Ejemplos con bullicio

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Las vaquerías son bullicio y diversión.
Por lo agradable y sano de su ambiente, lo pacífico de sus habitantes, la solidaridad y amistad que allí se encuentra, por la pujanza de sus líderes y el apreciable progreso del corregimiento, se ha convertido en un sitio preferido para el descanso y la tranquilidad de quienes se quieren alejar del bullicio de las grandes ciudades.
Escribe Goya que los asuntos son difíciles y dan mucho trabajo, como el de la Pradera de San Isidro, en el mismo día del Santo, con todo el bullicio que en esta corte acostumbra haber.
Es más bien callado y prefiere el silencio y la tranquilidad que el bullicio de sus admiradoras.
Son jornadas llenas de color y bullicio en las cuales las gentes se viste con chilaba y trajes de la época, se suceden los espectáculos folclóricos andalusíes, las carreras de cintas a caballo, etc.
Nuestro Señor el Rey Don Alfonso con consejo de sus ricos homes pobló a Llanes e nos siempre ese mesmo Señor el Rey y todos sus sucesores recibirán de nos buen servicio e siempre a su voluntad los serviremos, y esto non lo podremos facer si non fueremos todos concertados: agora mandamos y firmemente defendemos que si algunos en Llanes o en sus términos ficieren juramento o amistad de bullicio e los Alcaldes e homes buenos de Llanes ende sopieren la verdad, faganle como a falsos y a traidores y pierdan los cuerpos y el haber: e otrosí mandamos, que cuando alguno con otro trabajare o hobiere alguna intención, el otro non levante contra él baraja nin intencion, más cada uno tenga su voz o de su vocero: e ninguno non sea osado de lo contrallar, firmemente mandamos y siempre mandado lo hobimos que las derechuras de nuestro Señor el Rey amparen lo que el Rey diere: e si el su Merino hubiere menester ayudorio, los Alcaldes por sí mismos o por otros Caballeros o peones denle tal ayudorio cual menester hobiere, e sin mandado de los Alcaldes ninguno nor sea osado de cabalgar con el Merino por la villa ni por las aldeas tomar, ni destruir la villa nin el Alfoz, mas así como digimos los Alcaldes den el derecho cumplido al Merino e los Alcaldes non consientan al Merino que faga tuerto nin quebrante nuestros fueros, e si por los Alcaldes fincare que el Merino derecho non haya, esos Alcaldes sean mal fechores del Concejo, e aquellos que con el merino cabalgaren, y lo ayudaren a tuerto o a facer desafuero, facerles hemos como alevosos perjurados: e si alguno al Rey o al Señor de la villa algun vecino ficiere querellas, si primeramente lo non querellare ante los Alcaldes en Concejo, faceles hemos como a falso e alevoso, y de este día en adelante por mandado de nuestro Señor el Rey metemos toda la villa de Llanes e de su Alfoz en poder de nuestros jueces y de nuestros Alcaldes y estos Jueces y Alcaldes sean de aquellos que tovieren casa de mayor morada dentro en la villa de Llanes, e estos jueces y Alcaldes provean la villa y Alfoz y aquel que los estorbar quisiere, pierda el cuerpo y el haber: e esos Alcaldes provean toda la villa y Alfoz si por ellos finca y ellos sean alevosos y perjurados, y si el Concejo les non quisiere ayudar a facer derecho, sea perjurado e alevoso: y establecemos por mandado de nuestro Señor el Rey, y firmemente mandamos que ningun vecino de Llanes caballero nin peon nin vasallo del Señor que a Llanes toviere y si lo ficiese sea alevoso y traidor del Concejo y pierda el cuerpo y lo que toviere y destruyamosle la casa.
Getsemaní es una comunidad cristiana, por lo que su vida gira en torno al evangelio, tiene por supuesto una iglesia y existe pacíficamente lejos del bullicio de la ciudad.
