Ejemplos con categoría

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La sexta edición de la máxima cita de la categoría tuvo lugar en las ciudades de Río de Janeiro y Brasilia.
Hay que mencionar el hecho de que la Tercera división era una categoría más cara por aquel entonces que en la actualidad.
Triunfó en plazas de menor categoría como Alicante, Teruel, Tarragona, El Puerto de Santa María, Huesca, Gijón, San Sebastián de los Reyes, Almería, Albacete y Valladolid.
Esta primera actuación en una plaza de primera categoría llamó la atención de los críticos y le supuso una oreja y una vuelta al ruedo.
La primera experiencia del club espartero en la categoría de bronce del fútbol español no tuvo éxito y no duró más de un año quedando en la última plaza descendiendo a la Tercera de nuevo.
Tras ocho temporadas manteniéndose en cómodas posiciones en la tabla clasificatoria, descendió de categoría tras quedar en la decimoséptima posición.
El éxito del TNZ en las regatas de la Copa America ha contribuido a dar a Nueva Zelanda un enviadiable prestigio como cuna de navegantes y diseñadores de barcos de categoría mundial.
Lantana se ha incluido en la categoría de especies invasoras tóxicas en la Florida, y se ha convertido en un problema en Texas y Hawaii.
Si don Restituto pretendía títulos mundanos, no era por vanidad, sino por una especie de sentimiento de clase, por decoro, como si dijéramos, de aquella categoría de bienaventurados de platea y butaca a que él pertenecía, y por justificarse, en algún modo, con los de galería y cazuela.
A nosotros nos situó, desde luego, en una categoría intermedia, casi criados y casi amigos.
Realmente, quien hubiera visto a Escobar, tan desgraciado de formas plásticas, tan desarrapado y cochambroso, jamás pudiera adivinar que el insigne Aligator había profesado en la categoría de la Belleza.
He observado muchas veces que las niñas de corta edad son muy exigentes en la elección de amigas, por lo cual difícilmente se familiarizan con las que no sean de su categoría social, o de otra más alta si es posible.
Acaso sea atrevida y candorosa esperanza creer en un aceleramiento tan continuo y dichoso de la evolución, en una eficacia tal de vuestro esfuerzo, que baste el tiempo concedido a la duración de una generación humana para llevar en América las condiciones de la vida intelectual, desde la incipiencia en que las tenemos ahora, a la categoría de un verdadero interés social y a una cumbre que de veras domine.
Pasolos dado a Satanás, porque era ciertamente ridículo para un hombre de sus ínfulas y categoría pedir la hija de un tendero de ultramarinos, y haber de esperar, como quien dice, en la antesala de la lonja, a que se dignasen abrirle la puerta.
Pero considerando que su hija entraba en superior rango, hubo de admitir los usos de la nueva categoría, por singulares que fuesen.
Faltábale al viajero la elegancia primorosa e inteligente que cuida de los detalles, que hace ciencia del tocador, veíase en él al hombre que es superior a la propia elegancia porque no la ignora, pero la desdeña: grado de cultura por donde se ingresa en una esfera más alta que el buen tono, que al fin y al cabo es categoría social, y quien se eleva por cima del buen tono, eximese también de categorías.
Excusado es añadir que desde que la cigarrera subió a la categoría de señora, ni por casualidad la dieron ya su nombre propio.
Y esto no con el fin de especular, cosa indigna de su categoría, sino por pura y desinteresada inclinación de su espíritu.
Penetró en un cuarto desarreglado, con montones de ropa por el suelo y una mesa en el centro, donde la hija primera de los señores de Belinchón estaba aplanchando una camisa en traje no adecuado a su categoría.
Detrás de ellas había, a la antigua usanza, un patio para ciertos menestrales que, por su edad, su categoría de maestros u otra circunstancia cualquiera, repugnaban subir a la cazuela y juntarse a la turba alborotadora.
Yo soy la que tengo que agradecerle que sea tan bueno, tan llanote, a pesar de su categoría, que casi es la que viene detrás del Papa.
Esta primera sillería a ras de tierra, donde se sentaban los clérigos de categoría más ínfima, era anterior en medio siglo a la sillería alta, pero en estos cincuenta años dio el arte el gran salto desde el gótico rígido y duro a las suavidades y el buen gusto del Renacimiento.
Llamábale todo este mundo el , porque el buen tono así lo había decretado, y él aceptaba complacido el parentesco de todos aquellos cuya sangre azul empalmaba realmente, siglo antes o siglo después, con la suya preclarísima, a los demás, sin rechazar tampoco lo apócrifo del parentesco, colocábalos con cierta protectora condescendencia en la categoría de.
Algo había en ellas de cariño, de agradecimiento por todo lo pasado, pero lo que predominaba era el ansia de recobrar su categoría de señoras de coche , sin la cual se creían deshonradas.
La consternada joven no podía asegurar que sus últimas diabluras mereciesen la denominación y categoría de , pero indudablemente eran una cosa muy mala.
Desde que entró a servir y en la categoría que le cuadraba, estaba el hombre que no cabía en su chaleco.
Juan Pablo y Feijoo pertenecían a esta categoría, pero el segundo no se sentaba nunca en el diván, porque le daba calor la pana, sino en una de las sillas de fuera, tomando café en un ángulo de la mesa y volviendo la espalda a los individuos de la mesa inmediata.
Indudablemente la joven se había adecentado mucho y adquirido hábitos de señora, porque la vivienda aquella se le presentaba inferior a su categoría, a sus hábitos y a sus gustos.
Dormían en habitaciones contiguas Julián y el marqués, pues Julián, desde su ordenación, había ascendido de categoría en la casa, y mientras la madre continuaba desempeñando las funciones de ama de llaves y dueña, el hijo comía con los señores, ocupaba un cuarto de importancia, y era tratado en suma, si no de igual a igual, pues siempre quedaban matices de protección, al menos con gran amabilidad y deferencia.
Señor marqués, con franqueza, ¿no le pesa de vivir así encenagado? ¡Una cosa tan inferior a su categoría y a su nacimiento! ¡Una triste criada de cocina!.

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