Ejemplos con carcas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Al frente de los caballeros que defendían la ciudad se encontraba la dama Carcas, pues su esposo había resultado muerto.
La población le presentó como únicos víveres un cerdo y un saco de trigo pero a pesar de ello, la dama Carcas ideó entonces una estratagema, ordenando que se cebara el animal con todo el trigo contenido en el saco y a continuación, que se lanzara al pie de las murallas desde la torre más alta de la fortificación.
Nuestro desconocido acompañante, llevándose las manos a la cabeza, aseguró que no podría ser sin llevar un salvoconducto del Estado Mayor del maldito, porque los carcas habían levantado la vía desde la Puebla de Arganzón a Nanclares.
Una vieja que vino después nos dijo que los Voluntarios, con el cañón que habían puesto en una de las ventanas del Instituto, estaban abrasando a los carcas.
Con oficiosa esplendidez, no quiso cobrarnos el gasto, y sacándome del ruedo me metió en el rincón más obscuro de la trastienda, donde misteriosamente me dijo: No me oculte usted, señor don Tito, que ha ido al extranjero con una encomienda de don Francisco, para que los Gobiernos repúblicos de la Francia y de la Suiza metan mano a los carcas y no les dejen pasar la frontera.
La guerra aumentó la caterva de huéspedes: tan pronto invadían la posada los oficiales carcas como los , que con tal nombre eran conocidos en Navarra los liberales.
Óigame lo bueno: El año pasado, estando en Alcoy, los carcas me jonjabaron.
Ahora está contando que ha visto un proyectil de los que tiran los carcas, y el fusil Berdan No dice agujeros, sino.
Con oficiosa esplendidez, Pajalarga no quiso cobrarnos el gasto, y sacándome del ruedo me metió en el rincón más obscuro de la trastienda, donde misteriosamente me dijo: «No me oculte usted, señor don Tito, que ha ido al extranjero con una encomienda de don Francisco, para que los Gobiernos repúblicos de la Francia y de la Suiza metan mano a los carcas y no les dejen pasar la frontera».
-Como a los carcas los llaman clerófobos.
Sospechoso era el país entero, que pedía orden y paz, metiendo de una vez en cintura a los malditos carcas y a los insurgentes de Cuba.

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