Al momento de salir Bill del establecimiento, con John detrás de él, alguien gritó, de nuevo Hickok se dirigió a Hardin reclamándole por hacer bullicio y le demandó darle sus pistolas.
Son dos poderosas razones que avalan el constante bullicio de alumnos y profesores, quienes transitan de un lado a otro.
Dícese del bullicio interior y del desasosiego del estado de ánimo.
En contraste con el bullicio de Pekín, la capital, Putuo Zongcheng era un lugar tranquilo que servía también para organizar partidas de caza para el emperador y sus huéspedes.
Los misioneros realizaron la adaptación como preámbulo a la celebración de la Navidad cristiana y aprovechando el bullicio acordaron fundar el novenario previo a la Natividad de Jesucristo, incluyendo en su repertorio de actividades a Las Posadas, Las Piñatas y las Peregrinaciones de las comunidades circunvecinas y de los barrios aledaños.
Elias Shino Viera, estudio artes graficas en Atlantic College en Guaynabo Puerto Rico y después se fue a trabajar con su amigo Daniel Bullicio Rivera en una firma independiente.
Ni un eco del bullicio exterior, ni una nota escapada al concierto de la Naturaleza, ni una palabra desprendida de labios de los hombres, lograban traspasar el espesor de los sillares de pórfido y conmover una onda del aire en la prohibida estancia.
A los pocos días, el capitán se sintió fatigado de Nápoles y su bullicio.
Sabían mantener sus aventuras en un término prudente, con más bullicio y atrevimiento que las profesionales, pero sin permitir nunca el atentado irreparable.
Cuántas veces en los días festivos, solíamos atravesar el río Hudson e internarnos en las hermosas arboledas de las Palisades o recorríamos las avenidas del Parque Central, y allí transcurrían insensiblemente las horas, bajo la influencia de su palabra sana y amena que hacía olvidar el bullicio de la metrópoli.
La poesía florecía en las tabernas con el bullicio de la embriaguez.
Llegó Demetrio medio borracho y tomó a mirar a Damián, disimulando una sonrisa Él no había visto nada entre tanto bullicio, pero en el coche en que se acomodó el señor marqués había ya otros equipajes.
En aquel instante todo era animación y bullicio por las calles.
Aquel mercado extraordinario, que se prolongaba hasta bien entrada la noche, resultaba una festividad ruidosa, la explosión de alegría y bullicio de un pueblo que entre montones de alimentos y aspirando el tufillo de las mil cosas que satisfacen la voracidad humana, regocijábase al pensar en los atracones del día siguiente.
Los chicos quemaban petardos y cohetes chinos, y todo era bullicio y confusión.
Y todo era bullicio, todo contento.
A poco de las trapisondas de marras Desde entonces su cuñada de usted ha vivido apartada del bullicio, llorando sus faltas y comiéndose los ahorros que tenía, hasta que han venido los apuros.
A las nueve, cuando aparecían y los demás periódicos de la noche, aumentaba el bullicio.
Este bullicio y el de la muchedumbre que concurre a los merenderos de los Cuatro Caminos y de Tetuán, duraba hasta muy entrada la noche.
También entran allí señoras decentes a expiar sus pecados, esposas ligeras de cascos que han hecho alguna trastada a sus maridos, y otras que buscan en la soledad la dicha que no tuvieron en el bullicio del mundo.
La calle con su bullicio y la diversidad de cosas que en ella se ven, ofrecía gran incentivo a aquella imaginación, que al desarrollarse tarde, solía desplegar los bríos de que dan muestras algunos enfermos graves.
En Barcelona estuvo Jacinta muy distraída con la animación y el fecundo bullicio de aquella gran colmena de hombres.
Huyendo del bullicio, dió con su cuerpo en una estancia destinada a tertulia, en la cual a la sazón no había alma viviente, y con indolencia se sentó junto a la ventana de ella, mirando a la calle.

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