Ejemplos con castigos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

A menos que sean estrictamente monitoreados, los castigos físicos pueden dar lugar al abuso.
Sin embargo, los castigos físicos fueron por lo general problemáticos y causaron grandes conflictos, por ejemplo con familias en donde este no era la norma, contra las escuelas en donde estos se propinaban.
Dichos reglamentos externos al aula pueden ser impuestos de manera absoluta y en algunos casos pueden ser sancionados con castigos corporales para el caso de menores de edad en la más extrema circunstancia o la pérdida de ciertos privilegios en otros.
Originalmente no se preveían castigos en el jugger.
Además los británicos se volvieron cada vez mas hostiles contra los indios y cada vez se hacían mas grande la casería de traidores hacia el imperio ya no solo eran indios sino piratas, y gente diversa que estaba molesta por su trato como chinos y negros, y los casacas rojas ejecutaban castigos y ejecuciones cada vez mas fuertes para dar a entender sobre la superioridad del imperio británico.
que trata la dureza de los musulmanes en contra de otros credos y los castigos que les seran implementados a los que no sean creyentes.
Ahí está su jefe,ahí está su ejército, ahí están los impuestos,las minas y los otros castigos de los esclavos, sufrirlos para siempre, o vengaros enseguida: este campo de batalla lo decidirá.
No obstante, y pese a la respuesta violenta por parte del estado ante tales actos reivindicativos, algunas de las revueltas sirvieron para proteger de esos castigos colectivos a pueblos en los que habitaban comunidades de armenios.
Sin embargo, algunas de esas rebeliones sirvieron no obstante para evitar ese tipo de castigos indiscriminados contra los pueblos y comunidades donde habitaban los armenios.
Como consecuencia de estos castigos, tendría varias hemorragias urinarias que en su madurez comprometerían su salud.
Durante la convivencia de Ellis con la manada conformada por tres lobeznos, les muestra como obtener comportamientos propios de lobos salvajes, esto mediante castigos corporales, juegos, y aullidos.
Los castigos que se imponían eran instantáneos.
Posteriormente se ha de señalar los rápidos progresos del genio romano respecto a la regulación jurídica de las relaciones sociales con otras leyes, aparte de la dicha anteriormente, respecto a los castigos, a las intrigas, a la distribución de las propiedades agrarias, a los réditos usurarios, las acciones o fórmulas previas , necesarias para poder intentar un proceso que más tarde formaría lo que se conoce con el nombre de derecho flaviano.
Kádár primero condujo justos castigos contra los revolucionarios.
Esos, en su egoísmo, tienen tal concepto de la importancia de su persona, que necesitan que ésta se perpetúe después de la muerte, admitiendo como indispensables los cielos y los castigos inventados por las religiones.
Además, ¿de dónde sacaba Urquiola que porque no existiese una sanción divina para la moral, porque el hombre no sintiera el temor a los castigos eternos, se había de entregar a la violencia atropellando a sus semejantes? El hombre de mentalidad desarrollada, sabía que aunque condenado por la naturaleza a desaparecer, no por esto desaparecería la humanidad de la que forma parte.
¡La bestia libre y sin sanción alguna! Ya que no había que temer a los castigos, ¿para qué renunciar a la satisfacción de los apetitos? ¿Por qué imponerse privaciones respetando a los semejantes? ¡A burlarse de nuestros antecesores, unos tontos que contenían sus pasiones por la esperanza del cielo o el miedo al infierno! Los fuertes deben aplastar a los débiles: los débiles deben apelar a la astucia y la maldad para salvarse de los fuertes.
Como no existía otra vida, no existían castigos y todos podían hacer lo que mejor placiera a sus instintos, sin miedo a la cólera de Dios.
¡Y aquí es cursi decir que hubo Inquisición! Hasta cerebros poderosos que funcionan como si estuvieran vueltos del revés se han encargado de demostrar que sus castigos no tuvieron importancia, que fué una institución digna de elogios, como quien dice un jueguecito para divertir al pueblo.
No es tampoco por miedo a las penas eternas ni a los castigos divinos, pues esos hombres no creen en tales invenciones del pasado.
Al ver que los hechos no correspondían a sus esperanzas, tornábanse hipocondríacos y desesperadamente fanáticos, creyendo sus fracasos castigos de Dios y entregándose a una devoción cruel para aplacar a la Divinidad.
No te has vengado, por instinto de conservación, por miedo al presidio y a todos los castigos inventados por la sociedad, has tenido miedo, a pesar de tu indignación, y ese miedo lo truecas en crueldad para el ser más débil.
Era sobre el Juicio Final, y dividióla en tres partes: la confusión de los hipócritas al ver patentes sus pecados ocultos, la suprema vergüenza de los escandalosos al ver objeto de la execración universal los pecados públicos de que habían hecho gala, y la justificación de la Providencia, la manifestación clara de los misteriosos caminos ordenados por Dios para bien siempre del hombre, la sapientísima urdimbre, puesta al descubierto, de grandes hechos y pequeños acontecimientos, de penas y alegrías, derrotas y triunfos, llamamientos y amenazas, premios y castigos, que han de probar en la vida de cada criatura, mirada de frente a la luz de aquel tremendo día, la paternal providencia de Dios para cada hombre, la conjunción perfecta sobre cada uno de ellos de sus dos atributos, el más temible y el más deseable: la misericordia y la justicia.
Don Román, severo e irascible, dictó nuevas órdenes, amenazó con duros castigos, y luego, haciendo un gesto de dolor, pronto borrado por una expresión resignada de tristeza, vino al estrado.
Les basta encerrarse en su inmenso dolor, lanzarlo en tristes estrofas al rostro de la ingrata, para que ésta desfallezca bajo el más terrible de los castigos.
¡Imagínate el cinismo, la desvergüenza, el desenfreno que produciría esta murmuración a gritos, y el escándalo, los divorcios, los desagravios, los castigos, los desquites, los horrores que llevaría al seno de las familias!—¡Espanta el pensar en ello!.
En las horas en que se sentía muy culpable, entrábale temor de los castigos temporales y eternos.
Por esto, la monja que estaba de guardia pasaba revista a los dormitorios a diferentes horas de la noche, y como sorprendiese murmullos de secreteo, imponía severísimos castigos.
Baldomero I, era todo blanduras con su hijo? ¡Efectos de la evolución educativa, paralela de la evolución política! Santa Cruz tenía muy presentes las ferocidades disciplinarias de su padre, los castigos que le imponía, y las privaciones que le había hecho sufrir.
Leocadia, llena de sobresalto y alborozo, hizo a sus padres que se retirasen con ella aparte, como lo hicieron, y allí en breves palabras les dió cuenta de todo su desastrado suceso, con todas las circunstancias dél, y de la ninguna noticia que traia del salteador y robador de su honra: díjoles lo que habia visto en el teatro donde se representó la tragedia de su desventura: la ventana, el jardin, la reja, los escritorios, la cama, los damascos, y a lo último les mostró el crucifijo que habia traido, ante cuya imágen se renovaron las lágrimas, se hicieron deprecaciones, se pidieron venganzas y desearon milagrosos castigos: dijo ansimismo, que aunque ella no deseaba venir en conocimiento de su ofensor, que si a sus padres les parecia ser bien conocelle, que por medio de aquella imágen podrian, haciendo que los sacristanes dijesen en los púlpitos de todas las parroquias de la ciudad, que el que hubiese perdido tal imágen la hallaria en poder del religioso que ellos señalasen, y que ansí, sabiendo el dueño de la imágen, se sabria la casa y aun la persona de su enemigo.

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