Ejemplos con comedida

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Estaba claro que el rey no pretendía que Humboldt se implicara de nuevo de forma seria en política y éste hizo uso de su lugar de honor de forma comedida.
Dueño de una sólida educación y grandes conocimientos literarios, Mahon aporta a la tumultuosa Irlanda del Norte una voz poética seria, moderada e incluso comedida.
Todo lo que en el discurso estilístico era comedida seria, aquí debe ser absolutamente exagerado, teatralizado y con todo tipo de adornos gestuales de tono de voz exultante y todo ello para ensalzar cuanto más mejor al personaje o acontecimiento que estamos memorando.
Frugalidad es la adquisición de bienes y servicios de manera comedida y recursiva usando bienes y servicios propios para conseguir objetivos a largo plazo.
En medio de todas las alabanzas que Shackleton recibió por parte de la comunidad de exploradores, incluidos Fridtjof Nansen y Roald Amundsen, la reacción de la Royal Geographical Society fue más comedida.
Por hacer tiempo a que llegara su amo nos llevó al aposento alto en que moraba, en el cual admiré el buen arreglo y la comedida elegancia de un vivir modesto y dichoso.
La sociedad comedida y reglamentada del siglo XIX, no permitía ciertas audacias.
La cena comedida, gustosa, nuevo lazo de afecto y confianza, acabó de embelesarle y de rendir absolutamente su voluntad.
Dijo la primera palabra Zaragoza con voz que empezó un tanto brusca y acabó por ser comedida.
Y a la mañana siguiente muy temprano, cuando yo no había salido aún de mi cuarto, sentí discretos golpes de nudillos en la puerta, y a poco una voz comedida y grave que decía: Sr.
Más comedida y resignada que su esposo, Doña Leandra lo llevó con paciencia, diciendo que Dios no les abandonaría, y que si la chica no se aferraba tontamente al cariño de aquel mal hombre, no sería difícil que se le presentase nuevo partido.
El maestro Joseph de Valdivieso habló de lo que honraron a Juan Bellino la señoría de Venecia, a Durero el Emperador Maximiliano, a Andrea Mantegna el Marqués de Mántua, y a Rafael el Papa León X, y Don Antonio de León, relator del Supremo Consejo de Indias, después de considerar la cuestión como letrado, escribió en el estilo propio de la época que cuando la industria humana, haciendo vislumbres de divina, y con un hechizo de los ojos, en fantásticas formas, satisfaciendo al más noble de los sentidos, hurta los pinceles a la naturaleza, y hace parecer con alma lo que aún no tiene cuerpo, ¿qué ley, qué razón le puede negar el más singular privilegio o la menos comedida exención? A tanta eminencia cede la mecánica imposición de la alcabala.
Para su tranquilidad, le diré que el enojo de esta familia mujeril ha sido y es muy leve: Gracia lo expresó con su natural vehemencia, Demetria, más comedida, y poniéndose siempre en lo razonable, alegó, en disculpa del caballero libertador, la magnitud de las ocupaciones de este y la necesidad en que se veía de consagrar toda su atención a personajes y asuntos de Madrid.
Su palabra es fácil, gramatical, opaca, comedida en las disputas, su elocuencia propiamente ilustrada, muy propia para unos tiempos en que la política es el arte de un conversar ameno sobre todas las cuestiones.
A mí me proporcionó un ejemplar el duque Decazes, y no pude resistir a la tentación de enviársela por el correo, con una fajita, a mademoiselle Dosne ¡La cara que pondría! ¡Ella que es tan pulcra, tan comedida!.
¡Vaya si era guapo! ¡Qué modo tenía de mirarla! Sus expresivos ojos sabían decir cuanto callaba su comedida lengua.
La carta era tan fina, tan discreta y comedida, que no vacilamos en reproducir algunos párrafos de ella.
Los excesos del lujo, que generalmente traen el mal gusto, eran allí, o al menos a mí me lo parecía, un esfuerzo sublime de la imaginación, comedida siempre en su delirio.
Informóse del paje la astuta Claudia de la calidad y condiciones de su señor, de su renta, de su inclinacion y de sus entretenimientos y ejercicios, como si le hubiera de tomar por verdadero yerno, y el paje, diciendo la verdad, le retrató de suerte que ella quedó medianamente satisfecha, y envió con él la dueña del con la respuesta, no ménos larga y comedida que habia sido la embajada.
Pero no fue así, porque, habiendo entreoído el Caballero del Bosque que hablaban cerca dél, sin pasar adelante en su lamentación, se puso en pie, y dijo con voz sonora y comedida:.
Luscinda, Dorotea, la ventera, su hija y Maritornes, llevadas del nuevo y para ellas nunca visto traje, rodearon a la mora, y Dorotea, que siempre fue agraciada, comedida y discreta, pareciéndole que así ella como el que la traía se congojaban por la falta del aposento, le dijo:
Era preciso que en su apariencia comedida, modesta, honrada y grave revelara la dignidad con que pasaba de su estado miserable a otro esplendoroso.
Bien fingida estaba la voz del cardenal della Gamba, cierta es su lascivia que mal se contiene en público, pero aun cuando estalle a solas con su barragana, no será como tú la imitaste, sino meliflua, comedida en la apariencia, y más parecida a la del gato que a la del caballo fogoso: tus groseros instintos de histrión no pueden comprender cómo es el vicio de un príncipe de la Iglesia, superior a tus fuerzas es el remedo que emprendiste, tu lenguaje inverosímil, y así, pronto empecé a dudar que fueras quien decías, y de duda en duda llegué a conocerte, porque al decir aquellas lindezas imitadas de mis comedias, recitábaslas con la falsa entonación que en los ensayos tantas veces te he reprendido, con que ahora, purga con esta pena el delito de mal farsante, ya que no eres el Cardenal culpable, a quien desde luego perdono, y admito como partícipe en las delicias de este tálamo.
La cena comedida, gustosa, nuevo lazo de afecto y confianza, acabó de embelesarle y de rendir absolutamente su voluntad.
Dijo la primera palabra Zaragoza con voz que empezó un tanto brusca y acabó por ser comedida.
Y a la mañana siguiente muy temprano, cuando yo no había salido aún de mi cuarto, sentí discretos golpes de nudillos en la puerta, y a poco una voz comedida y grave que decía: «Sr.
Pero aunque la intervención del presidente fue cortés y comedida, el general no quiso añadir una frase más, en bien ni en mal, a las que había pronunciado, y se sentó de pronto con los bigotes erizados y enseñando los dientes, como un mastín después de haber llevado una paliza.
Mandó a su casa con un mozo de la fonda a buscar unos instrumentos y una vecina comedida fue con las recetas a la Botica.
¡y tan comedida!.
Se le acobardaban los ojos enfrente de los míos, era mucho más comedida en sus regocijadas expansiones, y le daban qué hacer los frunces de su delantal cuando hablábamos solos, tanto como las ideas y las palabras que empleábamos en la conversación.

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