Ejemplos con cabezones

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Se llamaba así, en las caballerizas reales, al picador, jefe de la caballeriza regalada, que sujeta los cabezones del caballo cuando montaba el rey.
Cada fachada lateral posee tres accesos, dos dan con la nave lateral y la tercera con la sacristía, e igual que las puertas de la fachada principal están hechas en madera, forradas en lámina de hierro pegada con grandes clavos cabezones en forma de botón.
César Andino es un cantante de nacionalidad argentina conocido por ser el líder de la banda Cabezones.
El primero, aunque desconocido en el país y sin arraigo en ninguna parte, era el más temible, porque con la tenaza del Gobierno tenía cogidos por los cabezones a casi todos los Ayuntamientos.
Ya lo teníamos ganado, ya lo teníamos cogido por los cabezones.
Me acuerdo ahora de lo que pasó en la correduría de Cartagena, cuando quise coger a Belisario por los cabezones para tirarlo al mar.
A Méjico no va don Juan Prim para negocio suyo, sino de la Nación, porque va para conquistarnos otra vez a la Nueva España y traerla por los cabezones a la soberanía de Isabel II.
Tomé la vuelta de calles excéntricas para dirigirme a la parte del llamada , donde está la casa de mis enemigos, decidido a meterme en ella y coger por los cabezones al si, por desgracia suya, allí le encontraba.
-Aquí tenemos -prosiguió Doña Leandra dejándose amansar por los abrazos y carantoñas de su hija-, al arreglador de todo el mundo y al que trae por los cabezones a la Europa universal.
No hay duda que el benditísimo Navarridas, a quien tiene trincado por los cabezones la implacable Tirgo, negaría el consentimiento si fuésemos tan simples que pidiéramos a deshora la mano de la niña.
Le tengo a usted trincado por los cabezones.
A pie firme, callado, la cabeza erguida, dejando ver a través de los cabezones de la camisa el cuello rollizo y parte del membrudo pecho, Espartaco por su varonil musculatura, flaca mujer por la sensibilidad de su inculto espíritu, tenía de la cama del freno de plata el inquieto caballo de Gamboa.
El primero, aunque desconocido en el país y sin arraigo en ninguna parte, era el más temible, porque con la tenaza del Gobierno tenía cogidos por los cabezones a casi todos los ayuntamientos.
No hay duda que el benditísimo Navarridas, a quien tiene trincado por los cabezones la implacable Tirgo, negaría el consentimiento si fuésemos tan simples que pidiéramos a deshora la mano de la niña.
Le tengo a usted trincado por los cabezones.
Tomé la vuelta de calles excéntricas para dirigirme a la parte del Mellah llamada Meca, donde está la casa de mis enemigos, decidido a meterme en ella y coger por los cabezones al sephardim Papo si, por desgracia suya, allí le encontraba.
Me acuerdo ahora de lo que pasó en la correduría de Cartagena, cuando quise coger a Belisario por los cabezones para tirarlo al mar.
A Méjico no va don Juan Prim para negocio suyo, sino de la Nación, porque va para conquistarnos otra vez a la Nueva España y traerla por los cabezones a la soberanía de Isabel II.
Antonio padre de la célebre y varonil doña Agueda, mujer del intendente Urrutia, sobre la que aún se hacen lenguas los viejos cuando refieren sus genialidades, entre las que la menor era agarrar por los cabezones a su manso marido el intendente de Tarma y ''coram pópulo'' romperle el bautismo.
Los animales, por su aspecto, todavía no podrían inspirar sino el cincel de algún escultor de estética singular, que fuera entusiasta de seres cabezones y barrigudos, pero, siquiera, ya dan señal de vida.

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