Ejemplos con clemencia

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Padre Jesús de la Salud y Clemencia.
Bajo el título Hubo clemencia, la prensa se plegaba a las consignas del régimen sin que se oyera una palabra disonante.
Franco había hecho oídos sordos a todas las peticiones de clemencia que le habían llegado, desde el Papa Pablo VI, hasta su propio hermano Nicolás Franco, pasando por el Primer Ministro sueco, Olof Palme y el presidente de México, Luis Echeverría Álvarez.
Tuvo cinco hijos: José Eugenio, Clemencia Consuelo, Jesús María, Matilde Asunción y Eugenio de Jesús.
La fiera le atrapa con sus garras y se dispone a comerle pero finalmente se apiada por los gritos de clemencia del insignificante animal y le libera.
Los burgueses arrepentidos pidieron clemencia.
¡La matanza fue atroz, la victoria completa y Texas libre! Al día siguiente el general Antonio Lopez de Santa Anna, autodenominado Napoleón del Oeste, recibió de un adversario generoso la clemencia que él le había negado a Travis en El Álamo y a Fanin en Goliad.
En segundas nupcias se casa con María Clemencia Pérez, dama colombiana con quien tiene dos hijos Josué Nicolás y Mateo Nicolás, a quien admira fervorosamente por ser la compañera ideal con quien sueña todo hombre, y que a pesar de hacer honor a las tradiciones de su patria ama al Paraguay a través del amor a su marido y a sus hijos, aceptando con paciencia la intensa actividad pública que corresponde a una nutrida agenda social y cultural de un hombre con interminables viajes.
Del primitivo conjunto funerario del rey sólo queda la losa con el relieve del monarca yacente, rodeada de una fina cenefa con decoración vegetal que se fecha a mediados del siglo XIII, ya que es entonces cuando Teobaldo I encarga el sepulcro de su tío y de su tía, Clemencia de Toulouse.
Ayesterán persiguió sin clemencia a los generales montoneros Angel María Salcedo, Baldovino Sánchez y al Coronel Meliton Mora, cabecillas visibles del conglomerado liberal que seguía los alzamientos del General Juan Pablo Peñaloza.
El mismísimo obispo Villarroel le contó al Consejo de Indias que en la iglesia de la Merced, la figura de San Pedro Nolasco se giró hacia la de la Virgen María para pedir que intercediera para salvar a los habitantes de la ciudad, mientras que Diego de Rosales afirma que la figura de Nolasco se giró hacia la del sagrario para pedir clemencia directamente hacia Dios.
El Séptimo Espada se desespera tras serle negada la clemencia y comienza un argumento en el que cuestiona la autoridad de los shinigamis sobre la protección de los humanos y el asesinato de los Hollow.
No obstante si se ve en dificultades serias su serenidad se deshace y muestra una imagen lastimera que no duda en suplicar clemencia.
Pero la clemencia parece que ha autorizado desmanes de la mayor gravedad.
Se pidió clemencia para el sentenciado y Balmaceda contestó: He querido ser clemente, por eso se enviaron a Iquique los detenidos y por eso otros fueron puestos en libertad.
Togodumno murió poco tiempo después, aunque Carataco sobrevivió y terminó sus días como huésped de Roma, tras pedir clemencia a Claudio, tanto para él como el resto de su familia que se postró a los pies del emperador.
Las medidas de clemencia y una preferencia a la Diputación rebelde ante la monárquica, permitiendo seguir en el cargo a diputados que habían sido opositores, trajeron alguna división pero pacificaron el país.
Septimius se ve conmovido por esto y ruega clemencia a Valens, que, sin embargo, condena a los dos a muerte.
Manuel de Jesús Jiménez se casó con Clemencia Rojas Román.
Hugo cumplió su misión tan bien que una delegación de reyes irlandeses tuvo que pedirle clemencia a Enrique II.
Hay que pensar que toda la disquisición de Séneca sobre la clemencia no responde a su compasión por los ciudadanos romanos sino a la búsqueda de la felicidad de su rey que conllevaría al bienestar de la sociedad, entendiendo bienestar como un estado de paz y satisfacción general, en palabras de Séneca:.
Este texto es, por consiguiente, un tratado político pero también la carta de un consejero político, lo que obliga a Séneca no sólo a un desmedido ensalzamiento de la figura del príncipe, llegando a compararlo con la divinidad, sino a evitar la abstracción y el desarrollo teórico pues la clemencia es una virtud política que solo conviene al rey, pues solamente este depende de la fama y la popularidad.
Alberto es sentenciado a la cámara de gas, pero se pide clemencia señalando su falta de cordura, por lo que la pena es conmutada por la de reclusión el asilo Arkham para delincuentes dementes.
Da lástima leer una carta que envió al gobernador rogándole clemencia para enfrentar el frío del clima.
Se desarrolla un intenso combate, en el que es obligada la protección de la indefensa Kiya, el Destripador, derrotado, implora una clemencia que no le es concedida.
El jurado lo consideró culpable, pero recomendó clemencia, aún así, el juez Hugh Richardson lo condenó a la pena de muerte.
El millonario miró a su primo con ojos mansos y sin expresión, unos ojos bovinos que parecían pedirle clemencia, al mismo tiempo que se pasaba la mano por la barba borrando el escupitajo del odio.
¿Creéis que sólo mataría a ese llamado ? ¡Vosotros, que os llamáis , moriríais al par del culpable!—Esa muerte, ese hecho de que tenéis en tanto, porque no sabéis hacer otra cosa, ¿no os recuerda ¡imbéciles! que todos estáis sentenciados a morir, y que, si respiráis, si vivís, si tenéis acción para matar a nuestro hermano, lo debéis a la clemencia de un insecto que no emponzoña vuestra sangre, o a la piedad de un soplo de viento que no os borra de la superficie de la tierra?.
Olvidábaseme de decir cómo la enamorada mesonera descubrió a la justicia no ser verdad lo del hurto de Andres el jitano, y confesó su amor y su culpa, a quien no respondió pena alguna, porque en la alegría del hallazgo de los desposados se enterró la venganza y resucitó la clemencia.
Puede mostrar las astucias de Ulixes, la piedad de Eneas, la valentía de Aquiles, las desgracias de Héctor, las traiciones de Sinón, la amistad de Eurialio, la liberalidad de Alejandro, el valor de César, la clemencia y verdad de Trajano, la fidelidad de Zopiro, la prudencia de Catón, y, finalmente, todas aquellas acciones que pueden hacer perfecto a un varón ilustre, ahora poniéndolas en uno solo, ahora dividiéndolas en muchos.

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