Ejemplos con carnal

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

En el caso de Atenas, parece que estas relaciones evolucionaron de un gran recato en la época arcaica a una práctica más carnal y sin restricciones en época clásica, seguida de un retorno a una forma más espiritual en sus últimas etapas, que se asemejaba a sus comienzos.
Como respuesta, su primo carnal el rey Alfonso XIII de España anuló sus privilegios como infante de España y le retiró el título, a pesar de las protestas de don Luis Fernando.
La fornicación es la unión carnal entre un hombre no casado y una mujer no casada.
En el diálogo platónico de las Leyes, la pederastia carnal es descrita como contraria a la naturaleza, sin embargo, los interlocutores de este diálogo reconocen que una iniciativa por la abolición de la pederastia sería impopular en la mayoría de las ciudades-estado griegas.
Los diablos, representan el lado carnal del carnaval, el aspecto demoniaco, aprovechando las luces y sombras del crepúsculo realizan su aparición con la irremediable intimidación hacia aquellos que los ven por primera vez y a aquellos otros que a pesar de haberlos visto todavía no tienen muy claro si debajo de las vestimentas hay realmente personas.
El texto de la propuesta que no salió adelante decía lo siguiente: Asquerosidad innatural, que debe ser castigada con la muerte, ya sea sodomía, unión carnal de hombre con hombre, o mujer con mujer, o bestialismo, que es la unión carnal de hombre o mujer con bestias o caza menor.
Se alude de manera simbólica al erotismo o amor carnal.
Marco Junio Bruto, que era su primo carnal, se divorció de su esposa Claudia Pulcra y volvió a casarse con Porcia cuando aún era muy joven.
Debajo de ésta llevaba otras faldas y otras, ocho, diez o doce zagalejos, toda la ropa femenil de la casa, un embudo sólido de paños y bayetas que borraba los vestigios del sexo y hacía imposible imaginarse la existencia de una realidad carnal bajo la balumba de tejidos.
Veían aún cómo entraba la avalancha de los hombres con casco en sus tranquilos pueblos: las casas cubiertas de llamas repentinamente, la soldadesca haciendo fuego sobre los que huían, las mujeres agonizando destrozadas bajo la aguda persistencia del ultraje carnal, los ancianos quemados vivos, los niños deshechos a sablazos en sus cunas, todos los sadismos de la bestia humana enardecida por el alcohol y la impunidad Algunos octogenarios contaban, llorando, cómo los soldados de un pueblo civilizado cortaban los pechos a las mujeres para clavarlos en las puertas, cómo paseaban a guisa de trofeo un recién nacido ensartado en una bayoneta, cómo fusilaban a los ancianos en el mismo sillón donde los tenía inmóviles su dolorosa vejez, torturándoles antes con burlescos suplicios.
El la deseaba, y a su deseo carnal se iban yuxtaponiendo otros menos materiales: la necesidad de velar por el placer de verla, de oírla, de sufrir sus negativas, de sentirse repelido en todos sus avances.
¿No los expulsaría, indignado? Pues esto deseaba él para los enemigos de la vida, para los que maldecían como pecados las más gratas dulzuras de la existencia, para los que adoraban la castidad antipática de la virgen sobre la soberana fecundidad de la madre, y ensalzaban la pereza contemplativa, considerando el trabajo como un castigo, y hacían la apología de la vagancia y la miseria convirtiéndolas en el estado perfecto, y tenían el hambre como signo de santidad y apartaban a las gentes de las felicidades positivas de la tierra, haciéndolas dirigir las miradas a un cielo mentido, y anatematizaban el amor carnal como obra del demonio.
Existe el sentimentalismo pasajero, el capricho carnal, nunca el amor.
Le rodean hermosas mujeres, pero si siente subir a lo largo del espinazo el alegre cosquilleo de la juventud, la savia de la primavera de la vida, la predisposición genésica de una familia que sólo fue notable y alcanzó victorias en las luchas de amor, ha de permanecer frío y austero ante la mirada vigilante de su madre, que sabe que el apasionamiento carnal puede acabar rápidamente con una vida débil y macilenta.
Mientras la humanidad, enardecida por el soplo carnal del Renacimiento, admiraba a Apolo y rendía adoración a las Venus descubiertas por el arado entre los escombros de las catástrofes medioevales, el tipo de suprema belleza para la monarquía española era el ajusticiado de Judea, el Cristo polvoriento y negruzco de las viejas catedrales, con la boca lívida, el tronco contraído y esquelético, los pies huesosos y derramando sangre, mucha sangre, el líquido amado por las religiones cuando apunta la duda, cuando la fe flaquea y, para imponer el dogma, se echa mano a la espada.
Era un mundo de caricaturas de la lujuria, de gestos simiescos y estremecimientos satiríacos, en el que asomaba la pasión carnal con la mueca de la animalidad más grotesca.
Viéndoles juntos, se observaba extraordinario parecido entre el señor de la Lage y su sobrino carnal: la misma estatura prócer, las mismas proporciones amplias, la misma abundancia de hueso y fibra, la misma barba fuerte y copiosa, pero lo que en el sobrino era armonía de complexión titánica, fortalecida por el aire libre y los ejercicios corporales, en el tío era exuberancia y plétora, condenado a una vida sedentaria, se advertía que le sobraba sangre y carne, de la cual no sabía qué hacer, sin ser lo que se llama obeso, su humanidad se desbordaba por todos lados, cada pie suyo parecía una lancha, cada mano un mazo de carpintero.
Era una señora, una verdadera señora, pues a pesar de su origen humildísimo, las virtudes de su tío carnal el Sr.
¿Hay mas que hacer que incitar al tibio, provocar al casto, negarse al carnal, animar al cobarde, alentar al corto, refrenar al presumido, despertar al dormido, convidar al descuidado, escribir al ausente, alabar al necio, celebrar al discreto, acariciar al rico, desengañar al pobre, ser ángel en la calle, santa en la iglesia, hermosa en la ventana, honesta en la casa y demonio en la cama?.

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