneros

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Una semana después los comuneros de Santa Rosa de Suyo, sin apoyo de su burgomaestre se unen a este grupo que inicia una propuesta de intangibilidad de San Lorenzo y Suyo.
El primer movimiento revolucionario que vivió la Nueva Granada fue el de los comuneros de la Provincia de Socorro, quienes capitaneados por Antonio Berbeo y liderados por José Antonio Galán Zorro, marcharon hacia Santafé protestando por la restricción al comercio de tabaco y el impuesto de Barlovento.
La cesantía de los corregidores del Cabildo vinculados con los comuneros, ocupando los cargos vacantes con partidarios del Virrey.
Ha tenido una notable difusión popular mediante el poema épico Los Comuneros, de Luis López Álvarez, musicalizado por el Nuevo Mester de Juglaría.
Así pues, los comuneros se hicieron fuertes en el centro de la Meseta, y en otros núcleos, como Murcia, más alejada de la Meseta.
Los comuneros se vieron entonces obligados a tomar una posición, defendiendo a los sublevados o a sus señores.
Los comuneros organizaban sus milicias en las principales urbes con el objetivo de asegurar el éxito de la rebelión en la ciudad y sus alrededores, sufragando los gastos con el dinero recaudado en impuestos y en imposiciones.
Poco a poco, Toledo fue perdiendo influencia dentro de la Junta, y con la ciudad, también perdía influencia su líder, Juan de Padilla, aunque no así popularidad y prestigio entre los comuneros.
Todo intento de negociación entre los comuneros y los virreyes fracasó, debido a que ambos bandos contaban ya con un ejército y ansiaban vencer al enemigo.
La toma de Tordesillas supuso una seria derrota para los comuneros, que perdían a la reina Juana, y con ella, sus esperanzas de que ésta atendiera sus pretensiones.
Tras la derrota de Tordesillas, los comuneros comenzaron a reagruparse en Valladolid, donde se estableció la Junta, pasando la ciudad del Pisuerga a ser la tercera capital del movimiento, tras Ávila y Tordesillas.
Ayala y Acuña, conscientes de esta situación, decidieron cercar Burgos, el primero por el norte y el segundo por el sur, buscando el levantamiento de los comuneros burgaleses.
Los comuneros burgaleses hubieron de rendirse, siendo el último intento de rebelión acontecido en la cabeza de Castilla.
Así pues, después de los últimos fracasos sufridos por los comuneros, Padilla deseaba obtener un triunfo para elevar la moral de la tropa y de todo el movimiento.
Asimismo, el Condestable comenzó a enviar tropas a la zona de Tordesillas, a modo de refuerzos y como guarnición ante los comuneros.
Mientras tanto, los comuneros, reforzaron sus efectivos de Torrelobatón, pero su ejército no se encontraba del todo cohesionado, por lo que Padilla manejaba la posibilidad de desplazarse hasta Toro en busca de refuerzos.
La batalla se saldó con prácticamente mil bajas por parte de los comuneros y el apresamiento de sus líderes principales: Juan de Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado.
A partir del siglo XIX, comenzó a rehabilitarse la figura de los Comuneros, restituyéndoles como precursores de la libertad y mártires del absolutismo.
Se iniciaron entonces los homenajes a los comuneros por parte del gobierno liberal en el poder.
A partir de ese momento comenzó a ensalzarse la figura antidéspota, nacionalista y liberal de los comuneros, como defensores de las libertades frente al absolutismo y de la identidad nacional frente a la extranjera, representada por los flamencos.
En medio de estos incidentes, la policía abrió fuego contra los comuneros, quienes huyeron del lugar.
Los comuneros se llevaron el cuerpo de Matías Catrileo por temor a la alteración de las pruebas, mientras seguían escapando de la policía.
Según el estudio hecho por Fernándo Martinez Gil, el Señor de Totanés Don Henado de Ávalos, era uno de los comuneros toledanos más ricos.
En la guerra de Los Comuneros apoyó a estos pero tras la derrota en la batalla de Villalar se le concedió el perdón por Carlos I,.
Es conocida su respuesta a los comuneros que le pedían que no aceptase el cargo de regente, a lo que contesto que su casa se había hecho sirviendo a los reyes de Castilla, por lo que en defensa del emperador perdería la última gota de su sangre.
Pero pese al entusiasmo presente entre los rebeldes, estos decidieron mantenerse en sus posiciones de los Montes Torozos, sin lanzar ningún ataque, lo que provocó que muchos de los soldados comuneros volvieran a sus casas, cansados de esperar los sueldos y nuevas órdenes.
Tras la vuelta al orden de Toledo, el nuevo corregidor de la ciudad acató las órdenes recibidas de restablecer al completo la autoridad del rey en la ciudad, dedicándose a provocar a los antiguos comuneros.
Por este motivo, figuraba entre los diez comuneros de mayor fortuna material.

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