Ejemplos con cerrad

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Cuando el shuttle esta cerrad, el área es comúnmente usada para exhibir películas.
Cerrad la escotilladijo el piloto, cuando esa gente se despierte entrará a saco en la despensa y no dejará nada.
Madre, Sola, cerrad las puertas, tratadme como a un miserable loco.
¡Ah! si queréis conservar la dulce paz en vuestra alma cerrad los oídos.
Cerrad los ojos al peligro, mirad con serenidad al enemigo y entre las nubes veréis la santa figura de la madre de Dios.
Y al principio del mes los pregoneros públicos recorrieron las calles, gritando: ¡Oh vosotros todos, mercaderes y compradores, ricos y pobres, hambrientos y hartos, por orden de nuestro señor el rey, acudid al pabellón del meidán! ¡Comeréis y beberéis y bendeciréis al Bienhechor! ¡Y será ahorcado quien no vaya! ¡Cerrad las tiendas y dejad de vender y comprar! ¡El que se niegue será ahorcado!.
hay que llenar: cerrad, cerrad las hondas.
Cerrad no más: me ensañaré en las huertas.
–¡Cerrad, vasallos, cerrad aprisa las compuertas!.
–¡Cerrad, vasallos, cerrad más aprisa!.
El padre inquisidor, sin detenerse a mirar a su víctima, se dirigió a Romea y le dijo: «Llevad a ese hombre hasta la portería, y cerrad bien todas las puertas al volveros para acá.
-Cerrad, señora, que a la noche yo os obligaré a que me busquéis.
-Entrad, mi querido John - dijo lord de Winter-, entrad y cerrad la puerta.
-Estáis en vuestra casa - dijo él-, tened cuidado, cerrad las ventanas por dentro y no abráis a nadie, a menos que oigáis dar tres golpes así, mirad - y golpeó tres veces: dos golpes cercanos uno al otro y bastante fuerte, y un golpe más distante y más ligero.
Cerrad los oídos a las cómicas sirenas, que os quieren echar a pique de valer nada.
Cerrad essa puerta e vamos a reposar, que yo me quiero sobir solo a mi camara.
- Cerrad essa puerta, hijos.
Sentaos en un cómodo sillón, cerrad vuestros ojos, apartad de vuestra Mente todo pensamiento, enfocad la Mente en vuestro Intimo, y orad así: Padre mío: tú que eres mi Real Ser, te suplico Señor que te adentres en el Templo-Corazón de la Luna para que me traigas al Ángel Gabriel.
-Barrois -dijo Valentina-, cerrad la puerta y no dejéis entrar a nadie.
¡Atención! ¡Eh! ¡Cerrad las escotillas! ¡Halad los foques!.

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